“No me detendré a pesar del costo, hasta que todos y cada uno terminen en prisión” sentencia la valiente escritora Lydia Cacho en un video publicado en diciembre de 2018.
Los demonios del Edén es un libro donde se denunció una red de pornografía infantil y lavado de dinero, que involucraba a funcionarios públicos y empresarios internacionales, una verdadera infamia, algo asqueroso y vergonzoso, cualquier adjetivo es insuficiente para tratar de describir esta aberrante conducta. Su autora, la periodista profesional y defensora de los derechos humanos, Lydia Cacho, no sólo peleó en contra de esos demonios, que eran ya de sobra engendros poderosos, también enfrentó a sus múltiples e inimaginables aliados, entre ellos autoridades que deberían procurar justicia y seguridad a los mexicanos.
Todo resistió durante muchos años, desde amenazas, espionaje gubernamental y privado, actos intimidatorios de todo tipo incluyendo los de autoridades federales encargados de Seguridad Pública, hasta llegar al ofrecimiento de sobornos millonarios, un millón de dólares fue lo menos con que quisieron comprarle, nunca claudicó, al saber que era incorruptible los demonios y sus cómplices decidieron eliminarla y mandaron por ella. Llegaron hasta su oficina, los muy cobardes, enviaron a 10 hombres armados por una mujer, que por supuesto les quedaba muy grande.
Fue torturada y amenazada para que negara la veracidad de su investigación, le dijeron que la matarían por haberse metido en la vida privada de Senadores, gobernadores y empresarios al publicar su libro, no lograron su cometido, gracias a su estrategia de comunicación la escritora salvó la vida, aunque no se quedaron con las ganas de ofenderla y lastimarla, la trasladaron desde Cancún hasta la ciudad de Puebla en condiciones deplorables, bajo una lluvia de frases obscenas y el amago de acciones en contra de su integridad, por órdenes del gobernador de Puebla, Mario Marín, como ella misma lo describe.
Después de más de 13 largos y difíciles años de lucha digna, Lydia Cacho ha logrado avanzar significativamente, ya existe orden de aprensión en contra de los principales conspiradores, pero esto está lejos de terminar, está por venir la parte, quizás, de mayor trascendencia, descubrir a detalle el modus operandi, conocer a los receptores de sobornos y el entramado de poder que los protege, que los defiende y dota de impunidad, llamense políticos, funcionarios públicos, jueces o magistrados, una verdadera azaña, un gran servicio a la patria es la lucha de esta ejemplar escritora.
Es una evidente realidad la participación del gobierno de Puebla y de procuración de justicia de esa época en esta conspiración, como también lo es que no son pocos los ex integrantes del gabinete de Mario Marín, que aún permanecen activos buscando el poder, incrustados en el equipo de la coalición “Juntos Haremos Historia” y su candidato Miguel Barbosa están a punto de lograr su cometido, lamentablemente así lo indican las encuestas. Rodeado de estos mismos intereses ningún gobierno garantiza imparcialidad en la búsqueda de la justicia.
Puebla necesita un gobierno libre e independiente, esto no es cuestión de partidos políticos, es cuestión de ciudadanos cuya trayectoria y vínculos sean garantía de un gobierno justo y transparente, Puebla necesita de Lydia Cacho para saber toda la verdad e impedir que los oscuros intereses se salgan con la suya construyendo impunidad para sus cómplices, Puebla necesita de Lydia Cacho para evitar lo que parece inevitable.
JORGE MARÍN BARRAGÁN |
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