Llegaron a Veracruz actores importantes de la política mexicana, legisladores de las diversas expresiones partidistas, dirigentes sindicales, empresarios y ciudadanos destacados, una muestra plural de la sociedad para escuchar el informe del Senador Dante Alfonso Delgado Rannauro. Ante concurrencia tan relevante, el mensaje y sus matices entusiasmaron en serio y los aplausos fueron espontáneos y numerosos, no era para menos, la claridad y profundidad de los conceptos que expuso el ilustre veracruzano, dieron un panorama puntual del acontecer de la vida pública nacional, los resultados del nuevo gobierno y sobre todo, lo fundamental: las acciones de una oposición que propone, sirve de contrapeso ante los excesos y para recomponer los yerros del ejecutivo federal.
De entrada aclaró que la transformación se lograría con acciones y no con declaraciones, que si el nuevo mandatario estaba dispuesto a cumplir a México contaba con el Movimiento Ciudadano tal y como han estado haciendo para ayudarlo a construir el andamiaje de su gobierno. Quedó muy claro que coincidían en el diagnóstico y la discrepancia existente en algunas decisiones y la forma de llevarlas a cabo.
La relatoría de acciones de Dante Delgado, para apoyar y oponerse en su caso, fue enérgica y puntual, destacando saber, que las decisiones, que se tomaron por parte de la bancada que coordina, en materia de seguridad, de procuración de justicia, laboral, medio ambiente, educación y en general, siempre han sido bajo el escrutinio e impulso de la sociedad.
Su vestimenta elegante y casual, proyectaba el porte de un político que evoluciona en todo, incluyendo ese detalle no menos importante, así se presentó en un moderno escenario desde donde, más que un informe, disertó sobre la importancia que tienen para la República los contrapesos y la división de poderes, así como el significado trascendente del trabajo legislativo ante las actitudes irreflexivas y las tentaciones autoritarias.
Momentos emotivos se dieron ante al auditorio, cuando con energía recordó que en las ocasiones que el mandatario federal se ha equivocado o faltado a su palabra lo ha encontrado enfrente y de frente, comprometiéndose a no ceder en ese propósito.
Un episodio lleno de patriotismo de parte del Senador fue cuando de manera tajante se opuso a las recriminaciones del General Gaytán sobre el gobierno federal y su titular, recordándole que este era producto de una elección legal y democrática por lo que él y las fuerzas armadas estaban obligados a la disciplina y deben su lealtad, puntualizando con energía, que no aplaudiría a un militar que le falte al respeto al comandante supremo de las fuerzas armadas, acotando, que tampoco lo haría a un presidente que ha decidido dar continuidad a una estrategia fallida de seguridad.
El punto de mayor emotividad, al grado de enchinar la piel a la concurrencia, fue cuando Dante Delgado sentenció con valiente claridad: “No estoy al servicio del presidente, estoy al servicio de México”. Estas intervenciones movieron sentimientos, provocaron reconocimiento y motivaron aplausos cargados de emoción.
Por supuesto que lo más importante fueron los datos y el contenido del informe, pero, los detalles y la concurrencia cuentan y tienen un significado más allá del momento en que se efectúan, Dante Delgado Rannauro, ex gobernador veracruzano, el mejor por su obra y sus acciones realizadas hace más de 25 años, que aún permanecen y que son consideradas como la base del desarrollo de nuestra entidad, está de regreso con propuestas e ideas que son necesarias para nuestro tiempo y para rescatar a Veracruz de la oscuridad en que se encuentra.
JORGE MARIN BARRAGÁN
Orizaba, Ver. A 11 de diciembre de 2019. |
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