Las campañas de López Obrador siempre se destacaron por sus frases ofensivas y su perorata incendiaria, municipio por municipio se encargo de ir sembrando odio, exarcerbando los ánimos de la gente y confrontándolos contra los seguidores de otros partídos, preparando el escenario , con ayuda del régimen con el que pactó, para parecer único opositor. El gobierno de Peña le acompañó en su ruta electoral, cometiendo excesos de todo tipo y Andrés Manuel cosechando sus yerros, todo debidamente orquestado para favorecerle a cambio de impunidad y dejar intactos los grandes intereses.
Así, con esos pactos bajo el brazo, por fin llegó a la presidencia, con un país dividido, entre el regocijo de sus seguidores y la decepción de quienes nunca le creyeron, pero peor, los que se dieron cuenta del perverso engaño.
Contrario a la supuesta intención de unir y pacificar al país, el tono de sus mensajes no cambia, continua con su estrategia de denostación y rijosidad, dando esa linea de agresividad a sus correligionarios. Con perversa precisión escoge sus objetivos, una vez ubicados los baña de lodo, dejándolos a merced de sus voceros y su ejercito de fanáticos en redes sociales, como táctica para facilitar sus pretenciones. No se mide, goza del festín mediático y la cascada de mentadas de madre que recibe todo aquel que se atreve a contrariarlo, sólo él pretende tener la razón, no es un afan autoritario más bien es un desquiciado deseo de salirse con la suya a como de lugar, legisladores, jueces y magistrados pueden dar testimonio de la aversión que la manipulación de las masas les ha ocasionado, ni se diga los despedidos del SAT y otras dependencias.
Este 24 de diciembre murieron la gobernadora, Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle, Senador de la República, al desplomarse el helicóptero en el que se trasladaban, dos personajes de la vida pública a quienes las huestes de la 4a transformación injuriaron hasta el cansancio, una vez que su líder, el sr. López, manchara como antidemocrática una resolución del máximo tribunal electoral donde se validaba la elección donde surgiría la primera mujer en gobernar Puebla, más aún, en un claro desprecio por las instituciones y los poblanos, se negó en los hechos a entablar relación con su gobernadora y visitar esa entidad. Estos acontecimientos detonaron la polarización existente en una penosa confrontación, entre sus seguidores y quienes señalan una presunta responsabilidad de su gobierno.
Los mensajes de ambos bandos son bastante ofensivos, donde se acusan con irresponsabilidad y ligereza de ser responsables del percance de la pareja Moreno/Alonso.
Si el intercambio entre las bases de Andrés Manuel y sus detractores es delicado, los mensajes con los que se confrontan a nivel de dirigentes y legisladores son mezquinos e irresponsables. Por su vulgar y violento contenido se destacan el diputado Fernández Noroña, el alumno más destacado del Lopezobradorismo y, su contraparte Javier Lozano del PRIAN, son idénticos en el actuar y empoderados magnifican sus "virtudes".
No es cualquier cosa lo que esta ocurriendo en torno al desplome mortal de la aeronave donde perdieron la vida cinco personas, se han encendido las insanas pasiones y podrían desbordarse. El botón de muestra fue lo ocurrido en el homenaje póstumo a la gobernadora y el exgobernador de Puebla, los gritos de "fuera, fuera y asesinos" los recibió la ex ministra Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, pero llevaban dedicatoria al gobierno, el ejecutivo federal lo sabe, por eso actúo con precaución al no presentarse.
Andrés Manuel López Obrador no puede, ni debe continuar con su estrategia de descalificación de todo y contra todos, es necesario que haga un alto en el camino y piense con serenidad como hacer mejor las cosas, urgente que rectifique su estrategia de gobierno, pero sobre todo debe dejar de una vez por todas las actitudes de candidato en su deseo de mantener su popularidad y enfocarse a ejercer su responsabilidad Constitucional, con altura de miras, como un estadista, con prudencia, respeto y mucho dialogo, el rumbo de México no debe ser la división y el odio porque todos lo podemos lamentar.
Jorge Marín Barragán
Orizaba, Ver. A 26 de diciembre de 2018. |
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