AÚN CUANDO Ricardo Monreal Ávila, ha declarado permanentemente que aparecerá en las boletas del proceso electoral del dos mil veinticuatro, buscando la presidencia de la república, no ha dicho, hasta ahora, por cual partido político lo hará, porque está claro que el presidente de la república, tiene otros planes para nombrar a quien pueda sucederle.
En este sentido, todo mundo apuesta que López Obrador, está encaprichado en nominar a Claudia Sheinbaum, quien, por cierto, ocupa los fines de semana para hacer proselitismo político a nivel nacional, descuidando sus tareas en el gobierno de la ciudad de México, considerando que su puesto es de elección popular y que está obligada a permanecer todo el tiempo atendiendo el quehacer para el cual fue contratada. De no ser la nuera presidencial, entonces podría entrar el secretario de relaciones exteriores, Marcelo Ebrard, el cual ha encabezado mayor popularidad en algunas de las encuestas realizadas, mucho más que la propia jefa de gobierno, lo que significa que el actual presidente de la junta de coordinación política del senado de la república, tendría un obstáculo más para convertirse en el candidato de Morena.
A todo ello habría que sumar el hecho de que Ricardo Monreal Ávila, ha tenido algunos desencuentros con el presidente. El último de ellos fue desaprobar la adhesión de la guardia nacional, al mando del ejército mexicano. Se entiende, pues, que el ex gobernador del Estado de Zacatecas, está muy lejos de concretar sus aspiraciones presidenciales, cuando menos a través del partido en el cual milita, sin que haya, hasta estos días, declarado sus intenciones de separarse de Movimiento de la cuarta transformación, lo que también pone en estado indefinido su propio futuro, al no tener una organización política que lo avale. Para los efectos, se ha comentado en diversas ocasiones que Movimiento Ciudadano, podría respaldarlo o que, incluso, estaría esperando que la propia coalición de partidos políticos de la oposición, lo llamara a sus filas para poder nominarlo, cuestiones que solamente han quedado impresas en la especulación política de estos tiempos.
Lo que si parece cierto es que Morena, no lo va a nominar, porque el presidente de la república, no estaría dispuesto a ceder esta posición a alguien que no piensa ni actúa realmente conforme a sus proyectos políticos, por lo que Ricardo Monreal Ávila, estaría, solamente, esperando alguna especie de negociación política.
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FINALMENTE, ¿HABRÁ COALICIÓN EN VERACRUZ?
EL PRI ESTA LISTO, tiene tiro como se dice ahora, aunque dentro del PAN, se estaría estudiando la posibilidad de concretar, finalmente, la coalición política de los tres partidos que han acordado esta estrategia. No se sabe realmente quién pudiera
encabezarla, porque las únicas cabezas más probables de enfrenar este importante reto, son, como ya lo hemos señalado en otras ocasiones, Pepe Yunes, por el tricolor y Julen Rementería, por el PAN. Ambos estarían en posibilidades de ganar las elecciones y dispuestos, según se sabe, a integrar un gobierno plural, donde estuvieran representadas todas estas fuerzas políticas, incluyendo, desde luego al PRD, y al mismo Movimiento Ciudadano, si al final de cuentas, Dante Delgado Rannauro, entiende que solamente de esta manera hay posibilidades de triunfo electoral.
De esta manera y en el supuesto caso de que la coalición ganara la gubernatura del Estado, el PRI o el PAN, tendría la segunda posición política en el organigrama político de la administración pública estatal, es decir, la secretaría de gobierno.
Queda claro qué si gana la gubernatura Pepe Yunes, el secretario de gobierno, sería Julen Rementería, pero si fuera lo contrario, Pepe Yunes, estaría al frente de la segunda posición y entonces estaría por definirse la posición de Movimiento Ciudadano, si es que entra en la jugada.
De cualquier manera, un gobierno en estas condiciones, sería suficientemente fuerte y el Estado de Veracruz, alcanzaría una dimensión política sin precedentes que pondría en serios aprietos al gobierno federal, si éste quedara en manos de Morena, o incluso, de la propia coalición política.
Considerado de esta manera, a Veracruz, le iría bastante bien, porque tendría una fuerte posición política a nivel nacional y una importante administración estatal.
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PERO, QUÉ HAY DE AHUED.
SIGUIENDO EL MISMO CAMINO que hemos señalado para la coalición política de la oposición en Veracruz, cualquiera de los precandidatos que hasta ahora se tienen en el panorama político estatal, podrían enfrentarse a la única carta política que tiene Morena, para competir por la gubernatura del Estado. Esa carta, como ya lo hemos comentado en diversas ocasiones, se llama Ricardo Ahued Bardahuill, la opción presidencial que se guarda celosamente, pero que puede saltar en cualquier momento, sobre todo, ante la división que ha evidenciado Morena, respecto de otros de sus favoritos y qué para el mandatario nacional, no fueran capaces de mantener el poder en Veracruz.
No hay que olvidar que la política es de estrategias y si el presidente se deshace de sus caprichos políticos, cuando menos para la entidad veracruzana, entonces estaría pensando en otro personaje, como Ahued, que bien le ha dado resultados y que le convendría apoyar para buscar la gubernatura del Estado.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede. |
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