SI DE VERDAD, Veracruz, es de un profundo interés para la gobernadora del Estado, Norma Rocío Nahle García, al grado de que ha prometido ponerlo de moda en estos seis años de gobierno, no tiene que olvidar que en estos tiempos existen prioridades que atender, como es el caso de la seguridad, la salud y la educación, entre otros temas que también tienen que ser parte del trabajo a desarrollar en este sexenio político.
Ya no se puede, solamente, contemplar estos graves problemas sociales, sino resolverlos cuanto antes, porque forman parte, indiscutible de los proyectos que se han formulado para darle a Veracruz, lo que necesita. Ya no se puede, de la misma manera, manejar las cosas políticamente, sino con cierta preocupación y voluntad de quienes tienen el poder para concretar aspiraciones del pueblo que se gobierna, quien ahora tiene confianza, sí, pero también demanda un poco de sinceridad en las promesas y en los programas que se han anunciado.
Ya Veracruz, ha pasado por todo y eso significa que sabe bien quién le puede resolver sus problemas y quién no, porque la experiencia ya es suficiente como para no dejarse engañar una vez más. Hay que recordar que todos los gobiernos veracruzanos, han quedado a deber mucho a los veracruzanos y es tiempo de que alguien comience a pagarlos, porque en política así es y más cuando la más reciente administración no hizo nada, ni siquiera el intento de cumplir con algunos compromisos, siendo, como se sabe que también es un militante de Morena. Hay que recordar algunos hechos, emanados de dos administraciones, una municipal y otra estatal, dentro de un solo sexenio de gobierno. A Ricardo Ahued Bardahuill, le tocó responder, en cierta forma por el gobierno municipal de Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, recomponiendo algunas cosas que no fueron bien hechas, devolviendo, de esta manera, una buena imagen para Morena, en la capital veracruzana. Ahora podría darse el caso de que la gobernadora Nahle García, tenga que responder, también en cierta forma, por todo el desastre que dejó su antecesor, el innombrable Cuitláhuac García Jiménez, realizando una buena tarea política, aplicando correctamente los recursos que forman parte del erario estatal, así como los beneficios que requiere el Estado y sus propios habitantes.
Son tiempos diferentes, donde las prioridades también han cambiado de posición, según el orden de importancia, para poder atender lo que más se necesite primero y en este caso la seguridad parece colocarse en el primer lugar.
La salud, la educación, el empleo, la alimentación y otras más, son de suma importancia para la administración estatal, sin olvidarse que son las circunstancias que se viven actualmente las que dictan prioridades que atender de inmediato.
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RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS
EN SEGURIDAD PÚBLICA, la policía que vigilaba por las noches en las ciudades más importantes de la entidad veracruzana, actuaba más- se espera que ahora no sea así- en contra de los jóvenes veracruzanos, a quienes, prácticamente, les violaban sus derechos humanos al ser tratados como verdaderos delincuentes y siendo objeto de extorsiones de toda clase en contubernio, incluso, con grupos fuera de la ley, que a los propios delincuentes.
Sus vehículos paraban en el corralón, donde rescatarlos se tenía que pagar una fortuna, además de que muchas de las ocasiones dichos vehículos eran usados por los propios elementos policiacos o por los operadores de las grúas. Era un gran negocio al amparo del pasado gobierno y un verdadero atentado en contra del patrimonio familiar.
Todos los días, desfile de familias por la madrugada, esperaban en las afueras del cuartel de San José, esperando noticias de sus hijos, sin que nadie se compadeciera de ellos. Hoy, con un secretario de gobierno más humano, con un nuevo secretario de seguridad más respetuoso de las personas, las cosas tienen que cambiar radicalmente.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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