De manera involuntaria su cabeza se mueve de derecha a izquierda, mientras uno de sus brazos tiembla. No lo puede controlar y no cesa desde hace 14 años cuando le fue diagnosticado Mal de Parkinson. A él le llegó joven la enfermedad, cuando normalmente empieza después de los 50.
De la población en general, el 0.3 por ciento puede llegar a tener la enfermedad y el 1 por ciento son mayores de 60 años. Aunque han mejorado los tratamientos, se trata de una enfermedad incurable y con un nivel de supervivencia menor.
Originario de la ciudad de Córdoba, Alfredo Bozziere Gallardo cuenta hoy con 40 años de edad y sigue activo como maestro de secundaria y alpinista, dos cosas que ama desde lo profundo de su corazón.
Desde joven ha escalado al menos ocho montañas en el país, pero en los últimos años, ya con Parkinson, ha retado su condición una y otra vez ascendiendo y descendiendo del Pico de Orizaba, la montaña más alta de México.
El Citlaltépetl es muy demandante, dice. “Exige condición física y mucho trabajo mental, trabajo técnico de alpinismo y mucha voluntad”, pero no lo hace solo. Lo acompaña siempre su hermano Carlos y su amigo Agustín. En la última escalada, las 25 horas que normalmente se hacen se convirtieron en 16; fue ahí donde se les ocurrió grabar un video en el que Alfredo muestra los efectos de su mal y da un grito de auxilio:
El profesor de biología, computación y club, así como encargado de la banda musical en la Escuela Secundaria Técnica número 157 de Rinconada, está agotado por el Parkinson. El medicamento que toma le deja más efectos secundarios y solo es un paliativo por tres horas.
Es muy difícil viralizar las buenas noticias, los buenos gestos, las buenas obras y a las buenas personas. En esta ocasión, no fue así. El video donde llega a la cima del Pico de Orizaba con movimientos involuntarios y pide ayuda al Presidente López Obrador alcanzó ya casi las 15 mil reproducciones en Noticiero en Redes en solo dos días. Fue una grata sorpresa porque lo que se viraliza rápidamente son las fakenews, los memes y las “metidas de pata”.
Su historia me llegó por un mensaje de whatsapp. Después pude platicar con el profesor por teléfono. El desenlace de ese video de unos cuantos segundos grabado por su amigo Agustín Galván Castro fue bueno: le llamaron desde el Centro Médico Siglo XXI de la CDMX para preguntarle en qué podían ayudarlo.
Ahora está tramitando su traslado por parte del IMSS a este centro médico, donde ha decidido operarse (para que le coloquen dos electrodos al cerebro, conectados a dos
baterías), a pesar de los riesgos, porque tiene mucho que dar a sus alumnos, pero también a su hijo de ocho años de edad.
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