Hace ya 37 años que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Sin duda hay avances en ese periodo, es cierto, pero falta mucho camino cuando a diario nos enteramos de una agresión, un abuso, un asesinato.
Durante el 2018, el estado de Veracruz ha ocupado el primero, segundo y tercer lugar en la incidencia de probables feminicidios, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Y en general, en todo el país ha habido un incremento de este lastre para nuestra sociedad en los últimos cinco años.
Hasta octubre iban 82 feminicidios en la entidad… Apenas hace una semana en una pequeña localidad, en Mafafas, municipio de Tepetlán, fue encontrado el cuerpo inerte de una pequeñita, una inocente de 9 años que desapareció días atrás afuera de su casa. Inconcebible y sin palabras.
Cada 25 de noviembre, desde 1981, es un día para denunciar y reclamar, pero sobre todo para sensibilizar. No han sido suficientes los foros, encuentros, manifestaciones, pronunciamientos y mesas de análisis, cuando vemos monstruosidades como la de la niña Amiyatzi.
Otros tipos de violencia y discriminación en contra de las mujeres también afectan: en lo laboral persiste el moobing, la brecha salarial y disparidad económica; en lo político seguimos viendo agresiones en contra de las mujeres, pero sobre todo esa discriminación simbólica que es difícil percibir. Si bien, de manera histórica, se tiene en Veracruz un Congreso paritario, aún no se logra que se tome en cuenta a las mujeres para los puestos importantes y con ello poder estar en la toma de decisiones.
“También hay hombres violentados”, es cierto, como expuso la magistrada del Poder Judicial de Veracruz, Gladys de Lourdes Pérez Maldonado en el Foro “Mujeres sin discriminación” organizado por Líderes Veracruzanas. “No solo somos las mujeres, que la mujer milenariamente ha sido violentada a lo largo de la historia y subyugada en su casa, sí”.
En el encuentro se definió como “feminista feliz, mexicana, que no odia a los hombres”, pero que sí ha sufrido algún tipo de violencia en diferentes momentos de su vida. Por eso, se pronunció por ir a la par en la búsqueda por la igualdad de oportunidades y el respeto.
Y lamentó el estigma y connotación negativa que se le ha impuesto socialmente a las “feministas”.
“Una buena feminista y defensora del respeto de los derechos humanos de la mujer y de la igualdad de oportunidades de la mujer, debe reconocer que el varón también ha sido violentado”.
La escritora y periodista española, Rossana Ubanell, consideró que la evolución del hombre “común y corriente” también se puede construir desde la mirada femenina, “para que entienda cuál es su nuevo puesto”.
La autora de varios libros -que han sido bestseller- participó en el mismo encuentro con el tema “Empoderamiento para evitar la violencia contra la mujer”, donde advirtió que las mujeres tienen presiones externas en el ámbito social, familiar y ahora en las redes sociales, e internas, cuando existe baja autoestima e inseguridad. Por eso, recomendó el autoconocimiento, buena toma de decisiones y la preparación académica para alcanzar la independencia económica.
Liliana Mendiola compartió una charla íntima y valiente, desde su experiencia, sobre los focos rojos que toda mujer debe prender cuando sufre algún tipo de violencia con su pareja o en el seno familiar. “Mirar distinto”, como tituló la ponencia, para evitar ser víctimas de agresiones físicas y/o psicológicas, que pudieran derivar en un acontecimiento trágico.
“Aprendí a mirar mejor y ver que ninguna mujer ni hombre deben sufrir violencia”, dijo la activista en contra de la violencia hacia las mujeres.
La violencia simbólica y en las leyes también fue expuesta en el foro por el Magistrado Federal en materia civil, José Manuel de Alba de Alba… Sí un hombre, pero un hombre que maneja con gran acierto el tema “juzgar con perspectiva de género” y que en los hechos (en sus sentencias y votos en lo particular) ha trabajado para eliminar la discriminación hacia las mujeres. “La ley de alguna manera protege al hombre”, reconoció.
La violencia y acoso político también es uno de los grandes pendientes para el fortalecimiento de la democracia en Veracruz y en México, advirtió la académica Carolina Viveros García. Con su experiencia como la primera mujer en presidir un organismo autónomo electoral, señaló que políticas y legisladoras deben hacer valer el principio constitucional pro persona (la más amplía protección de derechos humanos) y el de igualdad.
Para tratar de incidir en la erradicación de la violencia contra la mujer, propiciar la información y el diálogo que contribuya a un entorno seguro, la agrupación Líderes Veracruzanas realizó el foro “Mujeres sin discriminación”… Fue un ciclo de conferencias para hombres también, a ellos debemos sensibilizar y sumar en la lucha para eliminar todo tipo de agresiones.
La violencia contra la mujer no es letra muerta.
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