Por Omar Zúñiga
Luego del cisma reciente al interior del Partido Verde en Veracruz, hubo algunas lecturas equivocadas sobre el origen de la determinación del Consejo Político Nacional del Partido Verde de relevar a Eleaney Sesma de la Secretaría General.
Unos se decantaron de manera inmediata por la paternidad de Marcelo Ruiz en la grilla interna, otros se aventaron a embarrar a Citlali Medellín y los más aviesos se lanzaron a señalar a Javier Herrera Borunda, el cachorro de Fidel que ha dado buena lata y se ha dedicado a construir acuerdos con tirios y troyanos, a pesar de los pesares, es decir con la escuela de su padre.
Todos sin embargo han errado, incluso aquellos que han señalado que “así no son las cosas” y efectivamente, así no son.
Reitero que esta decisión fue tomada por el Consejo Político Nacional desde el 22 de marzo y notificada sin interpósita persona a los dos directamente involucrados: a Eleaney como dirigente relevada y a Marcelo como delegado especial con funciones de secretario general.
Incluso esos mismos que a tono de mofa decían que el mismo Jorge Emilio González había firmado el acta del 22 de marzo, no sólo fue él, sino también Manuel el Güero Velasco, Arturo Escobar y la actual secretaria general del PVEM Nayeli Fernández, entre otros.
La grilla no es interna, esa no.
La decisión de nombrar a Marcelo Ruiz tampoco, el CPN lo nombró en ausencia y sólo fue notificado.
Si las elecciones anteriores que ganó como la de Oaxaca donde también fue delegado especial, Quintana Roo o Chihuahua fueron factor para la decisión de regresarlo a Veracruz, probablemente.
El asunto es que, para los que tenían sueños húmedos de llegar a la dirigencia estatal con la salida de Eleaney se van a quedar con el bate al hombro, pues la decisión del altiplano es que no haya una renovación adelantada, sino que Marcelo Ruiz opere la elección 2024.
En ese sentido, la puerta está abierta para que se sumen los que quieran sumarse y salirse los que quieran llegarle.
Incluida Eleaney, que podría aspirar a una candidatura. Lo que interesa al PVEM es la unidad, esa es la palabra, que debe ser verbo y no sustantivo y por lo que va a trabajar la dirigencia en funciones, con control ya de llaves y cuentas, de cara a un proceso que les hará ver su suerte a todos los partidos y actores políticos.
Un proceso en que todos ellos deberán sacar lo mejor de sí mismos, incluidas sus dotes negociadoras y su capacidad de tragar sapos sin hacer gestos, para eso están ahí.
Por otra parte, los verdes deben entender que Javier Herrera Borunda es un activo muy importante por lo que representa; es un joven conciliador, consciente de que los militantes, pero sobre todo la gente de a pie, son lo que hace importante a una persona y a un político, ¡es su capital!
Él es factor de unidad, de suma y multiplicación, nunca de resta ni de división, los que quieren hacerlo sentir así, son los verdaderos traidores que buscan dividir al tucán, que ciertamente va creciendo.
Así, pues. Dicen los que saben que los verdaderos autores de la campaña en contra de la depuesta secretaria general están en Veracruz y vienen de playas del norte.
No se equivoquen.
¡Qué barbaridad!
De primera.mano2020@gmail.com
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