Por Omar Zúñiga
Nora Isabel Torres Aguilar, quien hasta el lunes fungió como Consejera Presidenta del Consejo Distrital 29, con sede en Coatzacoalcos, fue removida de su cargo por Consejo General del OPLE.
Así, tal cual, en sesión extraordinaria del 29 de abril, fue puesto a consideración y aprobado el Proyecto de Resolución relativo al Procedimiento de Remoción con número de expediente CG/SE/DEAJ/PR/001/2024.
Las causas, sabemos De Primera Mano, fueron por acoso laboral, por hostigamiento, en contra del secretario del Consejo asentado en Puerto México, no fue nada más por una ocurrencia; parafresando al ínclito, no se levantaron ese día y pensaron, “¿y hoy a quién removemos de su cargo?”. No, así no son las cosas.
Pues bien, apenas estaba doña Isabel siendo notificada de la remoción en su contra, cuando ya estaba presentando su renuncia; ya no había a qué renunciar, pues, pero ella renunció.
Primero, para decir, -no me corrieron, renuncié-; y luego, para victimizarse y no hacer frente a posibles acciones legales que pudieran recaer en su contra por el acoso.
El caso es que Torres Aguilar siguió haciendo grande el asunto sin asumir responsabilidades, acudiendo a la prensa sureña, argumentando que ahora el Consejo quedaría acéfalo a unas horas de la elección, y varios etcéteras.
Hasta ahí, las famosísimas patadas de ahogado, pues a fuerza de decir verdad, a nadie le gusta quedarse sin chamba, cuando está por convertirse en protagonista de la historia política de Veracruz; escribirla, pues.
Pero Nora Isabel Torres fue más allá del chisme, y cayó en la calumnia, al acusar a un consejero del OPLE de todas las calamidades en la historia moderna y entre ellas, de ser el artífice de la desgracia que se labró ella misma por ser despóta con sus subalternos, además de responsabilizarlo de su seguridad y lo que pudiera ocurrirle.
Mientras son peras o son manzanas, se queda el antecedente de una infamia y se mancha la trayectoria de un servidor público.
Como me dijeron una ocasión en un partido Boca-River en la Bombonera del barrio de La Boca en Buenos Aires: -ustedes ni por error griten un gol de River, pues mientras se aclara que son turistas y que aquello, los madrazos les van a llover como cascada de Iguazú-.
Así doña Isabel.
Pero además, las cosas tampoco son como ella las pinta, pues en el expediente que se le abrió, se celebraron varias diligencias, entre las cuales se le garantizó su derecho de audiencia. No hay nada chueco, pues.
Por vía de mientras, el OPLE a través del acuerdo OPLEV/CG004/2024, designó como presidenta del Consejo distrital a Ashly Susana Ponce González, sobre quien recaía la suplencia de la Presidencia, y sin más, tomó protesta al cargo ayer mismo, Día del Niño (y la Niña).
Sale.
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Para documentar el optimismo, y como el asunto de los chismes y borlotes están al orden del día y en todos lados se cuecen habas, el CBTIS 13 de Xalapa, no es la excepción.
El lunes pasado, 29 de abril, las señoras Cinthya Guevara y Brenda Filobello, como tesorera y secretaria, respectivamente, del Comité Escolar de Administración Participativa (CEAP) del CBTIS 13 (al que equivocadamente le denominan Asociación de Padres de Familia, pero que la gran diferencia estriba en que los CEAP de tooodos los CBTIS del país, se rigen como asociaciones civiles con normas técnicas específicas de operación), convocaron a una “Asamblea extraordinaria”, que resultó espuria, pues ésta no fue convocada por el presidente Rodolfo Zaragoza (irregularidad 1).
En esta Asamblea, Zaragoza fue “destituido” y de inmediato se conformó una nueva directiva, con las mismas secretaria y tesorera, cuando por normatividad de los CEAP están impedidas para reelegirse (irregularidad 2).
Este breve contexto sirve para explicar que los CEAP son los órganos que manejan los recursos con los que operan los CBTIS, nuestro 13 xalapeño, y todos los que operan a nivel nacional.
Dicho lo anterior, me resulta –por decir lo menos- increíble, que quienes manejan las cuentas bancarias son precisamente los papás a través del CEAP, culpen a los directivos de mal manejo de recursos y ahora, tervigersando la información y buscando extralimitarse en sus funciones (irregularidad 3), dicho CEAP “acordó” que la directora del plantel debe ser destituida, por malos manejos financieros.
Para chingarla de acabar, en aquella asamblea espuria, y como medida de presión, “se acordó” que tomarían las emblemáticas instalaciones del avenida Villahermosa.
En resumen, son varias irregularidades las que existen. Estan documentadas, las conozco De Primera Mano y están en mis manos.
A manera de reflexión, señor@ lector@, dígame usted en qué cabeza cabe, como padre de familia, que se supone deben velar por el bien superior del alumno, ¡que son sus hijos!, interrumpir labores por un chisme de vecindad; y peor aún, justo días antes de que termine el semestre.
¿Imagina usted lo que sienten los muchachos de sexto semestre, que están por terminar su instrucción de educación media superior, para dar el salto a la Universidad y literalmente, definir su futuro?
Con las acciones realizadas por el CEAP, lo único que buscan es un beneficio propio y el futuro de sus hijos, de los alumnos, les vale madre.
Y ya con esta me despido…, la medida de tomar las instalaciones las hicieron el lunes y las acciones, muy convenientemente, las dejan para el jueves, pues se atravesó el Día del Niño y y el feriado por el Día del Trabajo, y pues ¡qué hueva hacer guardia en día de descanso constitucional!
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com
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