Por Omar Zúñiga
¡Que viva la fraternidad universal!, ¡que viva el amor!
No son arengas de algún pastor de la Luz del Mundo o de la brasileña Pare de Sufrir, sino que fueron parte del Grito de Independencia, de los “vivas” que lanzó el presidente Andrés Manuel López Obrador desde el balcón central de Palacio Nacional la noche del viernes 15 de septiembre, donde unos vergonzosos “mueras” hicieron su aparición y tomaron desprevenido al respetable, que a la voz de “muera la corrupción”, respondieron “viiivaaaa”.
Podemos pensar que es parte del folclore de la Noche del Grito, aunque eso no le quite lo absurdo y vergonzoso.
Pues bueno…, resulta que luego del “viva la fraternidad universal”, “que muera la discriminación” y en medio de la ausencia de las representantes de los Poderes de la Unión (Judicial y Legislativo) que fueron discriminadas por su condición de mujeres y no fueron invitadas al Desfile, salieron a escena las representaciones militares de Nicaragua, país gobernado por Daniel Ortega, un dictador con antecedentes revolucionarios, que con la ayuda de la CIA derrocó a su vez al dictador Anastacio Somoza en la década de los 80, este tipo de situaciones en las que la realidad supera la ficción.
Sin embargo, la delegación que ocasionó más de una ceja levantada fue la de la Federación Rusa, que originó incluso una protesta pública por parte de la embajadora de Ucrania en nuestro país, Oksana Dramaretska, quien a través de su cuenta de X/Twitter escribió:
“¡? El Desfile Cívico Militar en CDMX, mancillado por la participación de un regimiento ruso: sus botas y manos de criminales están manchadas de sangre (emoji de bandera ucraniana).”
“Cómo de coherente es, Sr. @lopezobrador_, su política de neutralidad y su condena de la agresión (emoji de bandera rusa) contra mi país?”
Este mensaje es un serio llamado de atención a la política exterior de México, no es posible que a pesar de la terquedad ya senil del presidente, se caigan en estas acciones que también hicieron que en Washington levantaran ambas cejas ante una idiotez de esta naturaleza.
No es cosa menor, abrir un nuevo frente con lo que ellos llaman “next door neighbords” o vecinos de al lado, que además son nuestros principales socios comerciales.
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Y en este contexto, el flamante rector de El Colegio de Veracruz, Mario Raúl Mijares Sánchez, en plena crisis con Ucrania, el 22 de diciembre de 2022, subió a sus redes sociales (las mismas en las que el septuagenario personaje sube selfies mostrando su “atlética figura” y además, y en las que presume una certificación de inglés avanzado expedida por Duolingo) que “(…) el Rector de nuestra casa de estudios, Dr. Mario Raúl Mijares Sánchez, personal administrativo y alumnas representantes de la licenciatura de Relaciones Internacionales, se reunieron con el embajador de la Federación Rusa, Viktor Viktorovich Koronelli, para abordar temas académicos relacionados con la oferta de becas y cursos de idiomas”, reunión que se celebró luego de haberse llevado a cabo en el Colver la “Semana Político Cultural (de) la Federación Rusa en México” que incluyó la conferencia “Rusia hoy. Economía, Política y Relaciones Internacionales”, impartida por Konstantin S. Dorokhin, Ministro Consejero de la Embajada de la Federación Rusa en México; y parafraseando al ínclito, haiga sido como haiga sido, no deja de ser una tremenda torpeza, pues el contexto es el mismo y no hay ninguna necesidad.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com
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