No es que nos hayamos olvidado de ella. La cruzamos cada que vamos a Córdoba o a la zona de Veracruz, con singular alegría y casi cantando. Un amigo me llamó el otro día, asombrado de que había demorado de Córdoba a Orizaba solo 11 minutos, cuando a veces te demorabas dos horas por los atascos. También se acabaron los accidentes, tanto en el Puente de Metlac como en los tramos muy cercanos a la caseta, porque, era lógico, el tráfico allí se amontonaba y luego había alcances con funestas consecuencias de muerte. Todo eso se terminó gracias a la SCIT y al presidente AMLO, a quien no nos cansaremos de agradecer que haya dado la orden final de desaparecerla. Alguna vez, al principio de su sexenio, el presidente venia por carretera de la Cuenca y le pasó lo mismo, lo dejaron atorado como a cualquier hijo de vecino, es decir, el poder presidencial sintió lo que todos los veracruzanos de esta zona, Fortín, Córdoba-Orizaba, sentimos por años bajo la indolencia de los funcionarios. Queda el paso final, derrumbar las casetas y dejar la vía bien libre, porque todavía los tráileres doble caja pasan muy apretados y como ahora no bajan la velocidad, peligra un accidente.
DEL PLATO A LA BOCA
Decían las sabias abuelitas, que ‘del plato a la boca a veces se cae la sopa’, tenían razón. Sucede que el pleito-lio-arreglo entre el presidente AMLO y Germán Larrea, el dueño de Grupo México y tercer mexicano más rico, al parecer tronó. City Banamex ya se deslindó cuando vieron que su banco ya lo quería hasta el gobierno. Optaron por no vendérselo a ninguno de los dos, ni al gobierno federal ni al empresario Larrea. Se le cayó la sopa, por andar renegando y peleando con el presidente una expropiación pequeña, pues de mil y pico de kilómetros que Ferrosur tiene concesionados, solo le iban a expropiar 128 kilómetros, con la ley en la mano, porque el gobierno sí tiene facultades para expropiar, cuando considera que es de utilidad pública. Ahora ese banco, Banamex, que es el más grande del país junto al BBVA, va a la bolsa en un esquema de venta de oferta pública nacional. Ni hablar. El presidente dice que no va a pagar, que solo dará una compensación. Esa sopa se le enfrió a Larrea.
LA GRAN MARIA FELIX
La historia la publicó ‘gran cine de oro mexicano’, sucede que María Félix un día llegó a Cuba y, estando con el presidente Prio Socarrás, recibió una carta de un preso cubano. María se conmovió con el relato, el preso era un hombre encarcelado, porque había matado al violador de su hermana. María le pidió al presidente lo liberara, y el hombre no se pudo negar, y lo liberó. Una injusticia que llegó a manos de la gran María Bonita. El presidente anuló la sentencia de muerte y lo dejó libre y final feliz.
EL ORIGEN DE LA PALABRA CHINGON
La palabra viene de los operadores de ametralladoras villistas durante la revolución mexicana (1910-1920). Algunas de las ametralladoras operadas tenían grabado a un lado “Browning Machine Gun Co”. Estos operadores eran llamados por defecto “Machín-Gon” por los mexicanos. De ahí se derivó la palabra mexicanísima, que actualmente conocemos como “Chingón”.
EL ARBOL TRISTE
Un árbol entristeció, porque comenzarían a cortarlo de tajo. El árbol se quejaba, señalaba que nada había hecho para ser tratado así. Lloraba y sus ramas languidecían. Así lo hicieron, una mañana fue cortado y lloró como nunca. Pero luego, cuando se dio cuenta al tiempo, entristeció aún más, porque vio que fue cortado para hacer una Cruz, donde crucificarían a Nuestro Señor. Madera de la Cruz, es una reliquia del cristianismo que se refiere al madero usado por los romanos para crucificar a Jesús de Nazaret.
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