DE ACUERDO a la opinión pública, los veracruzanos, ya no quieren más confrontaciones, ni tampoco politiquerías, menos los desencuentros y las descalificaciones, porque eso no lleva a nada bueno y es necesario que se comiencen a buscar alternativas que funcionen debidamente para que puedan trabajar con paz y tranquilidad. Los más recientes acontecimientos de la delincuencia en Veracruz, se han sumado al complicado panorama que se advierte en la entidad, resultando para la población en general, un estado de temor por lo que pueda suceder, en cualquier momento, en el lugar menos indicado y con consecuencias terribles como las que se han suscitado.
Todos, de alguna manera, se sienten impotentes al ver que ninguna autoridad pone el remedio y qué en lugar de garantizar la seguridad, se les expone a estos actos que ponen en duda la gobernabilidad en la entidad.
Ya van siendo tiempos para tomar las cosas en serio y que, cuando se está al final de una administración, se deje, cuando menos, la posibilidad de que los gobernados puedan transitar sin problema alguno o bien que se les garantice, como es obligación oficial, un poco de paz y de tranquilidad.
Gobernar un Estado, como Veracruz, no es fácil y menos cuando no se tiene la capacidad y la responsabilidad para actuar. Cuitláhuac García Jiménez, es originario de Veracruz, nacido en la capital del Estado, por lo que debiera existir mayor interés en dejar huella de su gobierno, principalmente, en el área de la seguridad que es un tema pendiente desde hace muchos años. La confianza no se gana echando la culpa a los demás, sino por los resultados que se puedan apreciar dentro del ámbito gubernamental.
Por eso, la opinión pública, como los medios de comunicación, que resultan ser los enlaces del acontecer diario con la sociedad, se encuentra seriamente preocupada por los hechos violentos, pero más por la inactividad de todo un sistema de gobierno que tiene el poder para enfrentar estos problemas. Si no lo hace el gobierno, al cual se le ha responsabilizado de esta tarea, lo tendrá que hacer el pueblo y entonces se generaría una verdadera guerra civil que no conviene a nadie, ni al gobierno, ni a la sociedad.
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CUITLÁHUAC, PERDIÓ LA CONFIANZA DEL PRESIDENTE.
LA CASI INESPERADA visita del secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández, quien ni siquiera le avisó al gobernador de su llegada, es una muestra de que el presidente, ya no le tiene confianza a Cuitláhuac García Jiménez, pues aunque se diga que el funcionario federal, vino a Veracruz, en plan proselitista, la verdad de las cosas, es que su presencia, tuvo que ver, principalmente, con los hechos violentos del domingo por la tarde en las Bajadas, carretera Veracruz-Xalapa, por los que el mandatario nacional, se habría preocupado y enviado directamente a quien tiene que ver, en mucho, con la atención de los mismos, tratando de conocer más de cerca los acontecimientos.
Hay quienes aseguran que sus reuniones fueron para buscar el apoyo de los morenos, en su camino hacia la candidatura para el dos mil veinticuatro, pero la realidad podría ser otra, es decir, atender los problemas suscitados, sin la intervención del propio gobernador, quien, de plano, ni siquiera se preocupó por recibirlo, cuestión que debió ser, en virtud de tratarse de un funcionario federal, para colmo, el número dos de la administración federal.
López Hernández, tratando de minimizar los hechos delincuenciales, aseguró a los medios de comunicación, qué pese a estos hechos, a Veracruz, se le considera un Estado seguro, aunque las evidencias revelan lo contrario.
Y es que Cuitláhuac García Jiménez, ya no le garantiza al presidente, ni un buen gobierno, ni una buena administración, ni tampoco las condiciones necesarias para jugar un buen papel en la próxima sucesión gubernamental.
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EL BLOQUE OPOSITOR, EN SERIOS PROBLEMAS.
A ESTAS ALTURAS, la coalición política de los partidos tradicionales en Veracruz, ya debería estar operando en toda la entidad, con miras, indudablemente, a las futuras elecciones que corresponderán a las sucesiones presidencial y gubernamental.
Independientemente de los resultados que se alcancen en las negociaciones que tendrán lugar este fin de año, cuando más, cada una de las organizaciones políticas ya deberían poner a disposición de la propia coalición, las estructuras de cada una de ellas, para entrelazar las tareas proselitistas que busquen consolidar una buena votación en su favor de los objetivos políticos que tendrán dentro del panorama político de la entidad.
Hasta ahora, hay claras evidencias de que el PRI, está en espera del arranque de estas actividades, pues de los trabajos que se realicen, dependerán, casi totalmente los resultados finales de la futura contienda electoral.
El bloque opositor, estará en serios problemas, sino inicia, cuanto antes, sus operaciones políticas en todo lo ancho y largo de la entidad veracruzana.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no suceda.
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