Para cuando los lectores estén leyendo esto, en la madrugada del lunes, más o menos 4am, serán los funerales de la Reina Isabel. Se van 70 años de reinado y se van 96 años de vida plena, para esa comunidad británica, que tanto la quieren. Algunos critican a la Monarquía, pero cuando uno de ellos, como la reina Isabel, muere, el pueblo se vuelca a rendirle pleitesía y reconocimiento y llorarle algunas lágrimas frente al féretro en Westminster, donde fue exhibido. Debo decir que hace algunos años, un junio de 2018, por plena coincidencia, estando en la Abadía llegó ella a una visita Real. Lo descubrimos porque enseguida los protocolos del convoy se movilizaron, no iba programada esa visita, llegó de improviso, solo avisando a los guardianes de esos majestuosos sitios. Mi nieta Marijo, que estaba allí cerca atrás de las líneas, logró filmarla y muy claro la vimos cuando dentro del auto saludaba. Inglaterra es un país de admirarse. Están llegando los mandones del mundo, entre ellos Papá Biden y su señora, Jill; el killer Vladimir Putin no gozó de invitación real, es un apestado del mundo; por México Marcelo Ebrad tuiteó “Agradezco todas las atenciones que ha tenido el gobierno británico para con nosotros desde el arribo al aeropuerto, traslado, seguridad, selección de hotel, vehículo, chofer y guardia, todo ha sido una muestra de profundo aprecio y respeto a nuestro país”, y firmó el libro de condolencias oficial. Los diarios españoles anunciaron que los dos reyes, distanciados por la grilla palaciega madrileña y por usos del dinero, los dos, Papá e hijo, el Emérito y el Real, estarán allí con sus esposas, no solo para despedir a quien es parienta lejana del rey Emérito, sino a mostrar los respetos de España a ese país con el que han mantenido relaciones extraordinarias, de reinados y monarquías.
EL SUCESO DE MUCHOS AÑOS (FUNERAL REINA)
Será el suceso de muchos años. Igual los mandones de los medios de comunicación allá estarán. Televisa reclutó a su ex estrella, uno que siempre ha tenido la camiseta de esa televisora, Joaquín López Dóriga, quien tuiteó con una foto con su cubrebocas, arriba del avión: “Ya por despegar a Londres. Los espero el lunes a las 04.30 los funerales reales en Foro TV y Canal De las estrellas, con Denise Maerker y Julio Patán”, quien ya se encuentra allí hace días enviando notas. Se extraña por mucho al gran Jacobo Zabludovsky, quien seguro haría la reseña única y señera, a su estilo, pues apenas en TikTok sacaron una entrevista cuando llegó a La Habana y encaró al Che Guevara y a Fidel Castro, cuando tomaron La Habana, Jacobo le preguntó por sus pelos largos, y aquel le respondió: ‘De modo que nosotros estamos haciendo la Revolución de América y a usted solo le interesa cuando nos cortamos el pelo”. Jacobo hizo la nota, esa era una buena pregunta, esos mechudos barbones jamás fueron a la peluquería y creo que ni a bañarse. Se le extraña.
Quienes hemos caminado esa ciudad londinense, entendemos de su grandeza. Un Parlamento donde conviven y pelean los grandes políticos, los laboristas y los moderados, los de todas las tendencias, pero todos con gran respeto a su reina, que ahora será su rey, un tipo de mal carácter y enojón, al que ya le han filtrado dos o tres detalles donde monta en cólera, lo mismo por una pluma que le dieron mal, que por lo que se le ofrezca. Visitar y conocer sus palacios, la Abadía de Westminster, el de Buckingham, subirse a esa rueda de la fortuna, que uno en sus pueblos solo se trepa a las que llegaban cuando las ferias, esta llamada London Eye, al pie del Támesis, la más alta de Europa, con 135 metros de altura, donde divisas toda la ciudad y con 3.5 millones de visitantes al año, que rivaliza con el Teleférico orizabeño, guardando sus debidas proporciones, que no tiene millones de visitas al año, pero le llega muchísima gente, unos 2 mil a 2 mil 500 diarios.
Es un Funeral de Estado que solo se dio cuando falleció Winston Churchill, el gran lobo de la guerra. Londres y su magia verán sepultar a su reina amada, su reina querida, al que un diario londinense tituló: “Buen viaje, mom”, porque la veían y ven como su madre.
Qué descanse por siempre en paz y que esa Monarquía siga brillando, como lo ha hecho por siglos, para conservar ese reino de Gran Bretaña, que ha tenido reyes y reinas desde siempre.
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