La Semana Santa, una época de significado profundo para millones de personas en todo el mundo, marca el culmen del calendario litúrgico cristiano. Desde tiempos inmemoriales, esta celebración ha ejercido una influencia perdurable en la cultura, la moral y la espiritualidad de sociedades enteras. Y es que en el trasfondo de esta festividad se encuentra el corazón del cristianismo: la resurrección de Jesucristo.
El cristianismo, arraigado en la figura de Jesús de Nazaret, ha moldeado el curso de la historia de la humanidad de maneras que van más allá de lo espiritual. Desde la ética y la moral hasta el arte y la política, los principios cristianos han permeado profundamente nuestra civilización. Es un legado que sigue siendo relevante incluso en un mundo cada vez más secularizado.
La Semana Santa, que se inicia con el Domingo de Ramos y culmina con el Domingo de Pascua, conmemora los eventos finales de la vida terrenal de Jesucristo. Desde la entrada triunfal en Jerusalén hasta la crucifixión y posterior resurrección, estos eventos encapsulan la esencia misma del cristianismo: el sacrificio redentor y la promesa de vida eterna.
El Domingo de Pascua, en particular, representa la culminación de esta narrativa. Según las Santas Escrituras, Jesucristo resucitó de entre los muertos al tercer día después de su crucifixión, confirmando así su divinidad y ofreciendo la esperanza de salvación a todos los fieles. Esta creencia fundamental ha sido el faro que ha guiado a millones de personas a lo largo de los siglos, brindándoles consuelo en tiempos de dificultad y motivación para vivir vidas de bondad y rectitud.
Aunque en la actualidad la Semana Santa pueda ser vista por algunos como simplemente una festividad religiosa que les da acceso a un período vacacional, su importancia trasciende las fronteras de la fe. Es un recordatorio anual de los valores fundamentales que han dado forma a nuestra civilización y una oportunidad para la reflexión personal sobre el significado más profundo de la existencia humana.
Además, la Semana Santa también tiene un impacto significativo en la economía global. Por poner un ejemplo, según datos de la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos, el gasto en artículos relacionados con la Pascua, como comida, regalos y decoraciones, supera los $24,000 millones USD cada año. Por lo tanto, esta festividad no sólo es un evento religioso, sino también un motor económico importante en muchas partes del mundo.
Más allá de las cifras y las tradiciones, la Semana Santa ofrece una oportunidad para la renovación espiritual y la contemplación sobre el significado último de la vida. Ya sea a través de ceremonias religiosas, momentos de meditación personal o simplemente la convivencia con seres queridos, esta época nos invita a reflexionar sobre nuestras creencias, nuestros valores y nuestra relación con lo trascendental.
Sin embargo, el día de ayer se dio a conocer un hecho realmente extraño y que llamó poderosamente mi atención y la de miles de personas en las redes sociales.
Específicamente, durante el Viernes Santo, uno de los días sagrados más importantes de la fe cristiana, la administración del presidente estadounidense Joe Biden proclamó que, a partir de este 31 de marzo de 2024, Domingo de Pascua, sería considerado oficialmente como el "Día de la Visibilidad Transexual".
En ese sentido, hay quienes han observado lo anterior como un insulto a la fe cristiana y, como indica el escritor James Lindsay, también podría interpretarse como una “provocación deliberada contra los cristianos”.
Por si usted lo duda, lo puede ir a verificar directamente a la página oficial de comunicados de prensa de la presidencia, misma que muestra el oficio con un Conejo de Pascua junto al logo oficial de la Casa Blanca, lo que indica que son plenamente conscientes de que están haciendo esta proclamación a tener efecto en Domingo de Pascua, descartando que sea una mera coincidencia.
En adición, la oficina de la presidencia también anunció que todos los diseños de temática religiosa estarían prohibidos en el tradicional concurso artístico de huevos de Pascua de la Casa Blanca en el cual miles de niños participan anualmente.
Hay una explicación por la cual el presidente del país más poderoso del mundo, que presuntamente es un “católico confeso", esté dando pie a conmemorar un día más de los 145 días que de por sí ya están considerados en el calendario para proclamar la diversidad sexual, en una fecha tan especial como lo es ésta para el cristianismo: el partido demócrata ya no es lo que era. Con una tendencia histórica al izquierdo-centrismo, en los últimos años, el partido del expresidente John F. Kennedy, ha mutado a convertirse en una cueva de militantes de extrema izquierda; o sea, una especie de Morena gringa.
Completamente radicalizados y enfocados en enaltecer cultos como en este caso es la ideología de género (con especial énfasis en el transexualismo) pretenden imponer una visión en la cual la familia tradicional sea extinta aprovechándose de la confusión que se puede generar en los menores de edad.
Y hay que tener mucho cuidado ya que, en México, gracias a los legisladores progresistas que son mayoría en la Cámara Baja, esta tendencia, que hasta hace un año parecía bastante lejana, está siendo importada con éxito. Acabamos de atestiguar cómo tan sólo la semana pasada se aprobó una reforma al Código Penal Federal adicionando el artículo 465 Bis a la Ley General de Salud para prohibir las famosas Terapias de Conversión.
El fin de esa legislación es castigar a quien realice, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona. En otras palabras, si en una familia un hijo o una hija menor de edad manifiesta disforia de género (sensación de incomodidad o angustia que pueden sentir las personas cuya identidad de género difiere del sexo de nacimiento o de las características físicas relacionadas con el sexo) y llegaran a plantear la posibilidad de cambiar de género a una temprana edad o, lo que es peor, sugerir una operación o tratamientos hormonales que les permitan llevar a cabo una transición, sus padres estarían imposibilitados de impedirlo ya que podrían enfrentar una condena de dos a seis años de prisión y una multa económica de mil a dos mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización. Una absoluta aberración.
En fin, es recomendable tener mucho cuidado con los hijos, ya que, por lo visto, el estado intervencionista ahora desea imponerse hasta en las decisiones íntimas que se toman al interior del hogar y con la familia.
En un mundo cada vez más marcado por la incertidumbre y la agitación, la Semana Santa continúa siendo un faro de esperanza y renovación. En sus simbolismos, encontramos un recordatorio de que, incluso en medio de la oscuridad, la luz siempre prevalecerá. En palabras del poeta T.S. Eliot, "el fin de todas nuestras exploraciones será llegar a donde empezamos y conocer el lugar por primera vez".
Deseo que, en esta Semana Santa, todos hayan podido encontrar renovación, inspiración, descanso y paz en las verdades eternas que esta celebración encarna.
Fuentes:
Comunicado oficial extraído de la oficina de prensa de la Casa Blanca:
https://x.com/AlertaMundoNews/status/1774094426777825656?s=20
Días de conmemoración de la comunidad LGBTQ+ al año:
https://x.com/EmmaRincon/status/1774195883753582898?s=20
Prohibición de la casa blanca a símbolos religiosos:
https://actualidad.rt.com/actualidad/504250-casa-blanca-huevos-pascua-dibujos-religiosos
Comentarios:
X/Twitter: @alecbustos
Mail: alejandrobustosf@gmail.com
|
|