Por: Alejandro Bustos
“El socialismo inevitablemente erosiona la libertad y da lugar a la tiranía”.––Friedrich von Hayek.
Con mucha expectativa fue recibido el presidente de Argentina, Javier Milei, con su participación en el Foro Económico de Davos. El libertario destacó especialmente al pronunciar un discurso enérgico contra las medidas socialistas que cada día se hacen más presentes en organismos internacionales y gobiernos alrededor del mundo. Y es que Milei se reafirmó como el mandatario político del momento al decirles a los líderes mundiales allí reunidos que el capitalismo de libre empresa es la única herramienta para superar la pobreza y el hambre a nivel mundial. Criticó el intervencionismo, la dependencia del Estado y cualquier idea que busque controlar la vida de las personas.
Nada más comenzar su intervención, el presidente argentino dejó atónito a todo el auditorio haciendo una fuerte advertencia acerca del peligro que enfrenta Occidente al estar influenciado por visiones del mundo que conducen al socialismo y, por ende, a la pobreza. Se centró en cuestionar las ideas colectivistas y declaró que todas sus variantes, ya sean progresistas, comunistas, fascistas, nazis, socialistas, entre otras, comparten la creencia de que el Estado debe dirigir la vida de los individuos por lo que los gobiernos que abanderan esas causas no proponen libertad sino más regulación. Milei recordó el pasado de Argentina, destacando que cuando adoptaron el modelo de libertad en 1860, en 35 años se convirtieron en primera potencia mundial. En contraste, argumentó que en los últimos 100 años, al abrazar el colectivismo, y viviendo bajo el yugo del peronismo-kirchnerismo, los ciudadanos argentinos experimentaron un empobrecimiento sistemático, cayendo al puesto 140 a nivel mundial.
El globalismo tiembla
Es muy predecible que algunos medios de comunicación globalistas y los influencers ultraizquierdistas busquen desacreditarlo e incluso tildarlo de alarmista; no obstante, lo que es innegable, es que desde Davos el economista impuso la agenda internacional del día. Las tendencias en redes sociales no han parado de replicar el discurso del presidente autodenominado como libertario al considerar que el mandatario exalta la libertad individual de la persona como principio fundamental de vida. Su ponencia incluso llegó a tener diez veces más reproducciones que la exposición del presidente de Francia, Manuel Macron, y treinta veces más que la del presidente comunista español, Pedro Sánchez.
Es fundamental considerar que varios, si no la mayoría, de los participantes en ese foro son sumamente cuestionables, como el propio presidente fundador, Klaus Martin Schwab. En más de una ocasión, Schwab ha expresado su ferviente deseo de reducir la población y ha manifestado la aspiración de un estado totalitario que controle cada aspecto de la vida de la ciudadanía. Otro asistente recurrente es Alex Soros, presidente de la organización Open Society, fundada por su padre, el magnate George Soros. Ambos han dedicado sus esfuerzos en imponer la Agenda 2030 y la ideología progresista en Occidente. Además, a través de dicha fundación, han financiado candidatos demócratas y fiscales de distrito en Estados Unidos, con el objetivo de ser permisivos con la delincuencia a través del discurso de la Teoría Crítica de la Raza y de victimizar al criminal. El resultado ha sido el aumento significativo de los índices delictivos en las grandes ciudades de Norteamérica en lo que va de este siglo. Las redes sociales funcionan como una hemeroteca para documentar estos eventos.
Por todo lo anterior, es que tampoco sería de extrañar que a los allí presentes les haya costado mucho digerir el discurso del presidente Milei. Él, por su parte, cerró su exposición con una declaración contundente: "Que nadie les diga que su ambición es inmoral. El Estado no es la solución, el Estado es el problema mismo. Ustedes son los verdaderos protagonistas de esta historia, y sepan que a partir de hoy cuentan con Argentina como un aliado incondicional. ¡Viva la libertad, carajo!"
Justo allí radica la importancia de Milei y su creciente movimiento contracultural: Ni un paso atrás en la defensa de la libertad.
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