Fue largo el periodo hegemónico del PRI, pero comenzó a resquebrajarse a partir de la ruptura de 1987, cuando los integrantes de la Corriente Crítica emprendieron el éxodo político para hacerle fuerte oposición electoral en la elección presidencial de 1988, inmediatamente después, en 1989, el PRI perdió el gobierno de Baja California Norte ante el PAN. Como se desmorona una mazorca, sucesivamente el PAN y el PRD derrotaron al PRI en varias entidades federativas, fueron señales claras de que iniciaba la demolición de la fortaleza priista. Sin embargo, el PRI mantenía aun fuerte dominio territorial, circunstancia por la cual pudo regresar a la presidencia de la república en 2012. Hasta allí le alcanzó su resurrección porque en 2018, gracias a la infraestructura democrática alcanzada por este país, Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia de México y justo con su Movimiento comenzó la demolición institucional de los pesos y contrapesos que hacían posible el avance democrático de este país. Así concluyó el imperio priista para dar lugar al encabezado por MORENA y López Obrador en calidad de jerarca máximo con poder transexenal, parecido al poder tras del trono.
Sin embargo, el nuevo imperio, si bien gobierna un extenso territorio, 23 entidades federativas, aun no alcanza plena homogeneidad y pierde estabilidad a causa de luchas internas que lo vulneran y poner en riesgo el reinado de López Obrador. De allí el aviso de Ricardo Monreal, también el llamado a la unidad de Fernández Noreña, ahora que a semejanza de una manzana podrida el caso contra Adán Augusto adquere dimensiones preocupantes y pueden alterar sustantivamente la correlación de fuerzas en el gobierno. Es manifiesta la ecuación: todo movimiento en menoscabo del estatus establecido por López Obrador se traduce a favor de Claudia Sheinbaum, pues le da oportunidad de reemplazar las piezas dañadas por otra de su propia esfera de poder. El relevo en la Unidad de Inteligencia Financiera es constancia plena. Y qué decir, de la ya muy posible salida de Adán Augusto López de la JUCOPO del senado de la república, donde la línea del sustituto nos dará señal sobre si el reino transexenal crujirá por el corte de otras de sus ramas. En el esquema de instauración de un nuevo reino figura la vigencia de un partido político, en este caso MORENA, muy emancipado del gobierno, aunque no de López Obrador, la intensa metralla contra “Andy” para al menos debilitarlo en su posición partidista, da señales de reorientar a MORENA hacia una línea semejante a la del PRI respecto del gobierno. Esta es una hipótesis, su posible confirmación no es de largo plazo. |
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