Apenas el 22 del mes en curso en la Gaceta Oficial se publicaron las tarifas del transporte de pasajeros en su modalidad de taxi para ser aplicadas en seis ciudades medias veracruzanas: Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán, Veracruz, Orizaba y Papantla. Se justificó entonces: para evitar “cobros arbitrarios y mejorar el servicio…”, sin duda un buen propósito; para llegar a esa determinación, supusimos, se había logrado un acuerdo consensuado con los diferentes gremios de taxistas, cual debería ser. Pronto llegó la aclaración porque de inmediato surgieron las protestas y el asombro de taxistas ¡no se les había tomado en cuenta para establecer las referidas tarifas! O sea, fue una acción unilateral del gobierno ¿por qué? El gremio de taxistas es parte importante de la columna vertebral de la movilidad urbana, cada uno de sus integrantes integra una célula familiar, su actividad conlleva inherente una intensa interlocución social, luego entonces requiere de una atención especifica. No se hizp así en este caso.
De allí la movilización de taxistas del lunes en diferentes ciudades, de allí también la requerida negociación entre las partes: gobierno y gremios de taxistas, lo cual llevó a conclusión lógica: empezarán por el principio, habrá mesas de trabajo para escuchar las propuestas correspondientes y por la negociación llegar a acuerdos. De esta experiencia al gobierno queda el entendimiento de la conveniencia de hacer una positiva interlocución con los diversos sectores de la sociedad; aunque en la ciudadanía queda la imagen de quien por las prisas de salir rápido de un problema, puso los bueyes atrás de la carreta y no al frente, cual debe de ser. Pero, ¿qué necesidad? |
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