Por Ángel Lara Platas
Los partidos políticos desempeñan un papel crucial en la democracia. Mejorar su funcionamiento es fundamental para servir mejor a la ciudadanía.
En México, los partidos políticos existentes, principalmente los más antiguos, muestran un evidente desgaste producto de los conflictos internos y el relegamiento de la militancia en las decisiones electorales.
Todos los partidos, incluyendo al que actualmente detenta poder, deben explorar otras formas para darle mejor efectividad a sus programas de acción.
Por ejemplo, los partidos deberían modificar sus sistemas electorales explorando hacia otro tipo de elecciones, como podrían ser las elecciones primarias o internas directas.
Esto permitiría que afiliados y ciudadanos elijan directamente a los candidatos. De esta manera, se fomentaría la participación y se evitaría que las decisiones queden en manos de una élite.
También es necesario que los partidos se reformen para ser más transparentes y democráticos. Esto implicaría rendirle cuentas a la sociedad.
Una ley electoral sólida también es esencial para escoger partidos y candidatos de manera justa.
Algo que no deben perder de vista es que la fortaleza de todo partido político está en los jóvenes. Por ello es necesario entender sus necesidades.
Por su parte, este segmento de la población más que identificarse con un partido debe involucrarse con causas. Es sustancial que ellos entiendan la importancia y el funcionamiento de la política. La experiencia no debería ser un factor limitante para ser representante popular.
Parte de los recursos públicos que reciben los partidos políticos deben destinarlos en la formación política y descentralización territorial y sectorial.
Para entender mejor el papel de los partidos políticos, es necesario analizar las teorías de Maurice Duverger.
El jurista, politólogo y político francés, Doctor Honoris Causa de la UAB en 1988, elaboró una primera teoría general de los partidos políticos orientada hacia las instituciones y el papel que desempeñan en el Estado. Concluye que, si bien la doctrina y la composición social de un partido son importantes, es su organización la que determina su actividad e influencia
En su obra “Introducción a la Política", Duverger plantea una dicotomía fundamental en la política: dos poderes opuestos socialmente, representados por las clases oprimidas y las clases acomodadas. Mientras los primeros ven el poder como dominación, los segundos lo consideran necesario para mantener una sociedad armónica y ordenada. Esta visión dual influye en la forma en que se concibe la política.
Duverger analiza diversos factores que influyen en la lucha política, como son los aspectos biológicos, psicológicos, demográficos, geográficos, socioeconómicos y culturales.
Examina las estrategias, organización y límites de la contienda política.
Define el concepto de integración como el proceso de unificación de una sociedad. Sin embargo, advierte que la desigualdad entre naciones (y sociedades) dificulta la verdadera unificación.
En resumen, Duverger sostiene que la política es ambivalente y compleja, representada por la imagen del dios Jano con sus dos caras. Aunque el panorama político ha evolucionado, estas ideas siguen prevaleciendo en nuestros tiempos.
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