MUCHO se ha dicho que el dirigente moral de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, es un viejo lobo de mar, refiriéndonos, exclusivamente, a la cosa pública. Para nadie es desconocido que el ex gobernador veracruzano, cuenta con una larga trayectoria política y hasta podría considerarse un buen estratega político que sabe lo que quiere y lo que debe hacer para conseguirlo.
De ahí que, basados, principalmente en sus conocimientos políticos, Dante, no quiere sumarse a la coalición de los partidos políticos de oposición, porque, deveras crea que se trata una estrategia sin sentido, o como él dice que se trata de un barco a punto de naufragar, sino lo que él ve en el futuro político de México, la oportunidad de seguir subsistiendo, colgado, de alguna manera del partido político en el poder.
De esta manera, no han faltado quienes afirmen que Dante, le está siguiendo el juego a Morena, principalmente, al presidente Andrés Manuel López Obrador, con la finalidad de seguir siendo un partido que tenga recursos políticos y financieros para mantenerse sin mayor problema en el ámbito político nacional.
Dante, como ya hemos comentado, es un hombre inteligente, aunque no prudente, ni tampoco paciente. Es de los que se han hecho en la batalla dura, con sus consecuencias difíciles, que es un político duro de roer, pero que no ha accedido a incorporarse a la coalición, porque, sencillamente, no es su prioridad detener a Morena, sino seguirle el juego a López Obrador, manteniéndose al margen y ver a los toros desde la barrera.
Tampoco es de pensarse que Dante, está plenamente convencido de que solo con su nombre y con su partido, ganará las elecciones, porque no se trata de un político que padezca ingenuidad, sino al contrario, es un hombre con una enorme capacidad política y plenos conocimientos para ser, incluso, candidato a la presidencia de la república, como en alguna ocasión, aquí mismo lo comentamos, cuando fue secretario de organización política en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Pero, esta vez, no se trata de esto, sino de analizar la razón por la cual no quiere ser parte de una coalición de partidos, que solamente tienen como objetivo, desplazar a Morena, del ámbito político del país, principalmente, echarla fuera del poder. Dante, no ha generado una explicación amplia y honesta sobre su actitud política, por lo que, todo mundo piensa, que cubre, más que nada, sus intereses.
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MONREAL, DESPERDICIO DE CARRERA POLÍTICA
EL EX GOBERNADOR zacatecano, se quedará como el can de las dos tortas. Por un lado, no será candidato a la presidencia de la república, pero tampoco lo será para el gobierno de la ciudad de México. Tal vez, en las negociaciones políticas que pudo haber llevado con el presidente de la república, se le haya ofrecido, precisamente, colocarse, en su momento, como aspirante a gobernar la gran urbe del país, pero todo hace suponer que tampoco se le dará esta oportunidad, debido a que, si bien ante el presidente, ha quedado bien, para los electores de la ciudad de México, no representa un personaje con congruencia política y menos que sea un hombre de confianza.
Salvo que las circunstancias políticas lo ayuden en el futuro, Ricardo Monreal Ávila, se ha quedado sin nada, y menos si Morena, llegara a perder la presidencia de la república, porque entonces, ni siquiera la lealtad política al presidente, le ayudarán para seguir subsistiendo en el ámbito político del país.
Tal vez, pensó que la última estrategia política que le quedaba, era declarar abiertamente, su lealtad al mandatario nacional, quizá, sin darse cuenta, que también, para el presidente, sus días están contados, porque al concluir su periodo constitucional de gobierno, se tendrá que retirar, y aunque no lo sea del todo, porque piense estar detrás de quien sea el nuevo mandatario, si ganara su partido, tarde o temprano, perdería su influencia y poder.
Monreal, había ganado adeptos en todo el país, principalmente, con su actitud política frente al presidente, y sus actos, pero perdió todo con una simple declaración.
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LAS ELECCIONES EN TURNO
HASTA DONDE SE HAN DADO las cosas, se tiene como cierta la victoria electoral de la coalición política, en el Estado de Coahuila. En el Estado de México, las cosas se han estado emparejando y ya no se tiene plena seguridad de que Morena, logre el triunfo electoral. Si no lograra superar definitivamente a la coalición política, entonces se daría una elección sumamente apretada, de fotografía, como suele decirse cuando las cosas están al tú, por tú.
Para el presidente, es de enorme prioridad, ganar el Estado de México, porque significaría la antesala de lo que pudiera suceder en el dos mil veinticuatro, con la sucesión presidencial, pero si pierde, se pondría, de inmediato, en riesgo inminente la propia presidencia de la república, hecho, con el cual, se perdería Morena, y consecuentemente, el poder que emana de palacio nacional.
Por eso, las elecciones en turno, las que tendrán lugar en menos de veinte días, reflejarán, indudablemente, un importante porcentaje de lo que estaría sucediendo, allá, por la misma fecha, el año entrante.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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