RAFAEL MARIN MARIN
El Instituto Nacional para la Celebración del Día del Abogado, A.C. INCDA, en una agrupación de miles de miembros de todo el país, con presencia en todos los estados y sus capitales. La dirige desde hace algunos años con atino y pasión jurídica, el Dr. Jorge Eduardo Pascual López, secundado por el trabajo profesional de también una de sus dirigentes nacionales Lic. Alejandra del Río.
En los últimos años INCDA se ha destacado por otorgar preseas y diplomas nacionales a los profesionales del derecho en diversas ramas que versan en diversos tópicos, cuyos galardonados, representan en el año de premiación las y los abogados más comprometidos con su tarea jurídica.
La última entrega de premios nacionales 2021, se realizó en dos vertientes, el 12 de julio en la ciudad de México bajo estrictas medidas sanitarias por la pandemia solo en presencia de Delegados y, el 15 de julio en Boca del Río, Veracruz, en coordinación con el Colegio de Profesionales y Técnicos COLPROPTVER, quien propuso en México la entrega regional de premios, sin dejar de mencionar que en el primer evento se acordó, gracias a la hospitalidad del Poder Judicial del Estado de Jalisco, sea la Ciudad de Guadalajara, la sede de entrega de Premios Nacionales 2022 el próximo 12 de Julio, donde nos volveremos a reunir todos nuevamente.
Y será además, momento preciso para ratificar la creación del Frente Nacional de Abogados y Abogadas en Defensa de la Constitución, que busca solo seguir dándole sentido al criterio constitucional que de que se gobierna obedeciendo la voluntad popular y que buscamos siempre vivir en una convivencia jurídicamente civilizada, donde el respeto a la Constitución Política de México, al imperio de la Ley y, al Estado de Derecho, son el único y viable camino para fortalecer nuestra incipiente democracia, que otorgue y garantice certeza institucional para todos, en aras de mejores niveles de vida, progreso y justicia social.
México tiene en la democracia, el aliado perfecto para consolidarse como país dentro del concierto de las naciones. Durante muchos años fue el propio gobierno federal quien mantenía el control de las mismas, porque las convocaba, las realizaba y calificaba; hoy contamos con órganos autónomos y tribunales también en la materia, que realizan las elecciones y las califican con total independencia de los tres poderes de la Unión, como lo es el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
La contienda electoral por cargos de elección popular en sus tres niveles de gobierno, se da precisamente a través de elecciones donde son los partidos políticos quienes proponen sus fórmulas y candidatos, porque se les reconoce a éstos personalidad como entidades de interés público. Aunque muchas veces son cuestionadas las elecciones y los candidatos que compiten por los partidos políticos o coaliciones, dado que salen de un partido cuando ya fueron ganadores y compiten por otro para volver a ganar, lo cierto es que los “documentos básicos” de los partidos políticos (declaración de principios, programa de acción y estatutos), en un comparado realmente la visión de país no dista mucho una de otra, porque de algo estamos seguros vivimos en un mundo globalizado donde las ideas quedan desprotegidas ante las reglas del mercado internacional, a no sea, que el partido ganador y sus miembros, asuman realmente visiones de estado humanistas y reales.
Por ello es importante que todos, absolutamente todos, aboguemos siempre por un país de leyes y respeto al Estado de Derecho, que en gran parte hoy se traduce en los preceptos constitucionales que un código vivo como nuestra constitución nos permite no alejarnos de la realidad a la que estamos comprometidos.
Fernando Lasalle en su libro “Que es una constitución”, nos explica claramente que en un supuesto de que hubiera en un país una guerra y se quemaran todas las leyes del mismo, incluidas sus constituciones, las instituciones y dichas normas solo deberían reescribirse para retomar nuevamente las instituciones, porque las constituciones son instituciones vivas por esencia.
Sabemos también que los derechos humanos y las garantías constitucionales no son prerrogativas que otorga el gobernante, sino verdaderos derechos que históricamente le son arrancados a éstos y al sistema político en turno, por tratarse de verdaderas reivindicaciones sociales, como lo fue con Juan sin tierra y la carta magna de 1215. Sieyés con “qué es el tercer estado”, nos dice que el poder constituyente no es otro que la nación haciendo la constitución y no los notables. Salvador Valencia Carmona “Derecho Constitucional Mexicano a fin de siglo”, refiere que, la constitución elemento reconocible e interdependiente del sistema político y social, existe siempre en las sociedades en transformación -como la nuestra- con contrapesos constitucionales claros que de no respetarse lo que ordena la carta magna, se actúa fuera de la norma constitucional ejerciendo facultades metaconstitucionales. Hauriou, reafirma lo dicho por Valencia Carmona, al decir que cuando se alteran los principios esenciales de una constitución, se puede llegar a producir un fraude constitucional; lo que no implica que restablecido ese orden alterado, el lasallismo constitucional ya descrito, voltee sus ojos hacia la violentación física de ese orden y, genere escenarios de estabilidad y rendición de cuentas.
Por ello, los abogados estamos comprometidos a revisar todos los días nuestro orden constitucional para salvaguardar en lo más mínimo su aplicación e inamovilidad, es lo más justo y sabio que podemos hacer en agradecimiento a ese constituyente nuestro que nos dio a través de la Independencia, la reforma y la revolución, una constitución la de 1917,
que aun siendo perfectible, sienta las bases para aspirar a esa convivencia jurídicamente necesaria y sobre todo generadora de progreso y justicia social, lo que seguramente serán tópicos en las posibles mesas de trabajo de la Convención del 11 y 12 de julio en Guadalajara, Jalisco y su declaración. Actuemos. rafaelmarinmarin@hotmail.com |
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