Andrés Manuel López Obrador, no es ningún político inexperto o improvisado. Trae en la sangre el zoom politikón que algunos lo han perdido en el devenir de su participación social y política. Su batalla política la inicia muy joven, contraponiéndose al sistema arcaico y meta constitucional del presidencialismo agotador donde la norma no era respetada o poco existía. El de Macuspana. Tabasco, nacido el 13 de noviembre de 1953, hace 66 años, demuestra en su intento por alcanzar la Presidencia de México que como decía Jesús Reyes Heroles, se puede tener mil años y ser joven.
López Obrador, AMLO, en su intento por alcanzar la Presidencia de la República, seguramente tuvo la visión de cambio de personajes como Lech Wałęsa en Polonia o de Lula en Brasil por poner dos ejemplos. Cada uno de los mencionados en polos opuestos del mundo, tenían de sus países una visión sindicalista regional, diferente a la de AMLO global y humana, que le permitió en sus intentos por ser presidente generar una nueva forma de vislumbrar la política que no es la misma visión de su primer intento por ser presidente que ahora lo tiene al serlo.
Me explico. Buscando la reconciliación nacional de todas las fuerzas del país contra la impunidad y la corrupción, AMLO no busca hurgar en el pasado de las gentes como un respeto a su intimidad, sino en el actuar de sus vidas públicas dejando sea la Fiscalía General de la República, la que en uso de sus atribuciones inicie investigaciones y aperturas de Carpetas con sus respectivos desarrollos judiciales, para hacer de la Presidencia de la República un poder autónomo que no tiene injerencia en otras esferas más en las que la constitución propiamente le impone. Ser un poder ejecutivo simplemente constitucional y no uno con tintes kakistocraticos y limanturescos como en el pasado inmediato y doce años atrás.
A un año del triunfo lopezobradorista, siete meses de gobierno federal que abre los escenarios a nuevas oportunidades para todos sumadas en el esfuerzo y trabajo diario y honesto, los mexicanos le refrendaron su apoyo y confianza el lunes pasado en el zócalo de la Ciudad de México, con una concentración de aproximadamente 90 mil personas, que aunque muchos detractores de sus visión de país no lo ven bien, lo cierto es que dicha concentración habla por sí sola, es decir, ratifica la aceptación que los mexicanos tienen para con él y sus políticas públicas, que no están cerradas al debate y la polémica seria, constructiva.
Existen fantasmas del pasado que recorren los bajos de Palacio Nacional ahora que AMLO vivirá allí. Son los fantasmas de la corrupción que quieren seguir sangrando las finanzas públicas, dineros de todos los mexicanos, esos que por lustros vieron canceladas sus aspiraciones de pillos y corruptos que la Fiscalía General de la República debe investigar hasta sus últimas consecuencias. El estimo personal de gobernar de AMLO parece a muchos no les gusta, y tienen razón, porque el mismo no les augura beneficio ilícito alguno. Pero a un grueso de millones de mexicanos que esperar sus vidas cambie, esas políticas públicas las están conociendo poco a poco. Como lo hemos dicho, si a muchos no les agradan las políticas públicas impuestas, deben debatirlas en los senos plurales como el congreso de la Unión, donde el debate debe llevarse con seriedad de cara a los mexicanos. Quienes sangraron y contaminaron al país al grado de diálisis permanentes llenas de acciones ajustadas a Derecho y nos permitieron o permitirán llevar a cabo cirugías mayores para sanar el territorio nacional, molestos están porque por lo menos varios sexenios estarán fuera del presupuesto y pillerías. Las democracias y las transiciones a la misma son tardadas porque puede ser la recuperación de un país que putrefacto estuvo en varias áreas, sobre todo en materia de seguridad pública, salud, educación, empleo y en Palacio Nacional. Al tiempo. rafaelmarinmarin@hotmail.com
El autor es Presidente del Colegio de Profesionales y Técnicos de Veracruz. COLPROTVER y, Delegado del Instituto Nacional para la Celebración del Día del Abogado. INCDA. |
|