Para Karl Popeer el Debate o debate político debe ser uno entre expertos conocedores de diversos temas todos polemizados, de ideas claras y con visión de estadistas, que generan respuestas a problemas planteados o existentes y a la vez más preguntas de problemas nuevas por resolver. No hay más ciego que el que no quiere ver y, los debates entre los candidatos a la Presidencia de la Republica, al igual que muchos a los Gobiernos de los Estados en México, no son siquiera una parte del conceptualismo Popeeriano.
Los mexicanos estamos acostumbrados a “ver sangre” entre los políticos o quienes se dicen políticos mucho de ellos advenedizos, es decir a ver como se desgarran las vestiduras defendiendo una idea que muchas veces no hilan y en otros casos medio conocen. No dan respuestas claras a problemas claros y vigentes y simplemente se dedican a utilizar el recurso público y el tiempo que los mexicanos pagamos con nuestros impuestos para dedicarse a atacarse mutuamente de actos de corrupción, sacando pancartas como apoyo en las cuales no señalan las fuentes ni nadie puede leer los números o las cifras pequeñas, con modelos de debates importados o medio armados que no son la solución a nuestros problemas.
Una nueva versión de debate en México que nos nubla la vista y nos hace vernos como democráticos sin serlo, es el hecho de que ahora son periodistas los que conducen los debates que el gremio no eligió sino un INE acotado por verdaderos grupos de poder y de los partidos políticos que tampoco ni son partidos. ni son políticos ni entidades de interés público como lo ordena el 41 constitucional. Afuera de los lugares donde se realizan estos ‘debates” llegan las dirigencias con cientos o miles de acarreados de todos los partidos para aplaudir cual Cesar las ocurrencias muchas veces de sus candidatos, en otros casos, simulan verlos en los propios auditorios de los partidos o en lugares públicos, con los colores de sus partidos, aplaudiendo también las muchas veces ignorancias de quienes hablan y que desconocen los temas torales que debemos resolver como país. Me equivoco?
Usted lector como yo estamos cansados de escuchar las mismas cantaletas de siempre de que “yo si resolveré todo” cuando sabemos que no es así, y prácticamente esperamos el día de la elección para ver o toparnos con la triste realidad de que los mismos partidos se acusan entre sí de operaciones contrarias a la ley para asegurar votos, que hasta los mismos partidos lo dicen, se acusan desde la entrega de apoyos diversos días antes de la elección, acarreo mediante vehículos a las casillas y hasta la compra de votos, lo que no nos hace ni visionarios, ni estadistas, ni políticos, ni debatistas, ni democráticos.
Nuetra democracia incipiente requiere por tanto de un planteamiento diferente de atención al que tenemos actualmente, y ello se debe a que los mexicanos no hemos asumido nuestra realidad histórica y política, empoderándonos de conocimiento científico, cultural, político, legal para buscar conjuntamente con nuestra instituciones soluciones a nuestras problemáticas sociales que vaya que son muchas entre ellas, la pobreza que abate a más del 60 por ciento del país, la inseguridad pública rampante, la corrupción generalizada en muchas instituciones públicas, la impunidad que se genera cuando la autoridad abdica de una responsabilidad constitucional y por qué no decirlo la posible balcanización del país. Las elecciones de hoy están preparadas para llevar a un hombre a la presidencia de la república y en los estados a gobernadores, pero no estadistas cien por ciento que es lo que nos hace falta. No basta ser presidente de la república o gobernador, hay que actuar en consecuencia como tal para ganarse el respeto de un pueblo, que reclama a gritos, seguridad pública, empleo, justicia social y desarrollo social entre otros, con respeto irrestricto imperio del Estado de Derecho. Así las cosas. rafaelmarinmarin@hotmail.com
*Presidente del Colegio de Profesionales y Técnicos de Veracruz, COLPROTVER y, Presidente de México Crítico APN. |
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