En 2000 en la Cumbre del Milenio, Naciones Unidas instauró con los países miembros los Compromisos del Milenio con vigencia de cumplimiento al 2015, destacando en dicha agenda los de erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, fomentar una alianza mundial para el desarrollo, reducir la mortalidad de los menores de cinco años, combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades, mejorar la salud materna y, promover la igualdad de sexos y el empoderamiento de la mujer, que por supuesto el mundo no alcanzo y mucho menos México.
El mismo ente internacional dio por terminada esta etapa hasta 2015 como si se hubiera logrado y no dejarla como una agenda por cumplir en su totalidad e instituyó para lograr en 15 años, una nueva Agenda llamada Objetivos del desarrollo sostenible, que contiene 17 tópicos, que resultan cuestionables cumplir si no lo hicimos con los anteriores. Algo anda mal en ONU. Esta agenda retoma algunos de los anteriores, pero en ninguno como tal, toca el tema de la violencia de todo tipo que sufre la Mujer en el mundo y por supuesto nuestro machista México que las estadísticas no lo desmienten. Qué triste. Lo más cercano para evitar la violencia contra la mujer de todo tipo, pudiera ser el tópico de la igualdad jurídica de los sexos, que el mundo violento, perverso, psicópata que vive en las cabezas de miles de hombres en el mundo y la república, ni siquiera les hace cosquillas.
Diversas instancias han adoptado un violentometro para medir los tipos de violencia “que sufre la mujer por ser mujer”, que en escala del 1 al 30, la mide como la que inicia con bromas hirientes, chantajeo, mentiras, ley del hielo, celos y culpabilizarla de todo, pasando por humillarla, manosearla, cachetearla, patearla, golpearla, hasta violentarla sexualmente, amenazarla de muerte y finalmente cumplirlo, cuyo último grado n o es otra cosa que feminicidio, determinado por ONU –que no incluyo este tema en ninguna de las agendas- como el simple hecho de matar a una mujer por el simple hecho de ser mujer. Es decir ni ONU considera este problema como una agenda temática a pesar de las estadísticas mundiales de violencia y feminicidos perpetrados contra este sector social, al que sus perpetradores -hombres por excelencia- la justicia no los ha alcanzado viviendo en la impunidad que muchas veces la burocracia les prodiga.
La Comisión Nacional de Derechos humanos, en su informe Alerta de Violencia de Genero contra Mujeres 2017, consultado en http://www.cndh.org.mx/Informes_Especiales determina que la violencia contra las mujeres se da por igual en la esfera pública y privada; cuyo tipo es patrimonial, económica, sexual, psicológica y física; en su modalidad familiar, comunitaria, docente, laboral, institucional y feminicida, determinando que esta última es una modalidad específica que puede implicar una combinación de los diferentes tipos de violencia mencionados, y que puede darse en distintos modos de interacción, pero que se menciona específicamente porque puede concluir con el asesinato de mujeres por razones de género, y puede presentarse tanto en la esfera privada (en la familia) como en la comunidad. Y donde por cierto 6 instrumentos internacionales a favor de las mujeres no han podido detener este terrible flagelo.
Pronunciamientos, estudios e informes especiales ...
www.cndh.org.mx
Año Tipo Título Documento; Año Tipo Título Ver; 2018: Estudio: Estudio sobre la Igualdad entre Mujeres y Hombres en Materia de Puestos y salarios en la ...
Este mismo documento oficial señala que, el INEGI en sus estadísticas de mortalidad, registró a 2735 defunciones de mujeres por homicidio en 2016, es decir 7 mujeres muertas cada día. El mismo señala que, en México casi 7 de cada 10 mujeres, han sufrido violencia, la mayoría del tipo emocional y sexual, en donde debe ir implícito el homicidio y feminicido por lógica elemental y de acuerdo al violentometro.
Lamentablemente la violencia contra la mujer no para, pareciera que está en los genes del ser humano hacerles daño, especial la que proviene del sexo opuesto. Y ello habla de que si seguimos viendo el problema como uno de menor atención no hay solución o un hasta aquí al mismo. La mujeres desde niñas pueden sufrir cualquier tipo de violencia y ello es preocupante en un mundo pareciera cada vez más complicado, por lo que debe buscarse nuevos paradigmas para erradicar este mal que las afecta en todos los órdenes.
Hablar de estadísticas de mujeres que sufren violencia y muerte son del todo conocidas. No es la intención de esta entrega hacerlo hoy, sino simplemente dejar en la mente del lector que, que más que festejar un 8 de marzo como día internacional de la mujer, está en nosotros mismos, hombres y mujeres trabajar de la mano juntos para erradicar la violencia de todo tipo en la mujer, que son finalmente, madres, esposas, hijas, abuelas, “mujeres en si” pero sobre todo, seres humanos que merecen su respeto irrestricto a sus derechos universales.
Urge que sociedad y gobierno encaremos el problema con mayor seriedad y no con toques de bola que sigue siendo paliativos a un cáncer que sigue carcomiendo la vida del país y obvio en el mundo. Donde el trato cruel a las mujeres sigue siendo una constante. Creo que mientras no empoderemos a las mujeres de su propio papel histórico, las cosas irán lentas, depende más de las familias con mujeres hacerlo que de otras instancias. El empoderamiento femenino y/o de género, en un mundo y país machista aun, es la principal arma para enfrentar el problema en búsqueda de soluciones, la planeación estratégica la otra parte. Actuemos. rafaelmarinmarin@hotmail.com
El autor es Presidente del Colegio de Profesionales y Técnicos de Veracruz. COLPROTVER. |
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