RAFAEL MARÍN MARÍN
Cuando estudiaba la secundaria aquí en Xalapa, Veracruz, algunos ayeres, el primer contacto que tuve con una Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, fue al verla en el cuarto de la casa grande (la de mis padres) que hasta la fecha sigue siendo eso, un cuarto de lectura en remodelación. Fue aquel ejemplar que aún conservo del tamaño de una mano adulta, con pasta delgada imágenes del águila del escudo nacional, campesinos, constituyentes, obreros y Venustiano Carranza.
Era el periodo de vacaciones de verano del segundo año, cuando decidí leerla toda y aprenderme de memoria los artículos, logrando lo primero y en porcentaje mínimo lo segundo, aunque el 1º y 16º se me quedaron grabados. No entendí que mi vocación sería inclinada hacia las leyes, la abogacía.
El periodo universitario no fue fácil porque confluían el trabajo y el estudio como muchos, pero al final se lograron las metas, además de terminar la Normal rural. Mi juventud fue acompañada de triunfos y fracasos, liderazgos y abandonos, lealtades y traiciones; traiciones y deslealtades que nos hicieron más fuertes como a cualquiera que lo haya experimentado.
Grandes maestras y maestros del derecho tuve, tanto en la Normal como en la Universidad y la vida, algunos ya fallecidos y otros siguiendo demostrando entereza y sabiduría, humildad y experiencia profesional, como mi mentor Dr. Salvador Valencia Carmona, quien sigue siendo un excepcional veracruzano y constitucionalista de talla internacional. De todos ellos abreviamos conocimiento pero sobre todo, sensatez.
Las y los abogados, y quienes estudian hoy la carrera de Derecho, saben perfectamente que el camino es arduo pero las recompensas llegan solas en diferentes formas y todos los sentidos. Se ejerce derecho en la administración pública y privada, la academia, la administración y, procuración de justicia y la postulantica entre otros. Pero en cada manifestación diaria del abogado, existe siempre la idea de justicia, respeto a la ley y sobre todo el Estado de Derecho.
Los abogados sabemos cuándo una ley es constitucional y cuándo no, cuándo se imparte justicia y cuándo se disfraza como impartida, cuándo se aplica la ley de manera imparcial y cuándo se utiliza a conveniencia propia. Cuándo existe división de poderes y cuándo no, cuándo los derechos humanos son violados y cuándo el
Estado abdica de su responsabilidad constitucional de respetar y hacer respetar la constitución y las leyes que de ella emanen, mirando siempre por el bienestar del pueblo. En pocas palabras cuando un país marca su vida y destino respetando la constitución, el imperio de la ley e irrestricto respeto al Estado de Derecho y, salvaguardando las libertades y garantías individuales de sus gobernados.
Aplicamos prácticamente en cada acto de nuestras vidas, un precepto d Derecho, como si así quisiéramos fuera en todos los ciudadanos. Sabemos que muchas veces intereses personales, de grupo u otros, tuercen la ley y procesos legales para beneficio propio, tapando sus hoyos de injusticia, impunidad y corrupción, mediante estrategias legaloides y procesos viciados de origen, culpando inocentes para regocijarse en sus festines de oprobio, al lado de compinches, secuaces, aduladores y en todo caso aspirantes al hacha del protector.
Las y los abogados sabemos que, en un sistema político, no basta una elección democrática que solo parezca legal sino legítima, y las democracias se consolidan en el derecho comparado, mediante la actuación constreñida del Estado al marco constitucional que lo rige, con respeto a las garantías y derechos civiles, en aras de garantizar una convivencia jurídicamente civilizada.
Un primer derecho humano que cualquier Estado debe garantizar es el de la vida, porque sin ésta, no hay más libertades y derechos constitucionales. En el derecho comparado se han establecido para su comprensión derechos de primera, segunda y tercera generación, que en México los tenemos claramente establecidos, pero vulnerados en muchas situaciones, ante inconsistencias administrativas o muchas veces decisiones políticas de turno trienal o sexenal, bajo criterios obtusos y no de estadistas.
México tiene una gran tradición en materia de derechos humanos y defensa por la legalidad, su constitución e imperio de la ley. Antes de la aparición por ejemplo del ombudsman escandinavo, existía en México la Procuraduría de los Pobres de Ponciano Arriaga, ello habla de nuestro deseo de luchar por tener convivencias jurídicamente civilizadas y éstas las otorga el principio de la democracia que, se gobierna obedeciendo.
A ello estamos llamados las y los abogados de Veracruz y México, a defender desde cada una de nuestras trincheras el respeto a la constitución por los tres poderes de la unión y, los tres niveles de gobierno. Porque el Estado no abdique de su responsabilidad constitucional y el ejercicio del poder no sea metaconstitucional.
Hoy y siempre los juristas estamos llamados a ser un ejército de defensores de la legalidad, la constitución, los derechos humanos y el Estado de Derecho. A regresar al pueblo mucho de lo que nos ha dado, a hablarles a nuestros clientes con verdad y otorgarles justicia en la medida que la norma lo establece, sin excesos, sin deficiencias.
Este mes que se va, julio fue en todo el país días a la sana distancia de eventos y festejos por motivo del 12 de julio, día del abogado, felicidades a todas y todos los abogados de México y, a quienes han decidido seguir esta excepcional carrera. De estos eventos formidables dio cuenta el país, el 12 de julio en la ciudad de México en evento nacional y luego regionales, gracias a los esfuerzos de la dirigencia de la Institución Nacional para la Celebración del Día del Abogado, INCDA, con 8 mil afiliados, que dirigen entre otros Jorge Eduardo Pascual Lopez y, Alejandra Del Río, formidables profesionales, seres humanos y comprometidos con la causa. Institución nacional dedicada a la premiación cada año de las y los mejores juristas por estado en diversas categorías, evento que en Veracruz se realizó el 15 de Julio pasado de manera inolvidable y cuya sede nacional si se puede será el año que viene Jalisco.
A ser dentro y fuera de la administración publica, eso, administradores diarios de legalidad, seguridad y certeza jurídica, justicia y agradecer a la vida y a dios que decidimos ser y morir hombres y mujeres, como lo que somos, abogadas y abogados. Actuemos. rafaelmarinmarin@hotmail.com |
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