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Raúl Domínguez

2019-07-15 / 19:36:50

Lalo Ríos: Pendejadas que dice uno en campaña

En su periodo de proselitismo deambulaba por el distrito de Cosoleacaque y con todos “amarraba” el compromiso de ser no solo la voz del pueblo ante el Congreso de la Unión, sino también frente a otras instancias del poder público, que incumplieran con la máxima de Morena de “no mentir, no robar, no traicionar, se haría presente aun tratándose del propio Gobernador. Puras habas.

Luciendo sombrero de ala ancha (como si fuera ganadero aunque su actividad se centra en su granja de mojarras) y poseedor de una verborrea típica del viejo PRI, justamente del cual se sirvió para arribar a la alcaldía de Hueyapan de Ocampo, Eulalio Ríos Fararoni ha resultado un fiasco, al menos eso han comprobado dirigentes agrarios, ejidales, líderes sindicales y empresarios.

Sobre el particular he cuestionado a los alcaldes de distrito y coincidentemente me cambian de tema ¿Será porque también les ha fallado?

Me comenta uno de los líderes ejidales de Pajapan, que el pasado 10 de julio, en los momentos en que los policías de civil asignados al Palacio de Gobierno amenazaban con propinarles una “macaniza”, se tomó el atrevimiento de marcar –con U de urgencia- al teléfono móvil del legislador, pues cuando fue en busca del voto a su comunidad fue muy claro: Cuando tengan algún problema, sobre todo con la policía, háblenme chingao, que para eso son los amigos”.

“Fue así que al sentir que nos iban a madrear, pues le marqué a nuestro diputado ¿Y sabe cuándo me tomó la llamada? Nunca. Con este tipo de amigos, para qué queremos enemigos”.

Lo secunda otro de los líderes campesinos: Fuimos a la Ciudad de México a tramitar documentos a la Procuraduría Agraria, se nos atascó la marrana y también le marcamos, nos dijo que estaba en Veracruz y que despuesito nos marcaba, hasta el sol de hoy seguimos esperando la llamada”.

¿Qué cuál es la productividad legislativa del diputado federal por el distrito de Cosoleacaque? Del tema ni hablar, porque pareciera que dedica más tiempo a la chorcha política, convirtiéndose en la sombra de algún funcionario estatal, que a cumplir para lo que los ciudadanos lo eligieron.

¿Si ha subido a Tribuna? Claro que sí, dos o tres ocasiones ¿Sus resultados? Solo él los conoce, porque es tanta su aversión hacia los medios de comunicación, que ha optado por utilizar redes sociales, con tan mal asesoramiento que su gestión se encuentra en el limbo.

El caso de Ríos Fararoni, es una prueba más del estúpido error que millones de mexicanos cometieron al haber hecho caso al cinco de cinco o seis de seis de Andrés Manuel López Obrador.

Un día de marzo de 2009 me encontré en los pasillos del Palacio Legislativo a uno de sus ex panegiristas. Lo cuestioné acerca de su alejamiento del entonces alcalde Eulalio Ríos. Me lo contó así:

“Cuando batallamos para que ganara la presidencia municipal nos decía que él jamás toleraba la ingratitud, ni la deslealtad y que cuando él fuera el alcalde los primeros a los que ayudaría sería a sus amigos. Juntos vamos a gobernar y nos va a ir muy bien. Eso decía semanas antes de la elección”.

Cuenta que pasaron las semanas y los meses y se encontraron en un evento político. El reclamo de ese amigo defraudado fue directo. Le recordó sus palabras y el entonces munícipe de Hueyapan escuchaba con atención el reproche.

“Le dije que era un pésimo amigo, porque el aseguraba que estaríamos muy bien y que juntos íbamos a gobernar”.

Rememora que (Lalo) Ríos, frunció el ceño y lacónico le respondió: Tienes razón, pero como decía mi padre, en campaña dice uno muchas pendejadas.

Tras esa respuesta que no era otra que el colmo del descaro, este amigo se dio media vuelta jurando no volver a las lides políticas.

Ese es el nivel de Eulalio Ríos Fararoni...”Un politicazo”.