¿Cuántos gobernadores nefastos hemos tenido que padecer, quienes en mala hora han sido electos y a los dos años la ciudadanía ya no los soporta y desea con todo su corazón que se infarten o los parta un rayo en mil pedazos sin la posibilidad que se reconstruyan?
¿Cuántos alcaldes, síndicos o regidores se vuelven una ladilla en las entrepiernas de los ciudadanos y comienzan a hacer de mulas Pedro con los recursos públicos, ganándose en tiempo record el repudio popular?
¿O cuántos legisladores, utilizando el fuero o abusando de la confianza del gobernante en turno, trafican con influencias para enriquecerse a lo desgraciado, por ejemplo, los que en mala hora logran presidencias de comisión, como la de vigilancia, hacienda del estado, municipal o justicia?
¿Cuántos gobernadores, diputados o alcaldes se han comportado peor que malandrines de baja estofa, confiados en su pinche fuero, pensando erróneamente que su poder es infinito?
Ha sido cientos o quizás miles los nefastos representantes populares, que no solo se han burlado de los ciudadanos, sino que, con premeditación, alevosía y ventaja se han pasado por los tenates las mismas leyes que ellos han aprobado, haciendo siempre la voluntad en los bueyes de mi compadre.
Por eso, cuando ayer observamos de pie, frente a la máxima tribuna del Congreso del Estado al coordinador de la fracción legislativa del Movimiento de Regeneración Nacional, diputado Amado Jesús Cruz Malpica, presentando una iniciativa de reforma a los artículos 15 y 16 de la Constitución Política del Estado, relacionados con la <>, inmediatamente elevé la mirada hacia el cielo y dije para mis adentros: ¡Gloria a ti Señor! no todo está perdido en este valle de lágrimas llamado Veracruz.
Fino y caro lector ¿Te imaginas si en un acto de sensatez y de justicia los 50 legisladores locales aprobasen semejante ley, que permita a los ciudadanos despedir sin más, a su empleado el gobernador, diputado, alcalde, síndico o regidor, cuando no esté redituando, se esté pasando de lanza o incumpliendo con sus compromisos de campaña o más aún, cuando en flagrancia se le sorprenda violentando las leyes o rapiñando el presupuesto? Esto sería genial.
El primer paso ha sido dado y fue a través de un versado en leyes, de pensamiento progresista, liberal y con experiencia legislativa, quien planteó la inclusión de LA REVOCACIÓN DE MANDATO en la Constitución política del Estado de Veracruz, proyecto de ley que tendrá que ser revisado, analizado y debatido en comisiones y de ser necesario –que sin duda lo es- aprobado por las tres cuartas partes o más de los 50 diputados locales.
En su exposición de motivos, el legislador coatzacoalquense, que busca la reelección, sostuvo que “la revocación de mandato, aun cuando debe ser un mecanismo de difícil activación, debe también ser la vía para que la ciudadanía pueda actuar en caso de considerarlo necesario, ante situaciones que le parezcan indebidas dentro del ejercicio de las funciones del servidor público”.
¿En qué consiste este mecanismo legal?
“La Revocación de Mandato permite un estado de control continuo, en el que la ciudadanía no tenga que esperar hasta la siguiente elección para despedir a un servidor público incompetente, deshonesto, irresponsable, o que no responde a la ciudadanía”, ilustra el ex diputado federal y líder de Morena en el Congreso Local.
En el amplio legajo leemos que “para que iniciativa popular sea procedente deberá contar con las firmas y copias de credencial de elector, de al menos uno punto tres por ciento de las personas inscritas en la lista nominal que comprende el Estado de Veracruz”.
Añade por ejemplo que “para confrontar la validación de este requisito, las personas que suscriban la iniciativa deberán estar inscritas en el Registro Federal de Electores del Instituto Nacional Electoral”.
¿Qué porcentaje de ciudadanos con credencial del INE, será suficiente para mandar al averno a un gobernador, legislador o alcalde que se pese de tueste?
“Los ciudadanos tienen derecho a solicitar la revocación del mandato de representantes de elección popular, cuando así lo demande al menos el veinte por ciento de las personas inscritas en la lista nominal del ámbito territorial respectivo”.
Así que si en Veracruz existe un registro en números redondos, de cinco millones de electores, solo será suficiente un millón de firmas para mandar a vacacionar al gobernador en turno y sin boleto de regreso.
Hace ver Cruz Malpica en su iniciativa que “la consulta para la revocación del mandato sólo procederá una vez, y se podrá solicitar cuando haya transcurrido al menos la mitad de la duración del cargo de representación popular de que se trate”.
Cuidadoso de su proyecto, de modo que éste no contenga vacíos o que después alguien trepado en el poder lo utilice como instrumento de venganza, consideró que en el caso de la revocación de mandato, sus resultados serán obligatorios, siempre que participen al menos <>.
En tribuna, Amado Cruz detalló que de aprobarse esta reforma, el Congreso del Estado de Veracruz deberá hacer las adecuaciones necesarias a la Ley número 76 de Referendo, Plebiscito e Iniciativa Popular para establecer los términos bajo los cuales se deberá llevar a cabo la revocación del mandato y la iniciativa popular
Consultados sobre el particular representantes de barras, colegios y asociaciones de abogados coincidieron totalmente con la iniciativa del diputado Cruz Malpica, patentizándole un amplio reconocimiento.
En el mismo tenor, líderes empresariales como el representante de la Coparmex en el sur, Gabriel Rivera Cerdán y el dirigente de la CMIC, Jaime Morales Silva, consideraron que un proyecto de ley como éste, evitará el abuso de poder y obligará a el cabal cumplimento de todos los ordenamientos legales.
En pocas palabras, como se dice en la jerga clerical, la revocación de mandato no solo es justa sino necesaria, sobre todo en este Veracruz, en donde gobernantes sin escrúpulos, pasándose la ley por salva sea la parte, han abusado a más no poder de la confianza ciudadana.
Quizás, en lo que resta de la actual legislatura, esta iniciativa no sea aprobada, sobre todo porqué quien la presentó no es santo de la devoción del Gobernador Miguel Ángel Yunes, pero ¿Qué pasaría si el primero de julio la próxima legislatura se morenizara?
Por lo pronto la sociedad veracruzana ha dado la bienvenida a la Ley “Cruz-Malpica”. |
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