Parece mentira, pero se esperaba este escenario. Los dolidos arremeten. Para ellos no ha acabado lo electoral y seguirán atacando como si estuviésemos en campaña. La idea es desgastar cualquier proyecto, así tengan que aliarse con delincuentes.
Apenas van ocho meses del gobierno de Veracruz encabezado por Rocío Nahle, y el intenso golpeteo es evidente. Buscan crear el mismo escenario de 2024, creando una narrativa distinta a la realidad, una ilusión que ellos mismos se creyeron.
Pero en esos ochos meses, la proveniente de Coatzacoalcos, sureña de corazón, ha mostrado hacerle frente a los escenarios adversos.
¿Y cómo se mata la grilla? Con trabajo. Simple y sencillo, teniendo al orden como principio rector de la administración: en las finanzas, en la obra pública, en el ejercicio del poder.
“Con orden, disciplina y trabajo se avanza”, ha dicho varias veces la gobernadora.
En menos de un año, Rocío Nahle ha hecho avances muy importantes más allá del ruido mediático de sus críticos y opositores: eliminó casetas, retenes y grúas (una de las herramientas favoritas de la corrupción); cesó a policías y agentes de tránsito corruptos; implementó vigilancia 24 horas en las carreteras; incrementó la promoción turística; impulsó el reordenamiento del transporte; ha pavimentado caminos; puso en marcha programas de apoyo al emprendimiento y ha llevado medicamentos a las comunidades más alejadas con el programa “Camionetitas de la Salud”, que fue incluso replicado en el gobierno federal.
En estos primeros ocho meses también se han reactivado tramos carreteros olvidados por décadas, desde Huayacocotla hasta Las Choapas.
Los compromisos de campaña se están cumpliendo, y la prueba está en la reciente gira cuando estuvo en varias partes del sur dando arranque a obras de caminos y carreteras; días antes, anduvo por el norte haciendo lo mismo, una región muy olvidada.
Rocío Nahle es la primera gobernadora de Veracruz que llega a trabajar; ella ha sido clara en el sentido que no “no viene a patear el bote”, algo que muchos quisieran para darle vuelo a la imaginación de sus ataques.
La mandataria no vino a hacerse guaje para posponer o evitar decisiones o acciones, especialmente cuando se trata de resolver un problema o asumir una responsabilidad, algo que muchos mandatarios evitaron hacer. Ahí está el problema, por ejemplo, de las tarifas de taxi, que durante 20 años se dejó operar sin control.
Por eso Nahle enfatiza: hay que poner orden. Resolver y construir, haciendo caso omiso a la estridencia de quienes critican sin proponer.
Porque sí: es evidente que personajes oscuros se han sumado a la campaña mediática para golpear a la primera mujer gobernadora de Veracruz, que ya ha demostrado que las mediciones a modo no le afectan.
Mire, no nos hagamos tontos: Veracruz enfrenta retos, como todos los estados del país. Hay mucho qué hacer en un estado tan grande, tan extenso, tan complejo.
Y mientras en el pasado dejaron que se instalara el crimen organizado por casi 30 años, hoy hay una clara estrategia para combatir la inseguridad, teniendo como aliado al gobierno federal con las las secretarías de Marina, Defensa Nacional y Seguridad Pública, así como la participación de las fiscalías General de la República y del Estado.
Nadie ha dicho que sea fácil y que no vaya a haber reacciones violentas por parte de esos grupos criminales que se instalaron e hicieron su nicho en algunas partes del estado. Claro que van a responder y habrá quienes les hagan eco a sus acciones.
El tema de la seguridad es particularmente sensible, pero ha sido atendido con responsabilidad, sin apasionamientos políticos: “La seguridad todos los días la atendemos, nuestro Gobierno no tiene pacto con nadie, más que con el pueblo. Soy una política, una Gobernadora firme con planeación”, dijo la gobernadora en reciente entrevista.
En el estado se trabaja con orden, pero los pirómanos políticos que lo quieren incendiar no se dan cuenta que el único afectado con sus ataques es el estado, no la gobernadora.
Porque sí, hay quienes se empeñan en descalificar, en sembrar confusión, en amplificar cualquier tropiezo. No obstante, la gobernadora no se distrae en tonterías: “golpistas, a otro lado”, ha dicho.
La Gobernadora no está sola. La acompaña un equipo profesional de mujeres y hombres comprometidos. Tiene también el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum, pero sobre todo, la acompaña el respaldo popular.
Por su poder proviene de la gente que votó por ella y a ésta se le responde con resultados.
Y bueno, finalmente quienes critican sin responsabilidad, les convendría recordar que gobernar es resolver.
Y eso se está haciendo en Veracruz, aunque les enoje. |
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