¡Ya no puedo más! Grita la nación a quien se engaña. Las mentiras de lo que no se ha realizado, resuelto, avanzado. La propaganda. Alevosamente introducida a las mentes que gustan de escucharles. Que se niegan a reconocer que se equivocaron. Los que no se dan la oportunidad de aceptarlo. Quienes perdieron la conciencia en la vorágine del deseo. El cambio siempre prometido y nunca realizado. Cada sexenio lo mismo. Aceptar haber caído en el error: la esperanza. Discurso obstinado que penetra en el cerebro y lapida la conciencia aniquilándola. Salvador Novo establecía que “la política es un arte del carajo pues estriba en ofrecerles el culo a los de arriba y darles por el culo a los de abajo”. Nuestros políticos lo hacen fielmente. *** Luis Echeverría hacia discursos de izquierda y pegaba con la derecha como su alumno hoy en la presidencia. Se instituye que la ley no se ratifica se aplica. Jefferson signaba que todos los tiranos empiezan como demagogos. Si la justicia es la base del estado estamos anulados. No existe interés en aplicarla y eso lo constatan los cientos de miles de mexicanos que mueren de manera violenta. No podemos más con el aumento del crimen y la ausencia de las fuerzas del orden a donde el 80% del presupuesto es adjudicado a los militares. En sus labores domésticas de administradores, arquitectos, ingenieros, guardianes de los migrantes, lacayos del ejecutivo olvidan sus deberes con la población. *** No se soporta más la soberbia de la clase gobernante. De esa mayoría en el legislativo que al igual que el judicial están postrados de manera vergonzosa ante un ejecutivo débil, cansado, insensato que perdió el control. Tan reducido que no puede interactuar con otros mandatarios del mundo. Un desconocimiento de la política y diplomacia. En vez de tender puentes dinamita los existentes de muchos años de construcción. México es grande entre los más. No necesitamos de mandatarios ignaros, omisos, ineptos. Alzados como, dice el dicho, si trajeran a Dios agarrado de las patas. Les distingue la ignorancia supina. *** Estamos en el hartazgo. No hay más ciego que el que no quiere ver. Corrupción, violencia institucional, aislamiento. El solitario de palacio, paga su insensatez. La historia y las leyes les juzgarán. *** Emular a LEA traerá un final parecido. Soledad, enfermedad, abandono, desprecio. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. |
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