De las innumerables mentiras, engaños, estulticias, barrabasadas que ha dicho el tlatoani de Macuspana de las más absurdas “es más importante la justicia que los mercados”. No ha habido- ni hay- quien frene, refute al funcionario público. Que le recuerde que es empleado de los mexicanos no su amo y señor. Se ha comportado como un verdadero cacique- dictador es de generales- bananero que maneja a su antojo y parecer los destinos del país. Sus secretarios de estado resultaron unos inútiles sin dignidad- los que se fueron la tienen- para corregirle. Ninguno de ellos tuvo tribuna propia para dar cuentas de lo que eran su obligación por cierto sin resultados favorables. Se van sin pena ni gloria opacados por serviles y lacayunos. *** No se puede ejercer a plenitud la justicia- “no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”- con 50 millones de pobres que no tienen manera de subsistir. El erario es el dinero que pagan los contribuyentes. Impuestos que se generan principalmente en los mercados, las empresas, negocios. Los de en el gobierno se les hace fácil tirar el dinero porque no les cuesta ganarlo. Observemos a diputados y senadores de los cuales en mínimo por ciento aportan en beneficio de la comunidad. Los demás son los siervos del Macuspano.*** Se reconoce y “palo dado ni Dios lo quita”. La cirugía mayor que realizaron en las elecciones fue tan perfecta que se la creyeron sus votantes. De que fue una elección de estado está a la vista. Los historiadores, columnistas, analistas, editorialistas comprometidos que lo registran reciben la burla de los conquistadores que no dejan de ser unos piratas, delincuentes que ahora los amenazan. Sumando a los lideres de partidos políticos que quedan disminuidos por priorizar sus intereses. Los políticos no sueltan el hueso tan fácil. *** Y para las agruras…
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