Los mexicanos hemos sido violentados, en nuestros más fundamentales Derechos Humanos. Hasta el agotamiento, que dio constancia al cambio. La ley y el orden, es lo esencial para la transformación. Se persigue la justicia, para los depredadores de la nación en todos sentidos. De quienes violentaron de manera tal, que vivimos en la zozobra, miedo, inquietud que no atenúan las palabras. 60 millones empobrecidos y cientos de miles en la miseria sin esperanza alguna esperan no una limosna, sino oportunidades de salir adelante sin miedo. Entendemos la euforia, pero hay que equilibrar las emociones por un posible desengaño. La conseja popular determina que “prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila”. Tanto en el gobierno como en los gobernados, debe haber sensatez. Celebramos en su momento el triunfo, que barría con la partidocracia voraz y corrupta, pero en estos momentos ya debe haber reflexión. *** El atractivo de la oferta de AMLO en campaña, fueron los temas de corrupción, impunidad y combate a la delincuencia organizada. Su misticismo- “perdón y olvido”- no es comprensible. El que comete un delito, debe ser castigado con la cárcel. Los funcionarios públicos corruptos deben pagar y no necesariamente en prisión - lógico no alcanzarían las del país para tanta rata- sino devolviendo todos los bienes, cuentas bancarias e inhabilitados por siempre- no solo unos años- de la función pública. Vimos con tristeza, decepción que el mayor saqueador de la historia moderna del país, se iba tranquilo a casa con una fortuna de millones de dólares. Que muchos otros, están incrustados en el gabinete del nuevo gobierno y que se violentará la Constitución- “me canso ganso”- para ocurrencias como las de Taibo II que, efectivamente, “nos la metió doblada”. *** El padrón electoral nacional arroja 90, 032,465 de millones entre hombres y mujeres. Datos del INE, del 23 de noviembre del 2018. Los 30 millones de López Obrador, no alcanzan la mayoría en éste aspecto porque hay 60, que se abstuvieron. Corrijamos el rumbo, pues México no se merece un fracaso más de sus gobernantes. Los supuestos del cambio no lo hicieron, sino lo empeoraron como los panistas. Estos y los priistas irresponsables, llevaron al éxtasis que hoy muchos ven con recelo. Exigimos otra clase de gobernantes no mesiánicos. Existe saturación del personaje y eso cansa mucho. Que gobiernen
para todos, no solo para sus simpatizantes. Que no polaricen entre ricos y pobres, fifís y chairos, malos y buenos, indígenas y blancos. Votamos por la paz y tranquilidad. El estulto del presidente pasado, le soltó las riendas al actual quien empezó a gobernar tempranamente y se engolosinó sobre todo en el discurso. No las tiene todas con él, hay quienes están vigilantes. Deseamos le vaya bien porque nuestro gran país, ha sufrido demasiado y merece un destino mejor. Ya son muchos años. *** Lo de Ayotzinapa, consideramos que la búsqueda está agotada. Hay que ir sobre los Abarca, el gobernador de Guerrero, el secretario de gobernación, el presidente de república y secretario de la defensa de aquel entonces. Que digan la verdad, esa que tanto valora AMLO. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá que tomar. Bienvenido el cambio… para bien. Hasta la próxima. |
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