Ni perdón ni olvido. Cómo explicar a padres, hermanos, abuelos, amigos, compañeros de trabajo, colegas la mutilación parcial del cuerpo del ser amado, querido, respetado. Con quien se compartió momentos inolvidables, durante años. Quienes aún eran muy jóvenes y fueron secuestrados, violados, asesinados y sus cuerpos terminaron en una fosa común. Los miles que han visto con dolor pasar los años sin saber de su paradero. Aquellos que salieron cualquier día, de cualquier año, y nunca más regresaron. A las madres que les han arrancado a sus bebes de sus brazos, materialmente hablando, para abrirlos como reses en canal, vaciarlos de sus órganos y venderlos. Los que se llevaron a sus hijos adolescentes, que tenían ilusiones pensando en lo que serían de adultos. Sueños rotos. Destinos cortados abruptamente. Profundos sufrimientos que han terminado con los hogares, donde sus habitantes viven un continuo infierno. Integrantes que del dolor se entregan a las adicciones, perdiendo su salud física y mental. Quienes enloquecieron ante el gran dolor y perdieron su patrimonio en la búsqueda- por lo menos los huesos-de quienes eran su mundo. *** Otorgarle el perdón a los infractores, resulta impunidad. Esa que ha permitido que la mayoría de los corruptos, vivan placidos con gran cinismo. Que incluso estén incluidos en el gobierno actual. Sanguijuelas, que brincan de un lado al otro, solo para continuar llenándose los bolsillos. La clase política aberrante, que roba más de lo que se puede gastar a través de la miseria de la población. Darles el olvido, a lo que ellos apuesta, es un acto de gran irresponsabilidad y egoísmo. Su pragmatismo enfurece. Preguntaríamos si ellos han olvidado a su madre, si es que la tuvieron, o tal vez a una hija muerta. Sabemos que el perdón y el olvido, ha llevado a muchos personajes a su conversión y santidad. No es éste el caso. La sociedad exige castigos ejemplares, para los depredadores. En nuestro país el 95% de los afectados, no denuncian por temor a las mismas autoridades o las revanchas. Por eso la delincuencia organizada, permea cada día más y con mayor control. ***Fue el 53 por ciento que votó por AMLO, el 47 restante tuvo otra opción. De los 30 millones la mitad son de corazón, pero la otra fue de quienes votaron por el cambio. Eso tampoco se olvide…*** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima |
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