Toda vez que Trump ya no pudo mediar la paz; sino ni siquiera concertar un alto al fuego en Ucrania -el presidente Putin le resultó un hueso muy duro de roer- y desesperado como está por iniciar una guerra con alguien, para evitar ser destituido, ha volteado a Iberoamérica y prometió perseguir por tierra a los narcotraficantes calificados como terroristas...
Y Pete Hegseth, su Secretario de Guerra, prometió acosarlos y eliminarlos de la misma manera como lo hicieron con Osama Bin Laden. Pero eso fue en el 2011. Y de ese entonces a la fecha, los cárteles han modernizado sus arsenales y no les será nada fácil acabar con ellos...
Y aunque parezca necedad volver sobre lo mismo: ¿No sería más fácil despenalizar las drogas y convertir el asunto de seguridad nacional, en un asunto de salud pública; En vez de seguirse matando y gastando miles de millones en combatirlos...
Pero la Tierra también juega -finalmente es su juego- y los dados ya están echados. Y nada ni nadie podrá cambiar lo que viene; pues es la respuesta a lo que hemos hecho. Y sinceramente, no lo hemos hecho nada bien. O, mejor dicho, seguimos haciendo mal las cosas...
De hecho, la realidad es que la sola presencia del hombre en El Planeta, es dañina. No todos hacemos el mismo daño; es cierto. Habrá quienes hagan más, y quienes menos; pero contrario al resto de todos los demás seres vivos, plantas y animales; los humanos no encajamos como eslabón en ninguna cadena ecológica...
No hay una razón, o algo que justifique nuestra presencia en La Tierra, sólo hacemos daño. Nos hacemos daño a nosotros mismos, y consecuentemente, como nadie puede dar más de lo que tiene, hacemos daño a todo lo que nos rodea. Los hechos a imagen y semejanza de Dio$, resultamos ser una plaga nociva, patógena y peligrosa, muy peligrosa...
El informe del Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza, dio cuenta de los destrozos que se hicieron con el famoso Tren Maya. Considerando al Gobierno como responsable de los graves daños, permanentes e irreversibles en los ecosistemas de la península de Yucatán...
Acusándolo de ecocidio por daños a la flora y a la fauna, y a los cenotes y ríos subterráneos. Así como a los pueblos de las comunidades mayas. Y el responsable del desastre ¡intocable! hasta ahora; pero esto no puede quedar así...
Y todavía se sienten orgullosos del “logro”; cuando destruyeron miles de hectáreas que tardarán años en reconstruirse cuando el hombre se haya ido...
“El hombre que actualmente puebla el Planeta, vino de las estrellas. Por eso siempre querrá regresar a ellas”. Pitágoras (569 – 475)
Pero es evidente que hay quienes no quieren que termine la guerra en Ucrania, entre ellos, principalmente el líder Zelensky, seguido por la terrible presidente de la Unión Europea, Úrsula von der Leyen, quien de nueva cuenta insiste en confiscar activos rusos para enviarlos a Kiev...
Lo que según muchos analistas agravaría aún más el conflicto, pues se extendería a otras naciones. Pero la mayoría entienden que utilizar sus propios fondos para atacarlos, es absolutamente irresponsable. Sin soslayar las grandes manifestaciones que ha habido en la UE con pancartas que indican que no están dispuestos a morir por Ucrania.
Ya de salida...
Como ya no se puede creer en nada, sobre el anuncio que informa que a partir de la media noche o tal vez mañana temprano, el mundo se quede sin internet por un tiempo que no se puede predecir. Lo que me hizo recordar los tiempos en que se terminaba de escribir la colaboración, salía uno corriendo a los Diarios para que saliera publicada...
Sin omitir, que los errores que se cometían al escribir, había que borrarlos del original y las copias que se reproducían con el papel carbón y una goma. Que tiempos. Por lo que me apuro a enviar la presente, esperando que no tengamos que regresar al pasado; pues hay cosas, algunas, que hacen la vida más placentera.
Y nos vemos mañana si el Sol me presta vida.
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