Si he comentado públicamente que no voy a votar, que nunca lo he hecho, ni lo haré; por la sencilla razón que no puedo estar convencido de algo y hacer algo contrario. Y, además, porque estoy persuadido que esto de la democracia es una tomadura de pelo, una burla, una broma de mal gusto, o como quieran llamarle mis tres amables lectores...
Pero lo cierto es que la mayoría de los mexicanos no queremos esta porquería en la que han convertido a nuestro México; que donde busquen, sale pus de lo podrido que está todo. Ahora dicen que el detestable macuspano le entregó -agárrense- 150 mil millones de dólares -en lo personal me parece una cifra exageradisima- a su hijo “Andy” para la construcción del Tren Maya...
Todo un éxito, según la mitómana con “a”; cuando en las estaciones del tren no se ve gente; según videos de personas que han ido a curiosear; pues ora sí que en el recién estrenado tren que se salió de la vía, pero no se descarriló, no se para nadie. Y no son pocos los que desean que en una de las muchas cavernas que pilotearon, para cumplirle su caprichito del innombrable; causando daños irreparables a la Madre Naturaleza, se vayan todos hasta el fondo...
Pues voy también abiertamente a reconocer, que nunca me hago análisis de nada; pues seguramente me vayan a encontrar algo. Y así como me fui directamente a la cárcel, cuando supe que habían girado una orden de aprehensión en mi contra. Donde, por cierto que no me quisieron recibir, a pesar de que les estaba solucionando el problema de andarme buscando...
Pues así fui al CEM a decirles que quería que me operaran. ¿De qué? me preguntó mi amigo el Dr. Iván Hernández, en ese entonces director del centro hospitalario -a quien le mando un abrazo- de un tumor de piel que parece canceroso. Me operaron y me volvieron a operar a los 8 días, porque no habían quitado completamente el tumor, que finalmente sí resultó canceroso...
Y comento esto, porque los rusos acaban de poner a estudio clínico, una vacuna contra el cáncer. Mortal enfermedad que es la segunda causa de muerte en el mundo -la primera es la cardiopatía isquémica, que no permite que le llegue al corazón la suficiente sangre-...
El problema que enfrentan es que no hay un solo tipo de cáncer. Y si no han podido hacer una vacuna contra la gripe, pues todos los virus que la producen son distintos; se antoja difícil que vayan a tener el éxito esperado con el cáncer. Pues, aunque los cánceres tienen características similares, como el anormal crecimiento de las células y su reproducción que infiltra los tejidos, no todos son iguales...
Y aunque las leyes internacionales establecen que nadie puede ser vacunado en contra de su voluntad, el aislamiento al no poder acceder a nada sin el certificado de vacunación, es la forma en que los gobiernos fuerzan a sus ciudadanos a aplicársela. De por sí, ya hay vacunas para todo -menos para las guerras; para eso sí no- y muchas de ellas, sin ser específicamente obligatorias, se consideran un compromiso social para proteger la salud.
Cambiando de tema...
Como ya las mañaneras se han vuelto más aburridas que una misa de difuntos, la señora Claudia, ha dejado a un lado la austeridad republicana y ya no viaja en aviones de línea. Los malévolos que todo lo ven negro, dicen que porque incomodaba a los demás pasajeros, pues no viajaba sola, precaviendo que la vayan a secuestrar. Y ya con avioncito no necesitan ir tantos. Lo cierto es que la Señora está viviendo a todo lujo, y estrena trajecito todos los días.
Ya de salida...
Habiendo fracasado en sus intentos de pacificación entre Ucrania y Rusia, la vida de Trump se tendrá que enfrentar al caso de los archivos de Epstein, pues hablan de miles de hojas con los nombres de hombres famosos y ricos que podían socializar con el millonario; cuya muerte, sospechosa de asesinato, puede dar los nombres de las personas a quienes su vida se vería seriamente trastocada; pues por principio -aunque no por realidad- nadie quiere estar cerca de un pederasta.
Una más...
Pocas noticias son tan desconcertantes, porque en sí pueden tener diferentes interpretaciones. Una de ellas, es el hecho, ciertamente publicitado, sin al parecer sea de gran importancia, fue el hecho de que EE.UU. le compró huevos a Rusia. Unos dicen que porque no tenían; otros dicen que para dejar a Rusia sin ellos. En lo que todos, después de degustarlos, coincidieron es en decir ¡qué huevos!
Y nos vemos mañana si el Sol me presta vida.
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