Lo menos que se puede preguntar, es: ¿Cuánto les costó; para qué rayos les sirve semejante absurdez; y por último: quién se los cree? Porque, según el “Informe Mundial de la Felicidad 2025” ¡¿?! organismo que debe de pertenecer de algina manera a la inútil OMS -lo de inútil, es porque se supone que debe de velar por la salud; y resulta que la humanidad, salvo contadísimas excepciones, está enferma- pero lo busqué y no encontré nada; ni parecido…
Pero para darle credibilidad a semejante insulto, ya no a la inteligencia, sino a lo que se ve, ponen en primer lugar a Finlandia, quien, “por octavo año consecutivo” -lo que le da pátina, a su informe- obtuvo el primer lugar como el País donde la gente es más feliz. Le siguen los daneses, luego está Islandia, Suecia, Los Países Bajos, Costa Rica, Noruega Israel, Luxemburgo y México, México, ra ra ra. Digo, por no poner ja ja ja…
No me extraña Costa Rica; pero sí Israel. No puedo creer que no les afecte el que en cualquier momento les puede caer un misil en la cabeza. Aunque es igualmente cierto que a todo nos acostumbramos los humanos. Adaptabilidad le llaman, y es un cierto grado de inteligencia. Aunque en realidad, no nos adaptamos a la vida, adaptamos la vida a nuestro modo. El ser humano se caracteriza por destruir el medio ambiente. Somos terriblemente depredadores…
Así las cosas, México ha entrado “al top” -ay sí, al top- a formar parte de los ¡10 países más felices del mundo! según el Informe Mundial de la Felicidad 2025. Pero, de dónde diablos sacaron semejante vacilada -por cierto, que ya reapareció Don Sata- y cuáles son los criterios que definieron los grados de felicidad de cada país. Si bien es cierto que la mayoría en el Planeta reconoce a los escandinavos como gente del primer mundo, cuáles son los componentes que definen la felicidad y la tristeza. Muchas veces, los “chistes” que hacen reír, son amargos…
Pero de igual manera el mundo reconoce a México como un narco estado y a sus gobernantes como gente corrupta. La cantidad de muertos y desaparecidos no puede ser indicio de felicidad. No sólo son los muertos, son las familias, los deudos los que también cuentan para la infelicidad de una nación. La miseria del pueblo, la falta de medicinas y la cantidad de muertos por la falta de ellas, como que no es para ser felices…
Con todas las cosas que están sacando del pasado de la señora presidente, no se puede dudar de que hay una campaña para desprestigiarla; cómo ella misma lo dijo en su mañanera. Y posiblemente se lleve una sorpresa cuando se entere de quién está detrás de ella. Con tantos delincuentes que la rodean, cualquiera de ellos pudiera ser…
Pero también se debe de reconocer que hay una campaña por parte del gobierno que se encarga de ocultar la realidad: lo que es evidente. Y al minimizar los hechos. Ya podrán incautar toneladas de cocaína y destruir decenas de laboratorios clandestinos, pero la cantidad de muertos y desaparecidos en lo que apenas va de su sexenio, es altamente preocupante…
Y en esas condiciones, cuando desaparecen jovencitas que salieron a la esquina de sus casas a comprar algo y nunca regresaron. O como la jovencita de 16 años, que estando a punto de parir, fue secuestrada, y abierta en sus 5 sentidos, o sea, sin anestesia alguna, para extraerle al hijo. Podrá haber mucha indolencia por parte de los padres, pero la angustia que se apodera de ellos cuando sus hijos no regresan a casa, no puede ser compatible con el 10º lugar de los países más felices del mundo; por más que lo diga en su informe mundial de la felicidad 2025…
Cómo si no se supiera de grandes premios, como el Nobel de la Paz, que se otorgaron a personajes que no lo merecían y se les negó a quienes lo ganarían sin duda alguna antes que nadie. Como el caso del Mahatma (1869 - 1948)
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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