Corría el 2012 y según quienes han interpretado el Calendario Maya; una civilización conocedora del movimiento del Universo -cuyo creador debe de ser un gran matemático- de tal suerte que hicieron construcciones que marcan la entrada de los rayos solares con una exactitud asombrosa; de tal suerte que son una atracción turística única en el mundo...
El caso es que el 21 de diciembre del citado 2012, un viernes, si mal no recuerdo, se iba acabar el mundo. Cuando menos eso es lo que se escuchaba por todos lados y dados los antecedentes mayas como conocedores de los astros, mucha gente creía que así sucedería...
No faltaban las religiones que llevaban agua a su molino clamaban el arrepentimiento y pregonaban al mero mero petatero, como el único medio de salvación...
Por lo que me puse de acuerdo con Fernando Escalante, entonces Director de Radio UV -donde durante años pasaba todos los días el programa de Opiniones y Comentarios- para transmitir ininterrumpidamente desde la tarde -por cuestiones de horario, ya que el día les llega a unos antes que a otros- y toda la noche, hasta llegado el día 22...
Todos los compañeros jalaron parejo. Se transmitió desde el auditorio y hubo de todo. Con expectativas campanadas a la media noche y toda la cosa. No faltaron los bocadillos, ni el café con pan, que es muy veracruzano. Y ¡NADA! que el mundo no se acabó...
Pero ahora salen, con que, según el Reloj del Fin del Mundo, que viene contando desde 1947, estamos a 89 segundos de que desaparezca la humanidad. Lo que, con toda seguridad, será ruidosamente festejado por La Madre Naturaleza...
Pues todos los animales podrán dejar a sus hijos con la seguridad de que no se van a encontrar con un ser humano -lo de humanos es ya como alegórico- que los vaya a matar; o se vayan a encontrar en medio de un tiroteo. O ya de plano en una guerra con drones y toda la cosa. Como los que ya empezaron a caer sobre un laboratorio allá en Sinaloa...
Donde inexplicablemente, por lo comprometedor que resulta, la doctora Claudia continúa apoyando al Gobernador Rocha Moya, un personaje ligado con el narcotráfico y repudiado por la sociedad. Pero regresemos con el fin de la humanidad...
Cuando todos los animalitos y, de hecho, todos los seres vivos, respirarán profundo y le agradecerán al Creador que les quitó de encima esta plaga parásita, que ha venido siendo el peor depredador que ha existido...
Pero lo de los 89 segundos en el Reloj, al que también llaman Apocalíptico, no son los 89 segundos de nuestros relojes. La Naturaleza no da saltos. Pues, aunque los científicos digan que sí, el tiempo no es el mismo para todos. Ejemplo...
Si Ustedes saben mis amables tres lectores, por qué algo tan breve, se dice que es efímero. Pues es porque efímeras son una clase de insectos a los que así se les llama y viven sólo un día. Al igual que muchos otros insectos, como las hormigas macho, las moscas, las libélulas, etc...
Lo que para nosotros son 24 horas, para ellos es toooda unnna vida. Lo que para nosotros pueden ser mil años, para La Tierra puede tal vez ser un día; por lo que los 89 segundos es relativo. Pero de que lo van a festejar en grande; ni duda cabe...
Por los antecedentes, se puede suponer que la humanidad no se acabará para todos. Y sobrevivirán los que sepan vivir acorde a La Naturaleza. Eso de que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, son puros cuentos.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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