Por Edgar Hernández*
Hay quienes opinan que la política es un arte, otros que es una basura y para los ocupados en ese quehacer, tan solo un juego con un final impredecible.
En Veracruz, tras una torpe sucesión adelantada por otro de igual talante, Cuitláhuac García, solo les ha servido para destruir su propio proceso sucesorio.
Hoy, en la víspera de darse a conocer el calendario electoral que definirá las reglas del juego para la gubernatura, las corcholatitas veracruzanas, siguen deshojando la margarita.
Que no hay quien se la arrebate a Roció Nahle; pero no, no… el bueno, según las tribus, es Manuel Huerta, legendario no por su destreza para la política, sino por corretear a sus colaboradoras para violarlas ¡Todo un orgullo!…
O quién mejor que Ricardo Ahued que alucina por la gubernatura, aunque de dientes para afuera diga que no tiene interés alguno que vaya más allá de tapar baches.
No sé, tal vez habría que pensar en otros del gabinete que apenas se acercan a tomarse una foto con el Peje, para que los candidateen.
Y lo que son las cosas, el más despreciado -de mequetrefe no lo bajan-, el odiado por toda la raza morena, es quien luego de mostrarles un caracolito con la mano derecha, de pronto de auto inventa aduciendo que es veracruzano y será el “próximo gobernador”.
Es Sergio Gutiérrez Luna, el mismo que en corto ha dicho que meterá en la cárcel a Cuitláhuac y al Bola 8, una vez que sea gobernador.
Es el legendario Gutierritos, quien de muy niño fue llevado de Minatitlán al norte del país, luego al estado de México, luego al DF y tras jugarla con Ebrard, decide corregir el camino para ponerse de tapete con el Secretario de Gobierno, Adán Augusto López, para sus seguidores “próximo presidente de México”.
No dejan de sorprender sus últimas declaraciones a medios nacionales en donde el aún diputado -la semana próxima presentará su solicitud de licencia- asegura que será el próximo gobernador de Veracruz, “Un Veracruz que necesita algunos ajustes”.
Es por ello que propondrá “construir una ruta de reconciliación para transformar y modernizar al estado”.
¿Qué no lo modernizó ya Cuitláhuac?
Propondrá además buscar la unidad con todos los sectores de la población, incluyendo a los profesionistas, empresarios y a la clase media precisando que uno de los principales ejes de su campaña será impulsar el empleo para combatir la inseguridad y atraer turismo e inversión extranjera, a fin de aprovechar el potencial que tiene el corredor interoceánico.
¿Qué no lo hizo ya el Cuic?
“Voy a ser gobernador de Veracruz, buscaré ser gobernador de Veracruz, lo digo con la contundencia, la claridad y la convicción que me da la confianza de sentir el respaldo del pueblo veracruzano”.
¿Qué no el del respaldo es el gobernador consentido de AMLO?
“Hemos recorrido el estado durante varios años, empezando desde abajo, hablando con todos los sectores, en todos los rincones”.
¿Que no su primera aparición pública fue apenas en diciembre del 2021 en Minatitlán donde dice que es oriundo?
Y a pregunta expresa a don Gutierritos de ¿Cómo ve a los perfiles de la oposición en Veracruz?, responde:
“Los veo desdibujados, los veo en otra dinámica”.
¿Qué no el difuso, profuso y confuso no es él?
En fin, allá él con sus brillantes definiciones; allá quien le crea, sobre todo en el tema de la unidad en donde ni es su propia casa morena existe.
Alguien le debería decir que en Veracruz ocho de la cada diez ciudadanos repudian al gobernador y su partido; que si llega a gobernar será heredero de una administración pública corrupta y vengativa.
Que Cuitláhuac sabe un carajo de leyes; que no respeta a las mujeres -segundo lugar en feminicidios- que estamos sometidos por siete cárteles reconocidos por la autoridad y que el gobernador juega no con Adán López, sino con Claudia Sheinbaum.
Y de paso recordarle, que quien si es apreciado y reconocido es quien lleva 25 años trabajando por Veracruz, que es quien se propone como candidato ciudadano con el eventual respaldo de la Alianza “Va por México”; dque quien si es conocido por su honestidad y congruencia es Pepe Yunes, quien no necesita mayor presentación.
En Veracruz será la ciudadanía la que vigile la elección, no Cuitláhuac y eso de que el “bueno” es el propio auto destapado... pues, está por verse.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |
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