Si bien se ha reconocido que la invisibilidad de la mujer en los medios de comunicación, a menos que sean escándalos, nota roja y/o una visión estereotipada para promover el consumismo, hoy se suma su invisibilidad en el paquete económico 2019.
Gran inconformidad causa ente las mujeres mexicanas que en el presupuesto de ingresos 2019 se hayan recortado -y hasta eliminado programas- para combatir la violencia feminicida, el empoderamiento de la mujer, la defensa de sus derechos y apoyos para conseguir la igualdad sustantiva, conociéndose que “la mayoría de la mayoría” de este país están en la extrema pobreza, a expensas del machismo en los tres niveles de gobierno.
Estela casados, consejera en Inmujeres describe con precisión el legítimo reclamo: “Es muy grave que en el #PEF2019 se proponga desaparecer #PAIMEF. En un contexto de violencia contra las mujeres recrudecido, en los estados significaría dejar de contratar profesionales para la atención a mujeres en situación de violencia y que soportan los centros de atención externa, módulos fijos e itinerantes de atención, personal comisionado a Centros de Justicia, a refugios estatales, etc.
El Programa de Apoyo a la Transversalidad disminuye en 50%. En muchos municipios del país es el único recurso con el que cuentan las instancias municipales de mujeres para accionar. Y desaparecen el programa de coinversión a la sociedad civil”. Y esto crecerá, advierte la académica.
Lo más lamentable es que en la conferencia mañanera, oportunidad para preguntarle a quien decidió el presupuesto, nadie, ni reportero ni reportera, supuestos mediadores entre el poder y la sociedad, preguntaron por el recorte y eliminación en este importante rubro. Tampoco columnistas abordaron el discriminatorio y anticonstitucional presupuesto. Es un síntoma para análisis.
Lo positivo fue que legisladoras levantaron la voz ante la aplastante ola morena que pretende aprobar el presupuesto en fast track y que está generando que el movimiento feminista nacional, se organice en un frente unido, amplio, plural, ante tal regresión, siendo que debiera seguirse progresando en las metas y no contravenir constitucionalmente (Art. Primero, somos iguales) las normas y disposiciones, e incluso marcos internacionales signados por México.
Falta ver el papel que juegan las legisladoras, tanto en lo federal como en lo local, si logran hacer sentir su voz y con ellas las voces del más del 52 por ciento de mujeres que representan en el país. La ausencia de interés de este gobierno se ve reflejado en el presupuesto 2019 pero, habiendo paridad en la decisión para aprobarlo, ellas tienen la palabra. Prueba de fuego para ver el peso que impera: el patriarcado o la paridad del nuevo gobierno.
Ojalá que sea la agenda de género, el dolor de madres que ven a sus hijos sucumbir, el creciente feminicidio (en Veracruz 15 asesinadas en 15 días) las haga pensar que si no es por ellas es por sus hijos e hijas luchar, por una vida libre sin violencia para las mujeres, que incluye no discriminarlas, ni visibilizarlas en la repartición justa de los recursos.
La reducción de presupuesto público etiquetado para las mujeres en el Paquete Económico 2019 está siendo impugnado por millones pero no se refleja en los medios por la falta de interés. Ni siquiera columnistas tocaron el tema.
Mismo caso de invisibilización que se reflejó en las elecciones. Recién se dio a conocer que pese a la paridad política prevaleció la inequidad en el manejo informativo del proceso electoral 2018, y los resultados del Observatorio de Medios, que consigna que se publica cuatro veces menos en torno de la mujer, respecto de los hombres en elecciones. Es decir somos cada vez más invisibles pese a la paridad política.
“La violencia política contra las mujeres es resultado de estereotipos de género que suponen la inferioridad de las mujeres y que éstas no tienen la misma capacidad que los hombres para dirigir los asuntos públicos”, se concluyó con datos duros del Observatorio, que analizó la cobertura periodística sobre la participación política de las féminas para ver si los medios acompañaron la paridad política con la representación mediática.
La respuesta sería aplicar al periodismo la perspectiva de género, pero es ir contra la cultura, incluso de las propias mujeres que hacen, consumen y pagan por medios que las violentan, situación muy difícil de erradicar.
Hacer periodismo con perspectiva de género es mucho más amplio que solo dar información general, es dar significación y darle sentido a la desigualdad, explicar cuál es la realidad en función de si se es hombre o mujer en todos y cada uno de los ámbitos e implica más carga de trabajo por un salario mal pagado porque se desprecia, se desestima y con ello se anula el periodismo que puede apoyar para hacerlas visibles. Continuará. .
*Directora Gral de BillieParkerNoticias.com
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