Paradójicamente el retroceso político de Acción Nacional con los resultados en 2018, los regresó electoralmente al año de 1994; empero la crisis de ese partido no es actual, de hecho empezó con la propia alternancia en el año 2000, si bien el PAN fue un exitoso partido de oposición desde su creación hasta el año que ganó la presidencia de la república con Vicente Fox Quesada; es importante reconocer las etapas de oposición panista, 10 años de su primer liberalismo de 1939 a 1949 cuya presidencia estuvo a cargo de Don Manuel Gómez Morin, un intelectual liberal que tuvo la idea de hacer un partido político desde 1929; posteriormente vinieron los años de la hegemonía clerical para financiar al partido, esa etapa duró de 1950 a 1962, de allí vino otra etapa liberal en la presidencia de Adolfo Christlieb Ibarrola de 1962 a 1968, por supuesto que ese año también marcó al PAN, si bien sus principios opositores eran los que los diferenciaban del PRI, como su postura ante la participación o no en las elecciones porque no querían ser comparsa del sistema hegemónico, de hecho su nacimiento fue en contra de un partido hegemónico como lo era el PRM, era su razón de ser, incluso también su gestación fue en contra del populismo, en defensa de la propiedad privada, y sobre todo se opusieron a toda forma caciquil de hacer política, optaron por la democracia cristiana, que se entendía como dialogar con el gobierno pero no ser cómplice del gobierno, eso fue lo que hizo Adolfo Christlieb con los presidentes Adolfo López Mateos y Adolfo Ruiz Cortines.
En el interior del PAN se empezaron a mover las posiciones, al morir los miembros fundadores como Efraín González Luna en 1964 y Don Manuel Gómez Morín en 1972, los hijos son los que debían continuar con el legado del PAN, y esa sí como Efraín González Morfín encabeza esa línea dinástica y se presenta como candidato presidencial en 1970; sin embargo, el que quizá fue el antecedente del neopanismo en la figura del regiomontano, José Ángel Conchello, quien reaccionó ante el neopopulismo de Luis Echeverría y lo señaló en los medios de comunicación que “pretendía allendizar a México”, esto no gustaba mucho a los doctrinarios, como lo era al excandidato presidencial en 1970, Efraín González Morfín. Justo en 1972, se elige presidente nacional del PAN y gana la elección José Ángel Conchello, allí las reglas internas establecían que se ganaba con el 65% de la votación interna, su presidencia es hasta 1975, las dos figuras encontradas González-Conchello llevaron su disputa interna a través de sus candidatos presidenciales Pablo Emilio Madero (PEM) y Salvador Rosas Magallón (SRM), el primero candidato de Conchello y el segundo de González, éste fue electo presidente nacional del PAN en 1975. Es importante recordar que se necesitaba el 80% de la votación para ser candidato a la presidencia de la república en las reglas internas del PAN, allí se presentaron tres candidatos, los dos anteriores y David Alarcón Zaragoza (DAZ), el resultado de la primera ronda fue: PEM 58.9%, SRM 30%, DAZ 10.9%; en la segunda ronda declina DAZ y apoya a SRM, siendo los resultados PEM 57.5%, SRM 42.5% (incluidos los 26 votos que le correspondían al CEN) y el resultado fue: PEM 53.6%, SRM 46.4%, ésta primera votación fue en octubre de 1975, posteriormente en enero de 1976 se convocó a una Convención Nacional Extraordinaria sólo con un punto: la elección de candidato presidencial entre Pablo Emilio Madero y Salvador Rosas Magallón, allí se fueron a 7 rondas, con los siguientes resultados: 1ª PEM 57.88%, SRM 42.1%; 2ª.PEM 63.3%, SRM 36.6%; 3ª PEM 64.6%, SRM 35.3%; 4ª PEM 69.7%, SRM 30.2%; 5ª PEM 70.7%, SRM 28.9%; 6ª PEM 70.7%, SRM 28.8%; 7ª PEM 72.9%, SRM 26.4%, y como nadie
obtuvo el 80% el PAN no presentó candidato presidencial en la elección de 1976. Si bien fue una disputa ideológica, el talante democrático del PAN quedó probado, inclusive hasta llegar a una crisis interna al no poder presentar candidato a la presidencia de la república, si bien eran reglas muy rígidas, esa era la mayor diferencia frente al PRI, el partido del “tapado” y del “dedazo” presidencial, frente a la democracia pura y llana del PAN.
Esta forma de hacer política fue siendo muy atractiva para las clases medias urbanas ilustradas, y sobre todo para los empresarios, si bien tuvieron que modificar las reglas internas para evitar otra crisis interna, hacia afuera del PAN los efectos del neopopulismo de los presidentes Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo llevó a un nuevo impulso partidista interno, sobre todo después de la nacionalización de la banca en 1982, allí es cuando los “Bárbaros del Norte” irrumpen en la escena panista, Manuel de Jesús Clouthier, Ernesto Ruffo Apel, Francisco Barrio Terrazas, Fernando Canales Clariond, Rodolfo Elizondo Torres, y Adalberto Rosas López. Empresarios pragmáticos que veían de forma distinta acceder al poder político, quienes generaron una nueva resistencia interna, con los doctrinarios quienes se conformaron en el Foro Doctrinario y Democrático que repudiaron su acercamiento y pacto político con Carlos Salinas de Gortari. Con el paso de los años, los rebeldes de los años 70, se convirtieron en los nuevos doctrinarios agrupados en el Foro Doctrinario y Democrático: Pablo Emilio Madero, José González Torres, Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, Jesús González Schmall, Bernardo Bátiz, quienes renunciaron al PAN en 1992, -los dos últimos actualmente militan en morena-.
Ya para los años noventa, irrumpe la figura de Vicente Fox Quesada, el antipolítico, el que se impuso por fuera a la estructura del PAN a través de los “Amigos de Fox”, quien desplaza al “Jefe Diego” de la candidatura en el año 2000, que salió beneficiado del cambio de siglo y de milenio, y que la sociedad optó por un cambio para derrotar al PRI, claro el peso de esa carga la tuvo la clase política y le falló a la sociedad mexicana, su gobierno se caracterizó por su cohabitación con el PRI, por no hacer ningún cambio al sistema político mexicano, sino sólo se adaptó a él, si bien creó el IFAI, el INMUJERES, pero de allí hoy sólo se le recuerda por su triste papel como expresidente de la república.
En el caso de Felipe Calderón Hinojosa, tampoco pudo cambiar al sistema político, sino que se mimetizó aún más, por ejemplo en su relación con el PAN, a diferencia de Vicente Fox que en la primera etapa estaba presidido por un intelectual como Luis Felipe Bravo Mena, y después Manuel Espino Barrientos, ambos electos bajo la tradición democrática del PAN, pero no le interesó Acción Nacional por su relación conflictiva que tuvo desde 1995, de allí la creación de su organización paralela; con Felipe Calderón irrumpió el sometimiento del PAN, a través del dedazo presidencial priista (“ese priista que todos llevamos dentro”, declaró el propio Calderón) al designar a Germán Martínez Cáceres (hoy hombre probo converso al morenismo) y César Nava, es decir, allí se mató a la democracia interna, se acabaron los debates, las elecciones internas y se impuso inflar los padrones de militantes para realizar las últimas elecciones amañadas y fraudulentas, el bien común se tradujo en la operación despensa con los siervos electorales que iban afiliando, pesaba más el neocorporativismo de la Sedesol que las ideas, el partido de la gente decente pasó a ser el partido de la gente indeseable, el bien común se extingue, todo esto pasó hasta que el alumno más aventajado Ricardo Anaya, desapareció la democracia interna y se inició con las designaciones en las candidaturas, con el pretexto de ir en coalición,
esa fue la mejor forma de matar el debate y las elecciones internas, para que ser democráticos, eso ya no le es funcional al nuevo dueño del PAN.
Finalmente, lo que pasó en el PAN, es que de 1939 al año 2000 fue un exitoso partido de oposición, ya en el gobierno de 2000 al 2012 no supieron gobernar, primero porque no tenían cuadros para gobernar en el ámbito federal, inclusive, el partido no se modernizó en esos años y se convirtió en un PRI azul, sin ideas, sin identidad, sin democracia, sin ética política, sin rumbo y, si autoritario, patrimonialista, antidemocrático, liderazgos bajo las nóminas gubernamentales del PRI, pandilleril, y lo peor es que hoy al igual que en 1939 se enfrentan a un partido hegemónico y no hay el talento ni talante, tampoco hay ideas, nada de las figuras político e intelectuales para enfrentar ese reto, no existen los Gómez Morín, González Luna, Christlieb Ibarrola; pero si existen los Ricardo Anaya, Marko Cortés, Damián Zepeda, así como algunos gobernadores impresentables que llegaron a aniquilar al PAN, por eso hay que leer bien a Luis Felipe Bravo Mena, quien anticipa la desaparición del PAN en los próximos años, y ese escenario se cumplirá al pie de la letra, en caso de que se agandalle la dirigencia nacional este fin de semana la pandilla de Ricardo Anaya. |
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