De las campañas electorales de AMLO en 2006, 2012 y 2018 sólo escuchamos ocurrencias y propuestas realmente obsoletas, como la reactivación del “milagro mexicano”; empero, una vez que ganó empezaron a jugar con la administración pública federal, por ejemplo dos planteamientos que jamás los comentó en campaña son: a) la desaparición de las delegaciones federales y b) la desconcentración de las secretarías de despacho a diversas entidades federativas; la primera propuesta de desaparición la expresó el PAN antes del año 2000 pero ya siendo gobierno federal entendió el mecanismo de control político local a través de los recursos públicos de múltiples programas sociales, que según CONEVAL hasta el año 2018, existían 5,491; pero eso de designar a un vicegobernador o cónsul pues sencillamente liquida al exiguo federalismo, amén de desdibujar la figura de los gobernadores, incluso es anticonstitucional esa medida gubernamental; la segunda ocurrencia es la descentralización o reubicación de diversas secretarías y otros entes gubernamentales; considero importante citar el caso de la reubicación del INEGI en 1985, que por las afectaciones del sismo de aquel año en el entonces DF se tomó la decisión de descentralizarlo a Aguascalientes, cuyo costo aproximado al gobierno federal fue de 6 millones de pesos por cada trabajador que se fue a vivir a esa entidad, esto por todos los costos que implicó, veamos: la creación de una “Subcomisión de Reubicación” en la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto, la cual propuso la construcción de 1,000 viviendas de interés social, 200 construidas por el gobierno estatal y 800 por el FONHAPO en una reserva territorial en el Fraccionamiento “Ojo Caliente” cuyo costo fue de 947 millones de pesos para realizar la primera fase del proyecto; asimismo se reconstruye el edificio conocido como “Chalet Douglas” que ocuparía el INEGI hasta el día de hoy.
Para 1986 la estimación presupuestal de los apoyos crediticios para la construcción de las viviendas, el menaje de la casa de los trabajadores y el mobiliario y equipo del INEGI costó 7, 372 millones de pesos, en donde participaron FOVI, FOVISSSTE, FONHAPO y la Banca de Primer Piso. Hacia 1987, se amplió a 2,000 viviendas, las primeras 1,000 financiadas por FONHAPO, y las restantes por FOVI. En total eran 1,800 trabajadores del INEGI, de los cuales 1,000 se fueron en la primera fase, en la segunda etapa se trasladaron los otros 800 trabajadores, cuyas casas fueron de diversos Tipos, las primeras en lotes de 120 m2, cuya construcción fue de 44.8 m2, dos recamaras, baño, área de usos múltiples y patio de servicio, y las casa fueron Tipo 1, 2 y 4, ello de acuerdo a la clasificación de las instituciones públicas de vivienda.
Cité este ejemplo para traerlo a la actualidad, en donde el gobierno federal tiene más de 2 millones de trabajadores en todo el gobierno, ahora con la propuesta distractora de AMLO de reubicar a 13 secretarías, incluida una que aún sin tomar posesión no la ha creado como la de Minería, y que tienen más trabajadores que una dirección como lo era el INEGI, si tomo en cuenta el costo del proceso de reubicación, que fue de 7,372, y si lo multiplicamos por 13 serían 95 mil 836 millones de pesos, de tan sólo 25 mil trabajadores en promedio, tomando en cuenta los parámetros del INEGI; más el SAT, CONAGUA, PEMEX, CFE, Nacional Financiera, Recursos Forestales; pues simple y sencillamente esta ocurrencia del próximo presidente de la república jamás se realizará por motivos presupuestarios, el desconocimiento de la
administración pública federal, los consejos de los asesores o mejor dicho los nuevos hechiceros quienes hacen propuestas bajo oráculos y no con una planeación estratégica de lo que será el próximo gobierno, pues allí está el primer ejemplo de la imposibilidad de cumplir una de sus propuestas.
En tan sólo 20 días después del triunfo electoral de AMLO ya observamos los graves errores que está cometiendo su futuro gabinete, en materia de comunicación, de organización de un nuevo gobierno, de diseño institucional pero sobre todo evidenciándose en su inexperiencia política y administrativa, que va desde la pretensión de la desaparición del Estado Mayor Presidencial, en el cual su función está reglamentada, cuidan a la institución presidencial no a AMLO; la mentira sobre la participación del Papa Francisco en el proceso de pacificación; la descoordinación en materia de seguridad pública, en donde el CISEN pasará a integrar parte de la superpoderosa secretaría de seguridad, cuyo futuro titular desconoce de la materia. El único nombramiento que estaría funcionando es el de Marcelo Ebrard, porque es un político cosmopolita y entiende muy bien el tema de las relaciones exteriores, de hecho eso estudió en el COLMEX.
Pero lo más grave es la multa del INE por 197 millones de pesos, allí la Unidad Técnica de Fiscalización abrió un expediente en donde le dieron seguimiento al dinero del Fideicomiso “fantasma”, que serviría para apoyar a los damnificados del sismo en la CDMX, es interesante darle el seguimiento a la ruta del dinero, porque es la primera vez en la historia de México que un partido emergente que tiene 4 años de vida gane la presidencia de la república, porque de hecho los partidos nuevos, nacen y desaparecen en la misma fecha que participan porque tienen un financiamiento muy pobre para permanecer en la vida pública, así se ha demostrado con la desaparición de 22 partidos nuevos desde 1997 hasta 2015, porque sólo tienen el 3% para preservar su vida partidista, si bien morena tenía un financiamiento del 8% para la elección de 2018, con ese dinero no le alcanzaba ni para cubrir el pago de los alimentos que cubrieron el 97% de sus casillas; si bien sabíamos la forma extractiva de allegarse de recursos públicos, al donar el 50% de su sueldo de los alcaldes, diputados locales, federales y senadores para la causa morenista, como por ejemplo ese argumento fatuo de que destinaban a la creación de universidades patito, quizá ese camino sea uno que aún no explora el INE, el financiamiento que les llegó no por la vía de las prerrogativas.
Las paradojas de la vida política en México, es que morena se presentó como la opción honesta frente a las clase política corrupta, y esos 47 diputados y 3 senadores fueron los que estafaron a los damnificados el sismo en la CDMX constituyendo un fideicomiso fantasma, pensaron que la fiscalización del INE no los descubriría, allí en el expediente se puede leer el modus operandi del financiamiento ilegal, entonces ¿hay que hacer trampa para poder ganar?, es así que todo lo sólido se desvanece, porque ahora también son parte del exclusivo club de la corrupción política, ahora con este hecho comprobado, podrán seguir siendo los impolutos, los puros, los éticos, los de la moral pública, quienes no pueden argumentar “venganza”, la ilegalidad es producto de una forma de hacer política en este país, algo se rompió en la república amorosa y honesta, y eso que aún no toman posesión, ya se están ahogando en contradicciones y corrupciones.
Finalmente, pudieron disfrazarse y engañar a un electorado que fue aceptando sus fake news, quienes muy contentos le votaron al priista de siempre, construyendo ilusiones como bien lo
escribió Noam Chomsky, pero la realidad los alcanzó, el gusto por el triunfo les duro muy poco, y se encaminan a ser flor de un día. |
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