Por Miguel Ángel Cristiani González
Cuando viajamos a la India por primera vez en el año de 1989, la ciudad de Bangalore capital del estado de Karnakata, al sureste del país, nos llamó la atención el ver que en algunos pequeños locales, del tamaño de una cochera de vehículos, había varios jóvenes que estaban sentados frente a una computadora.
Cuando preguntamos si esos eran “chats” donde se alquilaban los equipos a estudiantes, nos explicaron que no, esos jóvenes eran ingenieros que estaban haciendo programas o softwares para empresas en todo el mundo.
En una reunión a la que nos invitaron, durante el mes que estuvimos en esa ciudad, se nos acercó un grupo de los asistentes, luego de confirmar que íbamos de México, nos explicaron que ellos estaban tratando de conseguir socios para poder vender desde nuestro país programas hacia los Estados Unidos.
Pero como ninguno de nosotros teníamos idea de lo que se podía hacer con la informática, rechazamos la invitación. ¡¡¡Grave error”” porque más tarde comprenderíamos que nos estaban ofreciendo un negocio de miles de millones de dólares.
Años más tarde, por ejemplo, nos enteramos que la empresa Infosys había sido creada en 1981 por siete jóvenes, con un capital conjunto de 250 dólares. Hoy día, tiene 69,000 empleados en todo el mundo, incluyendo 17,000 en su sede en Bangalore, y está valuada en más de 4,000 millones de dólares.
Ahora también se acaba de dar a conocer que la empresa Apple, la de las computadoras y teléfonos Iphone comienza a alejar su producción de China, y hará la mudanza a la India.
Para tener una idea de lo que significa, hay que apuntar que actualmente, entre el 5 y el 7% de los dispositivos de Apple se fabrican en India, pero el país asiático confía en que el gigante de Cupertino aumentará su producción hasta alcanzar el 25%.
Este movimiento respondería a uno de los esfuerzos del fabricante del iPhone para reducir su gran dependencia de China, país en el que ha confiado durante muchos años.
Según las declaraciones del ministro de comercio indio, Piyush Goyal, Apple es “otra historia de éxito” y ha destacado la creciente apuesta de la compañía por su país.
India está tratando de convertirse en una alternativa cada vez más atractiva para alojar parte de la producción de las grandes compañías tecnológicas.
Apple ha confiado en las capacidades industriales de China para fabricar en masa varios de los productos de su catálogo durante décadas.
Sin embargo, el panorama actual del país ha empezado a poner en riesgo los planes de la compañía.
A finales del año pasado apareció un inesperado anuncio que anunciaba retrasos en la entrega de los iPhone 14.
Aunque los planes de la firma estadounidense de ir alejándose de China tienen larga data, todo parece indicar que por estos tiempos están acelerándose.
La decisión de ir mudando gradualmente su producción a otros países está tomada, pero los desafíos que se avecinan son enormes.
No se trata simplemente de replicar los procesos de ensamblaje en otros países, pues intervienen una gran cantidad de factores clave que China tiene muy bien apuntalados.
Por ejemplo, la disponibilidad de componentes de otros socios de fabricación, el acceso a una gran fuerza laboral de trabajadores y salarios que se encuentren dentro de los márgenes que la compañía está dispuesta a pagar.
Además, socios locales y apoyo político para convertir determinados lugares en enormes ciudades-fábrica que servirán para albergar a miles de trabajadores.
Toca esperar para saber si Apple será capaz de consolidar sus lazos con India, país que, por cierto, prepara incentivos financieros para que eso suceda.
Por lo pronto, la compañía, que fabrica allí teléfonos desde 2017, empezó a fabricar el iPhone 14 en una línea de producción en Chennai.
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