En todos lados se cuecen habas y si la elección de los ministros de la Corte es todavía vista con recelo por las irregularidades que presentó, la de Aguascalientes es todavía más cuestionable.
Ganó en las urnas Felipe Ávila Orozco con 88 mil votos, pero fue designada María José Ocampo Vázquez con 82 mil sufragios como presidenta del Tribunal Superior de Justicia, sin importar su sexto lugar. La hija de Josefina Vázquez Mota hizo valer la equidad de género, mediante vacíos legales y presiones de todo tipo.
La propia Ocampo relató la existencia de un “vacío legal”, seguido de la interpretación de un criterio de género y de la declinación de otras dos magistradas.
Ávila Orozco decidió no impugnar la resolución, con todo y que por justicia le correspondía a él la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Aguascalientes, al ser el más votado.
Durante una entrevista difundida por los medios estatales de gobierno, Ocampo Vázquez negó que su nombramiento incumpla el artículo 51 de la Constitución de Aguascalientes, donde se establece que la presidencia del máximo tribunal corresponderá a quien obtenga la votación más alta, y se alternará con quien resulte la persona de mayor votación del otro género.
No es inconstitucional. Hemos actuado bajo la ley y lo seguiremos haciendo de esta manera. No únicamente en esta decisión, sino en los siguientes ocho años por los que venimos a trabajar, porque la gente votó y la gente eligió.
La jugada les salió a la perfección, después de que María José no fue apoyada por los electores que la relegaron a un sexto lugar de la competencia, pero aprovecharon las presiones ejercidas en contra de Ávila Oropeza, quien al ver todo el rejuego que se quería hacer, simplemente no se prestó al engaño y renunció, afirmando que no pelearía la decisión, por tratarse de gente de poder.
Las maniobras no quedaron hasta ahí, ya que se consiguió que dos magistradas situadas con mayor votación a la de la hija de Josefina Vázquez Mota, también declinaron.
Por la información divulgada se desprende que los primeros cuatro magistrados electos declinaron presidir el Tribunal Superior de Aguascalientes, sin mencionar las razones de su decisión, lo que los haría inelegibles para ocupar el cargo de magistrado.
Las dos mujeres que renunciaron para dejar que el sexto lugar ocupará la presidencia son: Mariana de Fátima de León Barba, quien fuera directora de Administración del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Servidores Públicos del Estado de Aguascalientes (ISSSSPEA) y suplente del diputado local panista Salvador Alcalá, así como de Cynthia Guadalupe Trujillo Lara, quien se desempeñó como coordinadora de Casas del Bien Común Rurales, un programa de la Secretaría de Desarrollo Social de Aguascalientes.
Ambas obtuvieron 85 mil 930 y 84 mil 424 votos, respectivamente, por encima de los 82 mil 949 de Ocampo Vázquez. Ninguna de las dos ha comentado públicamente los motivos de su declinación a la presidencia, pero sin dejar de ser magistradas.
Para justificar la jugada que “sugirió” la gobernadora Tere Jiménez para quedar bien con su amiga Josefina Vázquez Mota fue que Ávila Oropeza fuese quien sugiriera la necesidad de equidad de género, en razón de que el presidente saliente era varón, que lo ocupara una mujer, por lo que, ante la serie de declinaciones, solamente quedó María José Ocampo Vázquez.
¡Vaya forma de transparentar todo lo relacionado al gobierno que tienen en Aguascalientes!
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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Ramón Zurita Sahagún
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