De Veracruz al mundo
MOMENTO DE ACOTAR
Francisco Cabral Bravo
2025-09-22 / 10:29:49
Tocar el corazón de la democracia


Francisco Cabral Bravo



Con solidaridad y respeto a Rocío Nahle García y Ricardo Ahued Bardahuil

La esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia. (John Ruskin)

Demos a nuestra mente un poco de tregua y de recreo. La política nos fastidia. Pero estos días patrios son muy propicios para el alivio. Cuando pensamos en el hoy, el ánimo se deprime profundamente. Pero cuando pensamos en la historia, el ánimo se estimula decididamente.

Cuando pienso en nuestra situación actual, recibo las noticias, oigo los discursos y veo la realidad, resulta que preveo el porvenir, imagino el futuro y adivino el destino. Así no puedo más que inquietarme, preocuparme, asustarme, enojarme, desanimarme o desesperarme.

Pero, por el contrario, cuando repaso nuestra historia, no puedo más que inflarme, enorgullecerme y felicitarme por pertenecer a este pueblo. A veces adolorido y a veces trágico, pero siempre gallardo y casi siempre victorioso.

Porque recordamos que la victoria casi siempre ha estado presente en los 200 años mexicanos, es cierto que sufrimos una única derrota que nos costó la mitad del territorio. Pero hay muchas victorias que pueden alentar nuestro espíritu y sedar nuestro dolor.

Yo, casi a diario, me veo sometido a ese ejercicio de recuerdos. Y es que me duele la invasión extranjera, la secesión de Texas y la pérdida de California. Pero como dijo Vicki Baum, "Si tienes alteza, perdona, y si no tienes alteza, olvida".

Claro que somos vencedores. Viene a la memoria que hicimos la Independencia con Hidalgo, Morelos, Allende, Guerrero y muchos más. Redactamos Apatzingán. Nos federalizamos en el 24. Proclamamos Ayutla. Excluimos a Santa Ana. Hicimos la Reforma. Expedimos la carta liberal del 57. Sufrimos la Guerra de los Tres Años. Vivimos la epopeya de Juárez. Repelimos la intervención. Cancelamos a Maximiliano. Restauramos la República.

Sí, hicimos la Reforma y vencimos. Nos gobernaba el dictador y lo vencimos. Expedimos las Nuevas Leyes y eso provocó una guerra civil de tres años, pero los vencimos. Los derrotados pidieron ayuda extranjera y provocaron una intervención. Pero la vencimos. Nos trajeron un monigote real, Pero también a él lo vencimos. Después hubo que restaurar la República y reunir a unos mexicanos con los otros. Parecía imposible, pero vencimos. El país se reunificó, los conservadores fueron desplazados y los extranjeros quedaron advertidos. Repudiamos el Tuxtepecazo, abominamos de la dictadura. Seguimos a Madero. Nos fuimos a la Revolución. Rescatamos el liberalismo. Proclamamos Guadalupe. Remitimos a Huerta y promulgamos la Carta Revolucionaria de 1917. Pero, más recientemente, nos repusimos de terremotos, de pandemias, de depresiones, de devaluaciones, de latrocinios y de otras catástrofes. Todo eso me reanima y también lo invito, los mexicanos son más grandes que todo eso porque somos muy valientes, somos muy valiosos y somos invencibles. No piense en los senadores escandalosos. Goce de nuestra comida y de nuestra música. Y, créamelo, pase lo que pase, México vivirá siempre y nadie lo vencerá. Si no me lo cree, allá usted y su derrota. Pero si de verdad me lo cree, convierta su mano en puño, luego su puño en garra y, al final, diga para usted mismo que ¡Viva, México!

En otro contexto, el tema de la protección como propiedad intelectual de la imagen de la Virgen de Guadalupe inició con el registro que en el año 2002 realizó el ciudadano chino Wu You Lim ante el IMPI. El registro consistió en una imagen de la Virgen para distinguir objetos luminosos como lámparas. Ese hecho propició una controversia que se ha extendido hasta hoy, impulsada por la desproporción en el análisis, que periodísticamente fue explotada bajo la falacia de que “los chinos se habían apropiado de la Virgen de Guadalupe”.

El empleo de símbolos y nombres religiosos no es nuevo en nuestro sistema de marcas. Resulta altamente atractivo utilizar iconografía religiosa para asociarla a determinados productos o servicios, desde rostros de Cristo (vg., veladoras) hasta nombres de santos milagrosos (vg., escuelas, farmacias y hospitales); nuestro catálogo de casos es abundante. Eso no quiere decir que en todos los casos estamos en presencia de registros válidamente otorgados.

El asunto cobra nueva vigencia ante el anuncio de que, para combatir la piratería, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial registrará marcas con la imagen de la Virgen de Guadalupe, producida mediante procedimientos tecnológicos de digitalización. Estas acciones se han realizado a favor de la Basílica de Guadalupe, en coordinación con monseñor Efraín Hernández, rector de la Basílica. Los registros realizados no se limitaron a imágenes religiosas, sino que abarcan una amplia gama de productos que van desde las velas y la sal, hasta la miel y muebles, joyas, vestuario, calzado, bebidas alcohólicas, aplicaciones digitales y software.

Resulta peculiar pensar en un ícono de la relevancia cultural y religiosa de la Virgen de Guadalupe reducida para su protección a los límites administrativos de un registro de marca. Obviamente, existen múltiples supuestos para considerar como no registrable una imagen o un nombre de este tipo, desde la mala fe, por tratarse de una marca engañosa o por estar prohibido su registro por leyes como la de asociaciones religiosas; y al ser una imagen no registrable, quien la utilice en el comercio podría estar cometiendo una infracción administrativa.

Al tratar de convertir una expresión cultural de estas dimensiones en la corta matriz de una marca registrada, hay preguntas que no pueden ser contestadas: ¿Cuál es la fecha de primer uso de la marca? ¿El 9 de diciembre de 1531, cuando Juan Diego se encontró con la Virgen? ¿La imagen de la Virgen debe ser protegida como marca famosa?

Desde luego que entendemos la decisión del IMPI y de la propia Basílica para tramitar registros de marca bajo las condiciones relatadas, pero debe entenderse con claridad que se trata, simplemente, de una decisión pragmática.

El primer propósito de la decisión es poder perseguir las falsificaciones no autorizadas, importadas como delito, considerando que el presupuesto para detonar la aplicación de la ley criminal a estas conductas es la existencia de una marca registrada. Con esta orientación se facilita la interpretación de la PGR y el decomiso de productos no autorizados.

En otro orden de ideas en el intrincado teatro del poder, la ignorancia nunca ha sido un mero accidente o una carencia pasiva. Por el contrario, a lo largo de la historia se ha revelado como una herramienta deliberadamente forjada y hábilmente empleada por quienes detentan el dominio.

La ignorancia al servicio del poder no es sólo una fase elocuente, es una dinámica perversa que sustenta sistemas de control, perpetúa desigualdades y erosiona las bases mismas de la democracia y la libertad.

El poder no siempre necesita ocultar la verdad, a menudo le basta con enturbiarla, fragmentarla o sobrecargarla. La estrategia es multifacética y existen mecanismos de ignorancia fabricada, la censura y control de la información, la supresión activa de conocimientos críticos, históricos o científicos que desafían el relato oficial. Desde la quema de libros hasta el bloqueo de sitios web o la persecución de periodistas, se busca eliminar fuentes alternativas de verdad. Goebbels, ministro de propaganda nazi, lo entendió bien. "Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, pero su eficacia aumenta exponencialmente cuando las voces que la despiertan son silenciadas.

La desinformación y la propaganda, la inundación deliberada del espacio público con noticias falsas, medias verdades, teorías conspirativas y discursos emocionales que apelan al prejuicio y no a la razón. Esta "niebla de guerra informativa" confunde, paraliza y desvía la atención de los verdaderos problemas y abusos. El poder crea un universo narrativo alternativo donde sus acciones siempre se justifican y sus críticos son demonizados.

La ignorancia no solo sirve al poder político autoritario, es un pilar de diversos sistemas de dominación, la falta de educación financiera o económica es funcional al statu quo. Como señala Eduardo Galeano, "la historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será".

La ignorancia religiosa, cuyo fundamentalismo a menudo se nutre de la interpretación literal y acrítica de textos sagrados, desalentando el cuestionamiento y el estudio histórico-contextual. La ignorancia teológica puede ser manipulada para justificar la intolerancia y el control sobre las conciencias. Aristóteles lo expresaría de manera clara y contundente: "El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona". Si somos sensatos, usamos nuestro sentido común y observamos a los dirigentes de diversos países, vemos a líderes políticos cuya ignorancia es tan brutal que uno se pregunta el cómo han podido llegar a donde han llegado.

La respuesta es directa y total. Manipulación de las masas ignorantes. Y su consecuencia es una sociedad ignorante. Y cuando la ignorancia es instrumentalizada, las consecuencias son profundamente corrosivas

Una población desinformada y confundida es incapaz de tomar decisiones libres y fundamentadas, base de una sociedad sana. Se convierte en masa, maleable, susceptible al populismo y al autoritarismo. Se sufre de una pérdida de autonomía y de una ciudadanía crítica.

Solo hay un bien, el conocimiento. Solo hay un mal, la ignorancia. (Sócrates)



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