Bien dice el dicho que el que logra poder loco se quiere volver. Y esto le queda muy bien a la ridícula figura de la regidora de Minatitlán Damara Gómez Morales, de familia con negros antecedentes, por todo el pueblo sabido y conocido.
Urgida de reflectores, pedante, con su falso acento español, o a lo mejor tiene problemas en el paladar, vaya usted a saber, la tal Damara Gómez Morales, dice que su leche, la que “ella tramitó” es la mejor, y que está en buenas condiciones, que el alcalde es el malo al querer robarle el papel protagónico en este show que ella escenifica.
No será el único, será uno de tantos que protagonizará esta mala hechura de la política, y a los que tendremos que acostumbrarnos.
Es la segunda parte de esta tragicomedia, la segunda, porque la primera estuvo en manos de su nefasta mami Isabel Morales Aguirre, ex regidora de la comuna pasada, envuelta en aquel escándalo que le costó la vida a su marido Javier Gómez alias el Potro, en su propia casa, en el que se dijo que tanto la mamá como la hija, la hoy regidora Damara, tuvieron mucho que ver en su muerte, y que en los tiempos de la rata negra Fidel Herrera Beltrán, con la ayuda de Pablo Pavón Vinales libraron la cárcel.
En ésta, la segunda parte, veremos la continuación de las malas decisiones de la dirigencia del PRI, cuando la Isla de Lesbos impera en la política, precisamente en estas malas imposiciones que nos trajo Lorena Martínez, la ex delegada nacional de este partido en el estado, que afectan a todo un pueblo, al proponer en estos arrebatos pasionales, a esta clase de gente, que simplemente causan vergüenza con su proceder.
Aquí, ahora en la actual comuna, lleva como compañero de reparto la tal Damara-por aquello del que comparte y reparte se queda con la mejor parte-al corrupto ex tesorero de la comuna pasada, Saúl Wade, cerebro diabólico del bueno para nada Héctor Cheng Barragán, el inútil ex alcalde de la anterior administración municipal quien la secunda para tratar de desestabilizar a una comuna que, con todo y errores aun está comenzando.
La tal Damara busca notoriedad con este tipo de escándalos, es su mero mole, lo trae en la sangre, y no le importa ser el hazmerreír de los medios de comunicación, y de los políticos.
Quiera o no aceptarlo, Nicolás Reyes Alvares es el alcalde, y es el responsable de todo lo que suceda, que, si piensa dejarlo en mal, quien saldrá perdiendo es ella.
No es con brincarse al presidente como alcanzará una buena gestión, que olvide las estupideces y tonterías de su mami porque la convertirán en una bufona política.
Protagónica, se facultó a sí misma nombrar a su padrastro Sergio Urquidi, actual esposo de su mamá, coordinador de Protección Civil, por encima del profesor Guillermo Hernández Urbina, director de la misma, con gran capacidad y experiencia, y de quien pide su cese-como si ella fuera la primera autoridad municipal-por lo de las cajas de leche en mal estado, leche que por cierto tiene un costo de veinte pesos, y no se encuentra en cualquier tienda, por lo que se hace difícil conseguirla, ya que este era el argumento de Miguel Ángel Yunes Linares cuando dijo que habían “sembrado” un bote de leche caducada para hacer quedar a su gobierno, cual? Y ya que hablamos de esta leche, ¿cual es la ganancia o donde está el ahorro del gobierno? Ésta cuesta más que la leche que usted compra en cualquier tienda de conveniencia. Por cierto, el día que el alcalde supervisó por la noche las despensas, se encontraron caducados varios paquetes de este producto, no solo una, como se afirmó al día siguiente en que la tal Damara llegó a supervisar o comprobar lo que el alcalde había encontrado. Esa noche el alcalde no pudo abrir al no tener las llaves de la bodega donde estaban almacenadas las despensas, por lo que tuvieron que llamar al famoso coordinador Sergio Urquidi, padrastro de la tal Damara-nombrado por ella misma-para que abriera, ya que este tenía las llaves, tornándose esto aún más sospechoso de lo que ya parece.
En fin, igual que su nefasta madre, Isabel Morales, argumenta que ella llevó a cabo los trámites necesarios, queriéndose pasar por el arco del triunfo al alcalde Nicolás Reyes Álvarez, quien fue quien autorizó dicha gestión administrativa para que la tal Damara, por su conducto, gestionará ante las autoridades de salud estatal la entrega de mil quinientas despensas para la gente más necesitada, que contiene leche, entre otros productos de la canasta básica,
Descubierta en su juego perverso, y en el colmo de su soberbia, dice que el alcalde Nicolás Reyes es irresponsable, y berrinchudo, y que arma un alboroto, al decir que la leche encontrada en las cajas de las despensas están en mal estado, y que es falso lo manifestado al reprogramar su entrega, para salvaguardar la salud de quienes podrían haberse enfermado……..y……..
El caso es, que todo esto originó otro arrebato visceral de Miguel Ángel Yunes Linares, al vociferar totalmente fuera de sí a la autoridad municipal, que sí sabían contar no contaran con él, y que le fueran diciendo adiós a su policía, que se las arreglaran como pudieran.
“Afortunadamente” reculó a tiempo y todo quedó en simple amago de quien siente que no es comprendido. Otro Duarte.
De verdad, que vergüenza tener una autoridad estatal que no ha podido con el paquete, y busca de diversas maneras encontrar la forma fácil de deshacerse del bulto, de la pesada carga que significa, aun con toda “su experiencia”, resguardar la seguridad de los veracruzanos.
Cada día los veracruzanos se convencen que, este señor simple y sencillamente ya no encuentra la hora de que su mal gobierno llegue a su fin y que su pesadilla termine.
No, don Miguel Ángel, usted estaba ávido de ser gobernador de este cruento estado, de ese placer demoníaco que le corroía las venas, de esa pasión por llegar al poder, ahora aguántese. Arrastrarse a estas horas es de cobardes. Es necesario que saque todas esas destrezas de las que tanto se ufanaba, y demuestre que tiene la capacidad, ya no tanto para esa obcecada idea monárquica que le ha hecho quitar los pies sobre la tierra, y que le revolotea por el “cerebro“ desde su llegada a palacio de gobierno para tratar de imponer a su hijito como su sucesor, sino para demostrar que le queda algo de dignidad en este corto periodo de tiempo, y que puede devolverle, aunque sea en algo, la paz y la tranquilidad a este sufrido pueblo. No se vale ser tan ruin.
Usted hizo una apuesta mortal al querer ser gobernador, lo sabía, que no haya calculado los riesgos es otra cosa, ahora enfréntese a su destino. Deje de andar forjando enredos porque el más perjudicado es su gobierno. Cumpla con su deber que para eso se le paga.
No nos venga con declaraciones de mala leche, queriéndose llevar a sus policías por cualquier pretexto, de los que seguramente todavía faltan muchos.
Así no se gobierna. Ahora que, si ya llego al tope de sus capacidades, pues renuncie al deleite pecaminoso de “representar” a los veracruzanos, y deje de causar lastima por dónde camina. Deje sus quejas para otros tiempos. La inseguridad cada día se incrementa más, y aquí en el sur de Veracruz es un campo de muertos. Debería preocuparse por hacer una buena administración, y cumplir su palabra.
Por lo pronto deje sus vaciladas don Miguel Ángel Yunes Linares, hay cosas más importantes que interponer una “denuncia” que no lo llevaran a nada, en contra del alcalde de Minatitlán, por lo de las leches caducadas.
De salida…………..Dice el corrupto secretario general de los empleados municipales de Coatzacoalcos Gersain Hidalgo Cruz, que si no le pagan a él y a sus cómplices sus ofensivos salarios, extenderán su paro de brazos caídos. Como si no supiéramos que los que hacen de carne de cañón son los más necesitados de un turno o de una oportunidad de trabajo, y que con cincuenta pesos los lleva, los trae, y los planta donde le acomode y le sirvan. Sanguijuela.
Claman los “directores, coordinadores” al alcalde de Minatitlán por sus nombramientos de sus cargos. Argumentan que los regidores les quieren comer el mandado, y buscan colocar, ante la falta de dicho documento, a su propia gente de confianza, además de que, sin dichos nombramientos, por donde se paren ante alguna otra autoridad los batean de a feo, y hasta los corren. Qué bárbaro don Nico. |
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