Por Omar Zúñiga
Este jueves 10 de abril, a las 18:00 horas se programó el examen profesional para alcanzar el grado de licenciado en Derecho, luego de que el alumno agotó todos los requisitos.
El joven realizó las diligencias necesarias y las invitaciones pertinentes, para su familia y amigos cercanos, la mayoría se trasladó desde Poza Rica, para darse cita en la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana, la misma donde despacha como directora la ya tristemente célebre Araceli Reyes López.
Poco antes de la hora, el joven Brayan Hernández Gayosso, fue notificado que dos de sus sinodales estaban “indispuestos”, uno por licencia médica y uno más por día económico a que tiene derecho todos los profesores.
Sin embargo, el joven Brayan exigió lo que es su derecho y demandó que se llevara a cabo el examen profesional.
En esas estaban, con los espacios atestados de maestros y alumnos, cuando de la oficina de la Dirección, salió Araceli Reyes López gritando a voz en cuello que el alumno en cuestión, Brayan Hernández, la había amenazado y no le permitía salir de su oficina.
Exigió, también a gritos, que el alumno debía retirarse del plantel, por las amenazas supuestamente proferidas y porque la solución que dio la directora al problema, que ya tomaba tintes apoteósicos, era reagendar día y hora, a pesar de que la familia del alumno venía desde Poza Rica.
Araceli hizo que llamaran a los elementos de seguridad del plantel, que intentaron tomar del brazo a Brayan, a lo que el joven los mandó al diablo, argumentándoles que ellos no eran de seguridad pública y no se atrevieran a tocarlo, pues además de que no tienen personalidad jurídica, él no había hecho absolutamente nada para una acción de esa naturaleza.
Después de esto, la misma Araceli Reyes pidió la fuerza pública, que además de violentar la autonomía universitaria, ella misma convirtió un examen profesional que debía ser un bello acto protocolario que quedara grabado en los anales de la Facultad y de la memoria del joven, como uno de los momentos más gloriosos de su vida, en un circo con todo y payasos.
Ante la negativa de Araceli Reyes de dar paso al examen de grado, bajo el pretexto de que nadie conocía el trabajo del alumno, varios de los que conocieron del escándalo en ese momento, empezaron a comentar sotto voce en el pasillo, que la misma Reyes López pidió en algún momento, entrar como sínodo, aun sin serlo y sin ser suplente, al examen profesional de un joven alumno, que estaba lo suficientemente bien preparado por su asesore, si no, hubiera reventado gracias a la male leche de Araceli Reyes López.
Además el cuerpo académico, comentaba también que los gritos que pegó doña Ara es parte de su modus operandi cuando las cosas no le salen como ella quiere.
Dicho de otra manera y muy coloquial, “se hace la vístima”, ante la incapacidad de resolver los conflictos cuando las cosas no le benefician de alguna manera, aún a sabiendas de que lo que hace está mal, y que afecta gravemente a un alumno, que cumplió con todo su protocolo de titulación, y cuya familia viene de un municipio del norte del estado, que además está infectado por el virus de la inseguridad, por lo que el traslado dista mucho de ser algo tan simple como manejar en carretera, además de los gastos inherentes, que no son pocos.
Llegaron los invitados del joven, su mamá incluida, que buscó conciliar con Araceli, misma que se encerró -como dicen que es su costumbre- en la Dirección.
Brayan exigió su derecho como alumno, y demandó la intervención de la Defensoría de los Derechos Universitarios, que nunca llegó.
Lo que sí llegó, fueron tres patrullas de la policía, para buscar coartar la libertad y los derechos de un alumno que lo único que demanda es que se le respete.
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A pesar de todo el borlote, ocasionado en por la directora Araceli Reyes López, ella no se podía llamar sorprendida cuando este jueves le estalló una bomba en las manos, pues el Consejo Técnico de la Facultad conoció desde un día antes el tema de Brayan.
Es decir, ellos ya sabían lo que pasaría con el caso de Brayan Hernández, sabían que no había sinodales para hacer el examen profesional y aún así dejaron correr el tiempo; a él nunca le notificaron.
Dicho de otra manera, actuaron con todo el dolo y valemadrismo del mundo, en detrimento de los intereses de un chavo que lo único que busca es titularse y coronar el esfuerzo de muchos años.
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“Estoy afuera de la Dirección de la Facultad de Derecho (de la UV). No se llega a ningún acuerdo. La directora no me defendió; ni la directora ni el consejo académico (sic) de la Facultad defendieron mis derechos universitarios, dejándome en esta situación. Una situación en la cual, amigos, familiares, hicieron gastos (…), todo porque la Facultad no pudo llevar a cabo un evento previamente acordado, previamente establecido, y la directora no tomó cartas en el asunto para prever esta situación. Esta es la clase de defensa, de justicia, de derechos, que enseña la Facultad, a cargo de la doctora Araceli Reyes López”, fueron las palabras de Brayan Hernández Gayosso, en un video hecho público ayer mismo.
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Para documentar el optimismo, el caso de Brayan Hernández Gayosso, se suma al de Sergio Alcántara Chávez en junio del año pasado, cuando la misma Araceli le negó la oportunidad de hacer su acto protocolario en la Facultad de Derecho.
Por lo que el hoy licenciado Alcántara Chávez tuvo que mover cielo, mar y tierra, para que le fuera tomada la protesta de grado en la Rectoría, pues su familia, también venía de lejos, solamente a atestiguar cómo todos los sacrificios de su hijo, habían valido la pena, ante la indolencia de Araceli Reyes López y por supuesto la protección del también indolente rectorcito Martín Aguilar, que pasa por alto todas las tropelías en la Facultad de Derecho. ¿Complicidad?
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¿Dónde está la Defensoría de los Derechos Universitarios y su titular Olivia del Carmen Chávez Uscanga?
¿Y Yolanda González, directora del área de Humanidades de Rectoría?
¿Hay complicidad?, ¿cuál es el interés de defender lo indefendible, a una directora que atropella derechos de alumnos y contrario sensu, deja en la indefensión a los educandos?
Esperemos respuestas.
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Y ya con esta me despido. La diputada por Movimiento Ciudadano Mayra Angélica Amador Pérez subió ayer jueves a tribuna del Congreso veracruzano, apenas por segunda ocasión en su corta carrera legislativa, para presentar un proyecto con punto de acuerdo por una crisis de salud derivado de mala atención en hospitales del norte del estado por falta de infraestructura e insumos, concretamente en la zona de Papantla.
La bancada de Morena, como en los robos hormiga, fueron saliendo de a poco y cuando se votaría la resolución, el sagaz diputado peroteño Paul Martínez Marié pidió la revisión del quórum.
La joven diputada los puso en jaque, en apenas su segunda intervención en tribuna.
El resultado: se declaró invalidez de la sesión por falta de quórum, y la gran presidenta Tanya Carola Viveros declaró receso hasta el 25 de abril.
Es decir, a la chingada todo, que nos vamos de vacaciones, la salud, puede esperar.
¡Qué barbaridad!
deprimera,mano2020@gmail.com
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