Por Omar Zúñiga
Silvio Lagos Galindo es uno de los cinco personajes que se registraron por el PRI para buscar la candidatura tricolor a la alcaldia de Xalapa y si no sucede algo extraño, él deberá ser ungido el viernes próximo, 14 de marzo, fecha en que todos los candidatos, de todos los partidos, de todos los municipios, deben estar listos.
Silvio es un personaje que políticamente se forjó, literalmente en el crisol, pues su diputación, que fue federal, la logró a costa de imponerse, ante un gobernador que tenía todo el pinche poder en la mano y un candidato a gobernador en contra, a costa de lo que fuere.
Así llegó a San Lázaro, con sangre sudor y lágrimas y además tuvo también que sufrir seis años fuera de la patria chica.
Sin embargo, ese exilio obligado le dieron lo que es hoy su fortaleza: una vasta experiencia para conseguir recursos, nacionales por supuesto, pero también sabe dónde rascar para obtener dinero de organismos internacionales, en aéreas como agua, medio ambiente o movilidad.
El dinero nunca está de más.
Sin embargo, Silvio también sabe que el PRI es un partido extraordinariamente desgastado, ante lo que plantea la construcción de una plataforma ciudadana para darle credibilidad a ese proyecto.
No es tarea fácil.
No son “los tiempos de antes”, ahora deben remar contracorriente, contra un partido en el poder que aprendió todas las mañas conocidas y estableció las que quedaban por conocer.
Deberá enfrentarse también a un partido naranja que crece sin cesar, con quien será candidato de MC, que se ha revelado como un gran operador.
Pero también debe enfrentarse al descrédito de un PAN que ante las circunstancias actuales, carga con el estigma de haber dinamitado una coalición opositora con el tricolor, abanderando a “candidatos ciudadanos”, sin ningún tipo de arraigo partidista, que dividirá el voto.
Silvio no echa las campanas al vuelo ni mucho menos; sabe que su plataforma ciudadana debe empezar a construirse desde la planilla que lo acompañará en esta odisea, evitando la postulación de “cartuchos quemados” que han sido un lastre.
Por el contrario, gente joven con ideas frescas son la constante, pero que habrán de amalgamarse con la experiencia para buscar, en la medida de lo posible, rescatar a su partido.
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Las buenas noticas también son (y deben ser) noticia.
Es el caso de Itzel Castro Castillo, xalapeña de nacimiento y quien se desempeña como magistrada presidenta del Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Poder Judicial del estado de Veracruz, desde agosto de 2020y cargo que detentará hasta el 2026, pues fue reelecta en ese cargo.
Pues bien, doctora en Derecho, Itzel Castro ha sido distinguida por el Comité Directivo de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia A.C. (AMIJ), a propuesta de la Asociación de Tribunales Estatales de Conciliación y Arbitraje (ATECA), para recibir el galardón "Premio AMI] 2025”, en el marco de la Conmemoración del Día del Juzgador y la Juzgadora Mexicanos.
La ceremonia se llevará a cabo este jueves 13 de marzo en el legendario edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el centro de la Ciudad de México, pegadito a Palacio Nacional.
Itzel Castro fue distinguida con el Premio AMIJ 2025 por su destacada trayectoria y por haber dedicado gran parte de su vida profesional a la noble e importantísima función de impartir justicia en beneficio de la sociedad mexicana.
Eta ceremonia, que tendrá lugar a las 17:00 horas, estará encabezada por “personas ministras” del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Magistraturas integrantes del Comité Directivo de la AMIJ.
Sin lugar a dudas, Itzel Castro pone en alto el nombre de Veracruz,y también el de Xalapa, en tiempos en que se necesitan de buenas noticias. ¡Enhorabuena!
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com
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