De Veracruz al mundo
FLORENCIO PÉREZ RAMÍREZ
Florencio Pérez Ramírez
2018-08-07 / 19:47:20
Inicia la cuarta transformación
Desde el 1 de julio, Andrés Manuel López Obrador ha trabajado en distintas aristas que le han permitido no sólo limar algunas asperezas políticas, sino pavimentar la carretera de la transición.



Tres acciones inmediatas de cálculo político preciso, indicaron de que empezaba a operar el Nuevo Presidente de la República:

a) La reunión con el actual Presidente Enrique Peña Nieto (el Poder de facto);

b) La reunión con empresarios. Con Carlos Slim, recientemente en la reunión con ingenieros (el poder económico); y

c) La reunión con los gobernadores a través de la CONAGO (los poderes regionales).



Después de limpiar eventuales distanciamientos con los gobiernos de facto y los dineros, AMLO atendió los asuntos externos; primero los enviados de Donald Trump; después la comitiva canadiense.



Superadas ambas aduanas, caminó en sentido directo hacia los principales nombramientos de su gabinete. Acciones de sombra y la reunión con el ex-candidato presidencial príista José Antonio Meade. Faltaría sólo la reunión con Ricardo Anaya y con ello, estaría enviando los mensajes de “reconciliación” y precisando “no quiero problemas en mi gobierno”.



Adicionalmente hay dos contextos que vale la pena revisar:

a) Ha logrado, sin meter las manos ni ensuciarse políticamente, el control absoluto del Congreso de la Unión, gracias al rechazo de las impugnaciones del PES y PANAL.

Estratégicamente el caso del PES es un tiro de precisión, ya que mantener el registro de este partido, implicaba fortalecer el liderazgo de su dirigente nacional Hugo Erick Flores, quien podría exigirle negociaciones permanente con sus más de 50 diputados y senadores. Sin embargo, con el registro negado, Hugo Erick Flores pasará a ser empleado del gobierno federal, en pago de la alianza, que no es lo mismo que líder de una bancada con peso específico en la Cámara de diputados.



b) La “pacificación” de determinadas zonas geográficas del país. “Coincidentemente” durante el mes de julio, el actual gobierno de Peña Nieto ha asestado duros golpes al Cartel de Jalisco Nueva Generación, con la detención de liderazgos (cuatro dirigentes de primer nivel detenidos); y decomisos en el aeropuerto de la CDMX y en la frontera con Estados Unidos, por casi 100 millones de dólares.

Esto puede leerse como la limpia de un grupo del crimen organizado que durante este sexenio se caracterizó por una violencia abierta contra instituciones policiales y militares. La declaración del Secretario de Gobernación Alfonso Navarrete Prida, el 6 de agosto: “no dejamos un país en guerra, no hay crisis”, precisa esta idea.



En paralelo, en el inicio de los “foros de pacificación”, sin la participación de partidos políticos, AMLO manda el mensaje de “perdonar” para trascender; aunque “respeta” la posición de quienes alegan “perdón sí, olvido no”. El mensaje es claro, para la pacificación se requiere superar el pasado, aun cuando sea doloroso.



En este camino de treinta días estratégicos, AMLO ha sentado las bases de “pacificación” (acuerdos estratégicos, dirían los viejos) que le dan un control absoluto sobre la nueva gobernabilidad del país, que tomará rumbos claros a partir de este miércoles 8 de agosto, cuando reciba su Constancia de Presidente electo de México.



En cuanto AMLO tenga su constancia de mayoría, la dinámica política del país centrará su atención en tres aspectos concretos, que tienen que ver con sus políticas, ejes de gobierno y compromisos de campaña, es decir con el PROYECTO DE NACIÓN:



1. La entrega recepción gubernamental:

Los funcionarios nombrados, tienen la instrucción de que a partir del 8 de

agosto, se comuniquen con sus pares federales, a fin de iniciar estos procesos.

Se trata de inhibir lamentables experiencias de gobiernos anteriores sobre diversas irregularidades; pero sobre todo, de diagnosticar la situación a fin de definir acciones de corto plazo; y articularlas al PROYECTO DE NACIÓN, mediante los recursos que deberán asignarse a dichas políticas y acciones, en el Presupuesto de Egreso de la Federación 2018.



2. La descentralización:

Los procesos de descentralización, son un tema apenas entendible, sobre todo considerando que hay escasas experiencias en el mundo, notables de este tipo y magnitud; salvo las grandes construcciones de ciudades que desde cero, se realizan en China.

A nivel nacional sólo se tienen documentados los casos del INEGI en Aguascalientes; CONALEP, en Metepec, estado de México; e INMECAFE, en Xalapa, Ver.

Sin embargo, la estrategia es de alta prioridad. Primero porque en el reordenamiento y reubicación de personal, pueden darse diversos procesos de liquidaciones y jubilaciones, que permitan cumplir con el tema de adelgazamiento de la burocracia.

En segundo lugar, porque sea como sea, llevar instancias gubernamentales a otras ciudades, serán sin duda detonantes de desarrollo local y/o regional; al tiempo que permitirán desactivar graves problemáticas sociales que se generan en la ciudad de México.

Pero sobre todo, hay un tema que permea el ambiente de la CDMX, que es la eventual posibilidad de un megaterremoto, sobre el que poco se habla, y poco se dice para evitar pánicos inmanejables; pero que sin duda, es una experiencia que se busca evitar a toda costa porque rebasaría con mucho la capacidad de respuesta del gobierno de la CDMX y del Federal en caso de presentarse un sismo como los del 19 de septiembre.



La descentralización tiene entonces, prioridad económica, burocrática y administrativa, pero sobre todo, de prevención social y gubernamental.



3. La agenda legislativa:

El PROYECTO DE NACIÓN, tiene sus líneas de acción muy claras, que señalan con precisión, las reformas legislativas que deben impulsarse para que, a partir del 1 de diciembre, el ejecutivo federal inicie un gobierno con decisiones políticas de cambio.

De esta manera, los futuros diputados federales desde su toma de posesión, deben trabajar de manera urgente y ordenada; cosa que será posible dado el control absoluto del Congreso Federal.

En el caso de los estados de la República, donde se tiene mayoría legislativa, deberán impulsar la homologación de leyes en todas las materias aún por atender y las que sean aprobadas en este periodo ordinario federal, a fin de a partir del 1 de diciembre, inicie este nuevo gobierno.



Así que a partir de este miércoles, empezaremos a ver, al verdadero Andrés Manuel López Obrador, con toda la legitimidad que le permitirá iniciar su gobierno aún incluso sin tomar posesión; y en prospectiva, el inicio de la cuarta transformación de México.

"Con base en lo logrado buscaremos emprender una transformación pacífica y ordenada, sí, pero no por ello menos profunda que la Independencia, la Reforma y la Revolución; no hemos hecho todo este esfuerzo para meros cambios cosméticos, por encimita, y mucho menos para quedarnos con más de lo mismo" (AMLO: 27 de junio, 2018)





Para los místicos, el 8 del 8 del 18, es un buen día, es un DÍA DE PODER, para iniciar la cuarta transformación (4 es mitad de 8), empujada por un gobierno que termina en el 2024, cuya suma es también, igual a 8.





Florencio Pérez Ramírez

8-8-18

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