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Xalapa, Ver.-
Durante la gestión del exfutbolista Cuauhtémoc Blanco en Morelos, de 2018 a 2024, hubo un incremento del 88 por ciento en homicidios, un repunte del 50 por ciento en la población con carencia de servicios de salud, lo cual refleja un desate para su gobierno, indica Roberto Salinas, director del referido Centro de Investigación. En entrevista para Crónica, indica que los datos de registros oficiales muestran que hubo retrocesos: competitividad, formalidad laboral, estado de derecho, seguridad, democracia. Expresa: “El gobierno de Blanco fue una tragedia para los morelenses, desde que fue presidente municipal en Cuernavaca dejó saqueado al Sistema de Agua Potable, por desvío de recursos a través de empresas fantasma. Hoy se intenta tapar ese hoyo: el actual alcalde ha propuesto pagar a la CFE 3 millones de pesos mensuales durante los próximos cuatro años y eso repercutirá en menos obras y servicios para los ciudadanos”. “No entendió cuáles eran las necesidades del estado ni exigió resultados a sus subordinados, la mayoría amigos y familiares. Fue un sexenio negro: los homicidios dolosos sumaron 6 mil 300, 88 por ciento más que en el gobierno de Graco Ramírez, que ya es mucho decir. Fuimos el quinto peor estado en la generación de empleo formal. Hubo un retroceso en prácticamente todos los rubros”, indica. Durante el gobierno del Campeón de Goleo del 98, Morelos rompió record en homicidios y en feminicidios, en robo de vehículos, autopartes, bancos, de acuerdo con información del Sistema Nacional de Seguridad Pública. “Fue un gobernador ausente, que no se presentaba a los eventos ni a las reuniones. Trabajaba apenas la mitad de los días laborales y los fines de semana eran puentes vacacionales. No le interesaba la administración pública, ni siquiera para aprender. ¿Dónde está el gobernador? Nadie daba razón”, refirió Salinas. El sello de su gobierno fue el cotorreo, la farándula, los espacios para el chacoteo. Si acaso lo veíamos en los eventos donde tenía que regalar balones y esas cosas. “Hasta hizo una campaña que se llamó “Golazo a la corrupción” y no tuvo ningún resultado. Nunca dejó de ser un futbolista utilizado en la política”. Lo de él era la guasa, dice jamás lo vimos en un espacio de discusión, de análisis, de propuestas. Toda esa parte trivial la llevó a la casa de gobierno. “Hubo varios casos de nepotismo porque familiares estuvieron dentro de la estructura gubernamental. Se rodeó de cuates, de primos, de compadres, la propia denunciante de abuso sexual (Nidia Fabiola, su media hermana) estuvo en un fideicomiso. El Director de Adquisiciones fue también futbolista de la Segunda División, y llevó a Osiris Pasos, otro ex futbolista, a la rectoría de la Universidad Tecnológica del Sur de Morelos”, agrega.
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