Como bien se sabe la elección intermedia durante el periodo de Ernesto Zedillo (1994-2000) fue calamitosa para el partido en el gobierno (PRI) porque en 1997 perdió la elección en el Distrito Federal (CDMX) y la mayoría en la Cámara federal de diputados. Ese síntoma también lo padecieron Vicente Fox en 2003, Calderón en 2009 y Peña Nieto en 2015. Para que ese fenómeno se estableciera como una variable permanente debieron ocurrir para el PRI serios descalabros en elecciones para alcaldes y gobernador en varias entidades federativas pues este partido comenzó a disminuir su capital político, que se reflejó en menor número de entidades gobernadas y en perdidas de alcaldías importantes. Muy señaladamente en el estado de México, la entidad con mayor numero de votantes en la republica mexicana. Así se llegó a la elección de 2018 cuando el tsunami electoral provocado por López Obrador le otorgó a MORENA la presidencia de la república y una cómoda mayoría en el Congreso federal, aunque no la suficiente para alcanzar la mayoría absoluta.
En junio de 202 se llevó a cabo la elección intermedia correspondiente a López Obrador, las coaliciones obradoristas ganaron 12 de las 15 gubernaturas en disputa: Baja California, Baja California Sur, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Tlaxcala, Sonora, Sinaloa y Zacatecas, Campeche, en alianzas encabezadas por Morena. Mientras que San Luis Potosí quedó en manos de la coalición entre PVEM y PT, sin duda una gran cosecha. Pero ese gran triunfo fue medianamente velado porque en el Valle de México, en la Ciudad de México MORENA consiguió únicamente siete de las 16 alcaldías disputadas. Ese fenómeno no había ocurrido desde 1997, pues esa elección daba todo el oriente para Morena y todo el poniente para la alianza opositora, PRI, Pan, PRD. Allí cerca, en el Estado de México. Allí Morena ganó Chalco, Ixtapaluca, Texcoco, Chicoloapan, Chimalhuacán, Tecamac, Acolman, Nezahualcóyotl, Atlautla, Ozumba. Por su lado, la alianza Va por el Estado de México (PRI-PAN-PRD), se quedó con Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla, Naucalpan, Huixquilucan, Coacalco, Cuautitlán, 78 de los 125 municipios de esa entidad. En el estado de México MORENA redujo su capital político en alcaldías de 57 a solo 28. O sea, en 2021 los partidos de la alianza obradorista perdieron 52.63 por ciento de su efectividad electoral. Sin embargo, se quedaron con Ecatepec, quizás porque los partidos de la alianza Va por el Estado de México contendieron por separado. Con esos resultados se suponía que para la elección de gobernador en 2023 la Alianza Va por el estado de México (PAN, ORI, PRD y Nueva Alianza) postularon a Alejandra del Moral y la coalición Juntos hacemos historia (MORENA-PVEM-PT) postuló a Delfina Gómez. El gobernador de ese entonces, Alfredo del Mazo, tiene la versión mas ajustada a la realidad de ese proceso para explicar la derrota de Alejandra del Moral. Obviamente, “Alito” tendrá la suya y, por supuesto, Alejandra del Moral, que ya miliya en MORENA, au versión. Por ahora, la elección intermedia de 2027 guarda interesantes incógnitas que se iran despejando con el desarrollo de los acontecimientos. |
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