José Miguel Cobián
Siempre me he preguntado la razón por la cual los seres humanos afirmamos formar parte de un conglomerado religioso, y al mismo tiempo nos negamos a cumplir con las reglas más simples de dicha religión.
Como vivimos en occidente, y la religión que predomina es la católica, así como sus derivaciones, todas ellas originadas en el nacimiento de Cristo, voy a enfocarme directamente en las religiones cristianas, y cómo los cristianos nos negamos a cumplir el más importante mandamiento.
Cuando Marcos nos cuenta que los fariseos, herodianos y saduceos fueron enviados para hacer incurrir a Jesús en una contradicción contra la ley, en Marcos 12:18-34, Marcos pone en boca del Hijo de Dios lo siguiente: ¨ 28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos. 32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; 33 y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.¨ (Reina Valera 1960)
En Juan 15:12 se refuerza el mandamiento: ¨ Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado¨, y así se sigue en infinidad de versículos: Romanos 12:10-13, Juan 13:34, Juan 15:17, 1 Juan 4:7, 1 Juan 4:11, 1 Pedro 1:22, Hebreos 13:1, Romanos 12:10, Efesios 4:2, Juan 13:35, 2 Juan 1:6, 1 Juan 3:11, 1 Juan 4:21, 1 Tesalonicenses 3:12, Efesios 5:21, Romanos 13:18, 1 Tesalonicenses 4:9, 1 Juan 3:23, 1 Juan 4:8, 1 Pedro 4:8, 1 Pedro 5:14, 2 Juan 1:5, 1 Juan 3:16, 1 Juan 4:12, Gálatas 5:14, Efesios 4:32, 1 Juan 4:20, 1 Pedro 3:8, Filipenses 2:2, 2 Corintios 13:11, Romanos 15:7, Romanos 12:16, 1 Juan 3:14, 1 Juan 4:19. Por mencionar algunos… Por cierto, te invito a leerlos en tu biblia, o en internet.
Habiendo dejado en claro, que amar a tu prójimo como a ti mismo, es el mandamiento más importante de aplicación aquí en la tierra, pues el amor a Dios es personal, y se demuestra cumpliendo el resto de sus mandamientos, no puedo evitar preguntarme las razones por las cuáles los seres humanos no lo cumplimos.
Nos dedicamos a dañar al prójimo de todas las maneras posibles. La envidia, el engaño, la ira, el odio, el rencor, la división, el disfrutar el mal ajeno, el asesinato de inocentes, ya sea mediante actos criminales de civiles y gobierno, como se hace en México y en muchos países habitados por cristianos, como actos criminales llevados a cabo por gobiernos, como es el caso de Rusia, país cristiano ortodoxo, asesinando a Ucranianos, cristianos ortodoxos también.
¿Qué pensar de la hipocresía de los norteamericanos? Con el pretexto de Make America Great Again, a partir del 20 de enero, comenzará una brutal persecución dentro de su propio país, de millones de infortunados seres humanos que nacieron en el extranjero, y que sólo intentaron buscar un mejor futuro en un país que los necesita, pues requiere la mano de obra inmigrante para trabajos que sus propios nacionales no quieren realizar.
Y si analizamos la declaración de que México es el único responsable de las muertes por fentanilo allende el bravo, enseguida nos preguntamos por los cárteles que operan dentro de su propio territorio, de las redes de complicidades que allá, como acá, tienen las fuerzas del orden con quienes trafican, solo que aquí lo reconocemos y allá decidieron fingir que no hay narcotraficantes en su territorio, ni redes de distribución ni lavado de dinero.
Y parece que a todo el cinturón bíblico que tanto apoya a Trump, se le olvidó este mandamiento. Están dispuestos a generar crisis económica, hambre y terror en medio planeta, con tal de obtener beneficios exclusivos para ellos. Trump, ha sabido utilizar la división de la sociedad en su beneficio, así como AMLO supo hacerlo en México.
Dividir para controlar y ascender en la línea de poder. Así, los pueblos son cada vez más frágiles y manipulables en manos de gobernantes que se olvidaron de cumplir con su propia religión. Ya sé que Claudia no es cristiana, pero el 85% de quienes la acompañan en la aventura de gobernar si lo son.
Esto me trae a cuento otra cita bíblica, la de Mateo 7:15-23 Reina-Valera 1960
¨15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis¨. Y los frutos de gobiernos como el de AMLO ya los podemos observar.
Por ello, hoy, más que nunca, el mensaje que nos trae
1 Juan 3:18 ¨Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad¨, está más vigente que nunca.
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