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XALAPA.- Mientras madres y padres de familia siguen impedidos para ver a sus hijos, el Centro de Convivencia Familiar (Cecofam) de Orizaba, inaugurado en septiembre pasado entre discursos oficiales y fotografías ceremoniales, continúa sin prestar servicio alguno, denunciaron abogados del Distrito Judicial, quienes aseguran que el inmueble está prácticamente de adorno. De acuerdo con los litigantes, el edificio cuenta con personal asignado, unas diez personas, pero ninguna efectúa funciones porque el centro simplemente no opera. “Ahí están, pero sin posibilidad de atender un solo caso, y lo peor: las familias siguen esperando un espacio para convivir con los menores”, denunciaron. Los abogados del Distrito XV Judicial, que solicitaron permanecer en el anonimato por temor a represalias, cuestionaron directamente al Poder Judicial del Estado, instancia que presumió la apertura del Cecofam hace apenas dos meses. De igual forma, recordaron que la ceremonia estuvo encabezada por la maestra Alma Rosa Flores Ceballos, presidenta del Órgano de Administración Judicial, quien habló de un supuesto compromiso con la infancia y los derechos familiares. “El evento fue puro protocolo, pura foto, nada de acá funciona, nada está disponible, lo que dijeron ese día se quedó en el micrófono”, sostuvieron. Recordó que durante la inauguración, Flores Ceballos aseguró que los Centros de Convivencia Familiar representan espacios seguros y dignos para que niñas, niños y adolescentes convivan bajo supervisión especializada, sobre todo en casos judicializados. Sin embargo, en la sede de Orizaba, los litigantes denunciaron que no hay operación, no hay servicios, no hay especialistas y no hay ni siquiera certeza de cuándo comenzará a funcionar. Todo quedó en palabras, insistieron, “se habló de derechos humanos, de una justicia cercana y sensible a las realidades de las familias veracruzanas. ¿Dónde está todo eso ahora? Solo en el discurso”. En este marco, padres y madres de familia con resoluciones que requieren convivencias supervisadas siguen acumulando semanas sin poder ver a sus hijos, a la espera de que el Cecofam que se presume como activo deje de ser un edificio vacío. Así las cosas.
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